"En Madrid faltan estudios asequibles para artistas j¨®venes"
La primera vez que Pablo Genov¨¦s (Madrid, 1959) hizo una foto fue para reproducir un cuadro de su padre, el pintor Juan Genov¨¦s. A los 18 a?os empez¨® a trabajar en la fotograf¨ªa publicitaria, y un lustro despu¨¦s parti¨® a Londres. All¨ª empez¨® a picarle un gusanillo que le hizo pasar de la reproducci¨®n a la creaci¨®n, a la invenci¨®n. Juega con la fotograf¨ªa hist¨®rica, la utiliza como difusora de arte, la hace propia por la v¨ªa de la transformaci¨®n e introduce la pintura con t¨¦cnicas de ordenador. El producto final es un cibachrome que expresa reflexi¨®n y pensamiento con un origen en el pasado que se convierte en actualidad.No para de viajar por Europa y Estados Unidos. All¨ª bebe de las gentes y los paisajes urbanos y rurales. Y cuando regresa a su estudio, montado en la antigua casa de sus abuelos en Aravaca (Madrid), se lanza a soltar todo lo que ha ido acumulando por esos mundos de Dios. El resultado: 7 exposiciones en solitario y 12 colectivas. Si todo va bien, en breve su trabajo volar¨¢ a Par¨ªs.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo adquiere la fotograf¨ªa esa nueva categor¨ªa art¨ªstica?
Respuesta. En los ¨²ltimos 15 a?os ha habido una afluencia de la fotograf¨ªa al mercado del arte muy fuerte. Los soportes son cada vez m¨¢s consistentes, la obra perdura.
P. ?Madrid es una buena ciudad para dar rienda suelta a este tipo de creaci¨®n?
R. En los a?os ochenta hubo una explosi¨®n art¨ªstica muy importante. Pero despu¨¦s vino la crisis, y el arte es el primero que se resiente. Aunque, a decir verdad, en casi ocho a?os de crisis muchas galer¨ªas se han mantenido, adem¨¢s de las salas p¨²blicas. Madrid est¨¢ en cabeza de segunda divisi¨®n; no podemos compararnos con Nueva York, Londres, Par¨ªs o Berl¨ªn, pero aqu¨ª tenemos un mercado que se mueve y resiste las crisis.
P. ?Es f¨¢cil exponer aqu¨ª?
R. Me sabe mal que sea Arco la muestra principal del arte. Echo de menos exposiciones tem¨¢ticas donde mostrar nuevas ideas. Pero Madrid tiene un mundo cultural nutrido y amplio.
P. ?No le aleja de la realidad urbana y lo que ¨¦sta puede aportarle vivir en Aravaca?
R. Los precios de alquiler de un estudio en el centro son desorbitados. Cada vez m¨¢s los artistas pl¨¢sticos tendemos a vivir en las afueras... No tenemos espacio. Pero, por otra parte, no podemos aislarnos, necesitamos vinculamos a las galer¨ªas, estar en contacto con los dem¨¢s. En Madrid falta una pol¨ªtica del Ayuntamiento y de la Comunidad que permita convertir f¨¢bricas abandonadas en estudios a precios asequibles. En Londres o Nueva York las asociaciones de artistas alquilan locales en condiciones aceptables; los tabican y los alquilan como estudios. En Madrid tenemos dos asociaciones pero no hemos sido capaces de organizarnos bien.
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