Mariano Gista¨ªn debuta con una novela futurista
Un mundo donde los cuerpos no se mueren, sino que se compran y se venden, los parientes fallecidos se pueden reproducir mediante hologramas y de las neuronas hacer crecer seres humanos: es el entorno del / la protagonista de La mala conciencia, la primera novela del periodista Mariano Gista¨ªn (Barbastro, 1958), que ha publicado Anagrama. Despu¨¦s de asesinar a su esposa, un hombre termina embutido en un cuerpo de femme fatale, del que todo el mundo se enamora irremisiblemente, hasta degenerar en un cerebro que va contando la extinci¨®n de sus propias neuronas. "No es tan irreal como parece", opina Gista¨ªn; "al fin y al cabo, en Am¨¦rica acaban de hacer p¨²blico el caso de unos presos a los que manipulaban el cerebro. S¨®lo es cuesti¨®n de tiempo.Gista¨ªn, que tiene publicado el libro de relatos El polvo del siglo, no cree que el libro contenga una cr¨ªtica a la sociedad que entroniza la imagen: "No lo hab¨ªa pensado. De hecho, no estoy muy seguro de lo que he querido decir con el libro, aunque algo de mala conciencia propia s¨ª que debe haber, pues es evidente, que todo lo que hacemos es autobiogr¨¢fico". De lo que estaba seguro durante los dos a?os que ha tardado en, hacerlo era que quer¨ªa publicar en Anagrama: "Era mi sueno desde hac¨ªa mucho tiempo. En esta colecci¨®n he encontrado mis mejores lecturas, de Charles Bukowski a Francisco Umbral, y por eso me hace m¨¢s ilusi¨®n que si me hubiesen dado el Premio Nobel".
Tanto la obra como cada uno de los cap¨ªtulos se abren con sendas citas de lo que Gista¨ªn llama sus "amiguetes": ?lex de la Iglesia, Javier Tomeo, David Trueba, Jos¨¦ Antonio Labordeta, Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n... Aunque la novela est¨¢ dedicada a Luis Bu?uel y Sof¨ªa Loren, el autor confiesa no ir mucho al cine: "Me cuesta salir de casa, pero lo que hago es tragarme mucha televisi¨®n". El dibujo que ilustra la portada (firmado con el seud¨®nimo M¨®nica y Beatriz) es obra de Santiago Segura, quien, en palabras de Gista¨ªn, "encontr¨® el libro cojonudo, aunque se qued¨® algo preocupado por eso de que el protagonista se transforme en una mujer".
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