La incertidumbre pol¨ªtica regresa a Italia tras la negativa de los comunistas a apoyar al Gobierno
La crisis de gobierno "m¨¢s loca de la -historia" seg¨²n el primer ministro Romano Prodi, y tambi¨¦n la m¨¢s anunciada, estall¨® ayer finalmente, en Italia, ante los ojos at¨®nitos del pa¨ªs. La ruptura entre el Ejecutivo y los neocomunistas qued¨® formalizada en el Parlamento cuando el l¨ªder de Refundaci¨®n Comunista, Fausto Bertinotti, repiti¨® su negativa a apoyar la ley de Presupuestos de 1998. Previamente, Prodi hab¨ªa expuesto ante la C¨¢mara las l¨ªneas maestras de la ley, incluyendo algunas de las propuestas reclamadas por Refundaci¨®n. Pero no bast¨®. La incertidumbre pol¨ªtica regresa as¨ª a Italia tras a?o y medio de Gobierno del Olivo y en un momento cr¨ªtico, cuando la naci¨®n se juega su incorporaci¨®n a la uni¨®n monetaria europea.
La ¨²nica pista sobre el desenlace que puede tener esta nueva crisis de gobierno la dio ayer Massimo D'Alema, secretario general del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS). La confusi¨®n es total sobre el alcance de la crisis y su duraci¨®n. Tras hacer un detallado c¨®mputo de los logros del Gobierno del Olivo, D'Alema se comprometi¨® a seguir adelante por ese camino, recurriendo si es necesario, dijo, "al electorado italiano". Una opci¨®n mencionada antes siquiera de que Prodi pronunciara la palabra dimisi¨®n y mientras el propio Bertinotti, al final de su intervenci¨®n, volv¨ªa a reclamar al Gobierno que adoptara "aunque sea una sola" de las propuestas presentadas por la directiva neocomunista.Lo cierto es que el Gobierno hab¨ªa incluido al menos dos de las medidas exigidas por Refundaci¨®n Comunista. En su intervenci¨®n, Prodi mencion¨® la decisi¨®n del Ejecutivo de preparar una ley con incentivos fiscales que permita un acuerdo de reducci¨®n de la jornada laboral a la hora de formalizarse los contratos de trabajo. Una ley similar, dijo, a la que preparan otros pa¨ªses europeos. Tambi¨¦n se refiri¨® el primer ministro largamente -hasta el punto de provocar una sonrisa ir¨®nica en los rostros de los diputados de la oposici¨®n- a la reconversi¨®n del Iri -el instituto que controlaba las empresas p¨²blicas ahora en v¨ªas de extinci¨®n- en "una gran agencia" para promover la ocupaci¨®n en el Sur de Italia. Pero en ninguno de los dos casos, la formulaci¨®n, a los ojos de Bertinotti, fue correcta.
Prodi, que hoy se entrevistar¨¢ con el presidente Oscar Luigi Scalfaro, pas¨® revista a los sacrificios hechos "por todos los italianos" y a las proezas econ¨®micas de un Gobierno que ha dominado el d¨¦ficit -ha pasado del 7% al casi 3%-, controlado la inflaci¨®n, y saneado las finanzas p¨²blicas, colocando a Italia en el camino seguro de la uni¨®n monetaria europea. Por todas estas razones, el primer ministro advirti¨®, a los neocomunistas, "el pa¨ªs no comprender¨¢ el abandono de- esta pol¨ªtica para lanzamos derechos a la inestabilidad". Especialmente cuando, record¨® Prodi, esta fuerza de la mayor¨ªa "otorg¨® en su d¨ªa su confianza al Gobierno".
Su intervenci¨®n provoc¨® una ensordecedora salva de aplausos en el hemiciclo, pero en las filas ocupadas por Refundaci¨®n Comunista nadie se movi¨®. Era el preludio de la ruptura. La respuesta de Fausto Bertinotti, que representa a un grupo parlamentario de 34 diputados, fue directa y rotunda, aunque prevaleci¨® la ret¨®rica mitinera. Bertinotti lament¨® tener que decir no a la ley de Presupuestos, pero la falta "de soluciones" en la intervenci¨®n de Prodi le obligaba a ello. "Hubi¨¦ramos querido decir s¨ª a esta ley", se?al¨®, "como hubi¨¦ramos querido decirle a los enfermos cr¨®nicos que no van a tener que pagar por la asistencia sanitaria que reciben; como hubi¨¦ramos querido decirles a los obreros que han pasado 36 a?os trabajando, que pueden jubilarse con tranquilidad". El l¨ªder de Refundaci¨®n Comunista hizo hincapi¨¦ en que el tema de Europa "se ha instrumentalizado" miserablemente en el debate.
Convidado de piedra
Un debate que s¨®lo parec¨ªa interesar a los partidos que integran la mayor¨ªa gubernamental, aunque, como en el caso de Refundaci¨®n Comunista, no est¨¦n todos en el Gobierno. La oposici¨®n pareci¨® en todo momento el convidado de piedra, y en ocasiones, como durante la intervenci¨®n del l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, una visita procedente de otra galaxia.Durante m¨¢s de seis horas se sucedieron las intervenciones de todos los l¨ªderes parlamentarios, empezando con la del propio primer ministro, pero al terminar, y pese a la magnitud de lo escuchado -la negativa de los neocomunistas a seguir apoyando al Gobierno-, nadie parec¨ªa saber lo que hab¨ªa ocurrido. Silvio Berlusconi, l¨ªder de Fuerza Italia, reclam¨®, casi mec¨¢nicamente, la dimisi¨®n de Romano Prodi, mientras la verdadera pol¨¦mica acalorada se desataba entre el l¨ªder del partido Popular, Franco Marini (que integra la coalici¨®n gubernamental), y el de Refundaci¨®n Comunista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.