Las gamberradas del clima

El domingo 20 de abril de 1997, este peri¨®dico titulaba as¨ª un reportaje: Marzo mayea y la naturaleza se vuelve loca. Antes de aquel marzo tan caluroso y seco, Espa?a conoci¨® uno de los inviernos con los peores temporales del siglo; despu¨¦s, mayo marce¨®, el verano se enfri¨® y el oto?o se llenaba de mangas cortas y toldos en las terrazas mientras en Alicante navegaban en barcas por las calles. Ahora se avecinan d¨ªas de fr¨ªo invernal. Los meteor¨®logos corroboran que estamos ante uno de los a?os m¨¢s at¨ªpicos de la historia.Entre las posibles causas, los cient¨ªficos aventuran lo que se conoce como El Ni?o, un calentamiento anormal de las aguas del Pac¨ªfico. "Pero no existe ninguna ley f¨ªsica que lo demuestre", aclara Carlos Marzal, jefe del servicio de Climatolog¨ªa del Instituto de Meteorolog¨ªa.

?stas son algunas de las rarezas del 97.

Golondrinas triplicadas. Guillermo Budi?o, observador del Instituto Meteorol¨®gico, asegura que el verano ha sido tan lluvioso en la comarca de La Limea (Orense) que por primera vez en muchos a?os no se han regado ni en julio ni en agosto sus patatales. Y desde el 15 de junio al 15 de julio volvieron las golondrinas de todos los a?os, pero multiplicadas por tres.

Trigo estropeado. Jos¨¦ Gil Sanz, observador en la comarca del Duero segoviana, se?ala que en mayo se helaron el manzano, el cerezo, el ciruelo y el vi?edo. Y en el verano, como llovi¨® casi todos los d¨ªas, el trigo se estrope¨®.

Cerezos tard¨ªos. En el valle del Jerte, los cient¨ªficos no dejan de estudiar los cerezos. Este a?o, en vez de florecer por marzo, se han hecho de rogar hasta... ?agosto!. Y el verano ha sido tan lluvioso que apenas nadie os¨® ba?arse en el Jerte (C¨¢ceres).

Setas locas. Estos d¨ªas se ven especies de setas que normalmente no aparecen hasta diciembre. La angula de campo, que se a menudo a partir de Navidad, se ha encontrado en Burgos en agosto, seg¨²n Francisco Rodr¨ªguez Amor, secretario de la Asociaci¨®n Micol¨®gica, inform¨® ayer Europa Press.

Moscas eternas. "Hemos tenido moscas todo el a?o", se?alaba en marzo Jes¨²s Ca?as Jim¨¦nez, guarda forestal y colaborador del Instituto en el pueblo c¨¢ntabro de Ter¨¢n. Y eso no es nada normal.

Las primeras cig¨¹e?as. Alejandro Garc¨ªa Orellana no vio en sus 40 a?os de colaboraci¨®n con el Instituto ninguna cig¨¹e?a que anidara antes de finales de enero en Puebla de Sanco P¨¦rez (Badajoz). Este a?o la primera lleg¨® el 28 de noviembre.

El primer canto del cuco. Se oy¨® en Extremadura el 12 de marzo, con m¨¢s de un mes de antelaci¨®n.

El verano, entre los cinco m¨¢s fr¨ªos del siglo. S¨®lo superado por los de 1912, 1927, 1932 y 1977.

El marzo m¨¢s seco. Hace m¨¢s de cien a?os que el Instituto realiza mediciones y jam¨¢s registr¨® un marzo tan caluroso y seco.

200.000 rayos en julio. El r¨¦cord hasta 1997 se situaba en 150.000 en ese mes. La descarga dej¨® en Madrid a 30.000 personas sin electricidad, a Barajas sin radares, a pastores sin reba?os y a dos personas sin vida.

?Est¨¢ cambiando el clima en Espa?a? S¨ª, pero no son todos estos fen¨®menos citados los que nos informan del cambio. Luis Balairon, jefe del Servicio de Investigaciones del Clima, opina que el cambio se debe al calentamiento de la Tierra, en los ¨²ltimos cien a?os, de siete d¨¦cimas de grado. Pero los fen¨®menos extremos s¨®lo se pueden valorar con perspectiva cient¨ªfica, y eso en este caso significa esperar m¨¢s de 100 a?os.