Los nietos de Indurain saltan a la palestra
El c¨¢ntabro ?scar Frefte, medalla de plataen la carrera de aficionados
Un estudiante de metal de 21 a?os concedi¨® ayer a Espa?a la posibilidad de seguir so?ando con su ciclismo. El c¨¢ntabro de Torrelavega Oscar Freire consigui¨® la medalla de plata del Mundial sub 23 (aficionados) coronando al sprint una carrera espl¨¦ndida de todos sus compa?eros de selecci¨®n -Mancebo, Eladio Jim¨¦nez, Requejo y Zubeldia-, que convirtieron los 162 kil¨®metros en un feroz y veloz (43 kil¨®metros por hora de media) duelo con el potent¨ªsimo equipo italiano. El desenlace final fue el de una loter¨ªa -casi 60 al sprint- que conden¨® a los italianos y favoreci¨® al noruego Kurt Asle Arvesen (oro) y al austr¨ªaco Gerrit Clorriser (bronce).Les llamaban ya, all¨ª por 1994, los nietos de Indur¨¢in. Eran tambi¨¦n la quinta de Morr¨¢s o el grupo de Quito. Son, en todo caso, una de las generaciones de j¨®venes m¨¢s brillantes que ha propuesto el ciclismo espa?ol. Gente que hac¨ªa crecer la ilusi¨®n a su lado cuando ten¨ªan 18 a?os y que persisten en su actitud a los 21. En la capital ecuatoriana, hace tres a?os, el navarro Miguel Morr¨¢s ganaba el Mundial j¨²nior y el mirobriguense Eladio Jim¨¦nez era bronce. Por all¨ª andaba tambi¨¦n el abulense de Navaluenga Francisco Mancebo. Morr¨¢s se hizo profesional con la ONCE a los 19 a?os y lleva dos sufriendo la adaptaci¨®n. Mientras, Jim¨¦nez y Mancebo continuaron creciendo poco a poco en el Banesto aficionado. Freire, el hombre del d¨ªa, sufr¨ªa por su parte el aislamiento del ciclismo c¨¢ntabro. El Mundial de ayer era el de su debut con la selecci¨®n espa?ola, pero a ¨¦l lleg¨® con la convicci¨®n de los ganadores, rodeado de toda su familia -fan¨¢ticos del ciclismo- de todos los directores de equipo que ha tenido desde cadete hasta aficionado. Y tambi¨¦n de su futuro director en profesionales, Javier M¨ªnguez, del Vitalicio.
La t¨¢ctica espa?ola era bien clara y constructiva. Se trataba de que. Mancebo y Eladio, los dos de m¨¢s clase para romper el pelot¨®n, forzaran, buscando el corte, en cada subida al repecho de Oriamendi, el punto clave del circuito. La teor¨ªa dec¨ªa que si se produc¨ªa un corte en el que entraran alg¨²n espa?ol y alg¨²n italiano la cosa funcionar¨ªa. Pero no funcion¨®. Sencillamente la teor¨ªa choc¨® con la t¨¢ctica clara, pero destructiva y cobarde, de los italianos. Parec¨ªa que s¨®lo les serv¨ªa un corte en que ellos fueran mayor¨ªa.
Los italianos decidieron que se la jugar¨ªan al sprint. Eran mayor¨ªa para la preparaci¨®n del final y sus c¨¢lculos no admit¨ªan la sorpresa. Pero el sprint no fue de esos cl¨¢sicos y ordenados. La estrechez de la llegada favoreci¨® antes a los habilidosos y bien colocados que a los m¨¢s fuertes o r¨¢pidos. Favoreci¨® a un noruego. Y a un c¨¢ntabro que logr¨® salir del encerramiento para remontar a lo menos 12 rivales en los ¨²ltimos 100 metros. Le falt¨® s¨®lo uno. "Y si la carrera tiene 100 metros m¨¢s, tambi¨¦n le supero". Habr¨¢ que creerle., Freire tiene madera.
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