147 a?os despu¨¦s
Han pasado 147 a?os y la historia se repite. Ya tuvo el Real otra inauguraci¨®n grandiosa y estelar con reyes incluidos el 19 de noviembre de. 1850. Entonces hubo unas reventas brutales. Se lleg¨® a pagar la desorbitante cifra de 320 reales por una entrada que s¨®lo val¨ªa 24.Anoche los 1.650 asistentes acudieron todos por rigurosa y seleccionad¨ªsima invitaci¨®n personal. Como en la obra del reciente premio Nobel Dario Fo Aqu¨ª no paga nadie.
En la apertura del siglo pasado, la fila de coches de carruaje que poco antes de las nueve de la noche, hora de la inaguraci¨®n, intentaban acceder al teatro llegaba a la Puerta del Sol. Anoche tan s¨®lo hab¨ªa un fenomenal atasco que, en cualquier caso, viene siendo habitual en esta calle todos los s¨¢bados a esa hora.
Aquel d¨ªa de 1850, llov¨ªa y la jornada estaba desapacible. Ayer el d¨ªa fue casi veraniego y luminosamente soleado, lo que provoc¨® que muchas se?oras tuvieran que dar un nuevo rumbo a su vestuario. La reina Isabel II acudi¨® con un traje color ca?a y adorno de cintas de raso blanco. Ayer, do?a Sof¨ªa luc¨ªa un sencillo traje de seda en un amarillo Par¨ªs con el cuerpo superior de encaje.
En la primera inauguraci¨®n, las se?oras iban peinadas con band¨®s a lo Fuoco y guantes de rigor, color paja. Los hombres se rizaban el pelo y los j¨®venes ten¨ªan los dedos llenos de sortijas, tal y como rese?a Joaqu¨ªn Turina G¨®mez en, las profundas investigaciones hechas acerca de esta jornada en su recientemente editada Histor¨ªa del Teatro Real (Alianza Editorial). Ayer, mucha melena lisa, mucho peinado sencillo y tan s¨®lo alg¨²n cardado con exceso de laca, s¨®lo en las se?oras. En los caballeros, cabellos que delataban cortes recientes.
En 1850, la jornada acab¨® a la una y media de la madrugada con ¨¦xito brillante y a la salida hubo. un descomunal atasco. Anoche, se repiti¨® el descomunal atasco y se auguraba que la velada se prolongar¨ªa hasta la madrugada, ya que, despu¨¦s de la solemne inauguraci¨®n, se ofrec¨ªa una fiesta.
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