Van Schowen acusa a Navarro de ser "el jefe" en Filesa e incurre en numerosas contradicciones
El contable chileno que destap¨® el caso Filesa, Carlos Van Schowen, hizo ayer las delicias del ministerio fiscal y de las acusaciones al ratificar que el ex diputado socialista Carlos Navarro -"el jefe de todos nosotros" dijo- era el hombre del PSOE en Filesa, el holding creado para financiar irregularmente al PSOE. Van Schowen extendi¨® sus acusaciones al supuesto pago de comisiones por la adjudicaci¨®n de los dep¨®sitos judiciales, y detall¨® intentos de pagarle fuertes sumas para evitar que destapara el caso. Pero el bombardeo de los defensores abri¨® numerosas brechas en su declaraci¨®n, por las que emergieron contradicciones e irregularidades en la instrucci¨®n de la causa. Incluso acab¨® reconociendo que no era contable.
La calmosa seguridad desplegada por Van Schowen con los acusadores por la ma?ana se torn¨® en irritabilidad ante un bien coordinado ataque de los defensores, que pusieron en aprietos al testigo y le hicieron caer en numerosas contradicciones. Van Schowen no tuvo empacho en admitir que false¨® la contabilidad durante a?os, coleccion¨® documentos que le sirviesen para respaldar sus peticiones econ¨®micas e hizo uso de ellos cuando no le pagaron los 25 millones que exigi¨® por la elaboraci¨®n de un trabajo sobre contenedores para el que demostr¨® una escasa formaci¨®n.En la sesi¨®n de la ma?ana, el contable chileno, que se present¨® en la sala con un dossier en la mano, hizo gala de una excelente memoria y centr¨® sus acusaciones en el ex diputado socialista Carlos Navarro, que en otro tiempo le daba "¨®rdenes imperiosas", y en Luis Oliver¨®, el administrador de Filesa a quien hab¨ªa conocido en M¨¦xico y quien le ofreci¨® el trabajo en Filesa al llegar a Espa?a.
A preguntas del fiscal, Van Schowen detall¨® que las primeras facturas falsas se giraron a Catalana de Gas, por 8,4 millones, y a Focsa, por 20 millones. Fue a partir de 1990 cuando Filesa y Time Export empezaron las "grandes facturaciones". La primera habr¨ªa sido el pago por el BBV de dos facturas de 42 millones cada una por un "aparente" estudio sobre leasing de contenedores, que el propio contable estaba desarrollando. "Fue un estudio que hice yo, y nunca pens¨¦ en venderlo al BBV, que deb¨ªa saber m¨¢s que nosotros".
Contradicci¨®n del testigo
A preguntas del fiscal, Van Schowen dijo por la ma?ana que hab¨ªa o¨ªdo una conversaci¨®n en la que un consejero del BBV, Jos¨¦ Aureliano Recio, comunic¨® a Luis Oliver¨® que no pagar¨ªan "hasta que lo acordado no fuera publicado en el BOE". El contable identific¨® estos pagos con la adjudicaci¨®n al banco de las cuentas de los dep¨®sitos judiciales, aunque precis¨® que de eso se enter¨® despu¨¦s, gracias a la investigaci¨®n del juez Marino Barbero y los peritos.
Sin embargo, en la sesi¨®n de la tarde, a preguntas del abogado Francesc Jofresa, el contable tuvo que admitir que no hab¨ªa o¨ªdo personalmente la conversaci¨®n con Recio, y que lo que oy¨® realmente fueron los comentarios de una secretaria.
Van Schowen confirm¨® tambi¨¦n el pago de informes a Filesa por parte del BCH, Focsa, Pryca y Abengoa, y en cambio dijo que no le sonaba la empresa Elsan, dos de cuyos directivos se sientan en el banquillo. El contable neg¨® que los informes pudieran haber sido subcontratados y a?adi¨® que ¨¦l nunca los vi¨®. "Ni yo, ni nadie", apostill¨®.
En sentido contrario, y respecto a los pagos hechos por Filesa a empresas proveedoras como Hauser y Menet, Producciones Dobbs o El Viso Publicidad, el contable dijo que Filesa a estas empresas nunca les encarg¨® nada. Preguntado por qu¨¦ sab¨ªa que Filesa hab¨ªa pagado facturas por servicios inexistentes, Van Schowen concret¨®: "Porque yo estaba al cargo. La contabilizaci¨®n la hice yo".
Seg¨²n su versi¨®n, fue necesario rescatar de la imprenta los libros de contabilidad para hacer desaparecer las facturas del alquiler de la sede del PSOE en la madrile?a calle de Gobelas, que hab¨ªan sido pagadas por una empresa de Aida ?lvarez, seg¨²n dijo, porque hab¨ªa "una clara intenci¨®n de ocultar".
Sin embargo, en la sesi¨®n de la tarde, el abogado Juli¨¢n P¨¦rez Templado le hizo repasar apunte por apunte hasta poner de relieve que en los libros hab¨ªa asientos correlativos que aparec¨ªan dispersos y sobre los que Van Schowen no supo dar una explicaci¨®n convincente. Tambi¨¦n se contradijo al negar que hubiese hecho asientos en contrario como m¨¦todo para anular un asiento anterior, a lo que P¨¦rez Templado le record¨® que en la documentaci¨®n de Filesa s¨ª se hab¨ªa hecho y as¨ª aparec¨ªa en los libros. El contable trat¨® de evadirse: "Aqu¨ª hay muchas cosas que no son habituales", aleg¨®.
Sin embargo, a preguntas del siguiente abogado, Francesc Jofresa, que defiende al presidente de Enasa, Van Schowen tuvo que admitir que no estaba en posesi¨®n del pomposo t¨ªtulo de "contador" que se hab¨ªa atribuido durante toda la jornada, y que en realidad s¨®lo ten¨ªa el "oficio de contable". El mismo letrado le hizo confesar que utilizaba tarjetas de "director cornercial" de Time Export cuando en realidad era un empleado de la firma, que empez¨® cobrando 30.000 pesetas y cuando abandon¨® el trabajo ganaba 89.000 pesetas.
A preguntas del acusador del Partido, Popular, en la sesi¨®n de la ma?ana, Van Schowen dijo que Oliver¨® le expuls¨® de Time Export y se neg¨® a pagarle sus trabajos sobre contenedores. Agreg¨® que posteriormente le enviaron a la polic¨ªa para que comprobase su situaci¨®n en Espa?a, por un "chivatazo" de Carlos Navarro y Luis Oliver¨®, y que despu¨¦s le ofrecieron pagarle lo que ped¨ªa, siempre que se fuera de Espa?a.
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