"El caos se necesita tanto como el orden"

Si una estrella de ¨®rbita conocida deambulara por las inmediaciones de dos agujeros negros, ?ser¨ªa posible predecir por cu¨¢l de ellos ser¨ªa engullida? No. Unas veces la estrella caer¨ªa en uno, otras en el otro y tal vez hasta se librara de ese destino fatal siguiendo de largo; no se puede saber qu¨¦ pasar¨ªa porque la trayectoria de un astro en esas condiciones se vuelve ca¨®tica. El astrof¨ªsico griego de 69 a?os George Contopoulos utiliza este problema -al que se enfrent¨® en su d¨ªa animado por el Nobel de F¨ªsica Chandrasekhar- para ilustrar el papel del caos en el universo: "Se necesita tanto como el orden. Es clave para que las galaxias adquieran su forma, para la vida y hasta para el funcionamiento del cuerpo humano", dijo en la conferencia Orden y caos que pronunci¨® recientemente en Madrid, organizada por la Fundaci¨®n BBV.Contopuolos, ex director del Observatorio Nacional de Grecia y miembro de la Academia de Atenas, ha sido profesor en numerosas universidades estadounidenses, y ahora, ya retirado, sigue si¨¦ndolo en la Universidad de Atenas. Cuando empez¨® su carrera no se hab¨ªa lanzado a¨²n ning¨²n sat¨¦lite artificial, pero para ¨¦l estaba claro desde entonces que un instrumento como el telescopio espacial Hubble acabar¨ªa existiendo antes o despu¨¦s: "Era el paso l¨®gico, como ahora deber¨ªa serlo el instalar un telescopio en el lugar ideal para la observaci¨®n, que es la Luna".

Este astrof¨ªsico ha estudiado a lo largo de su carrera, y ha escrito al respecto varios libros, c¨®mo se forman las galaxias, por qu¨¦ acaban siendo esf¨¦ricas o espirales y c¨®mo se mueve la materia que las forma, pero en los ¨²ltimos a?os su inter¨¦s se ha vuelto hacia la cosmolog¨ªa y el an¨¢lisis de los fen¨®menos ca¨®ticos.

La teor¨ªa del caos, afirma,

est¨¢ hoy bien consolidada y es muy ¨²til para la astrof¨ªsica. Sus inicios son de hace un siglo, pero las grandes computadoras actuales son las que han permitido que progrese". Lo primero que explica Contopoulos es que el caos no es, ni mucho menos, puro desorden: "No tiene nada que ver con la aleatoriedad.

Aparece en sistemas regidos por leyes naturales estrictas cuando tales sistemas son inestables".Inestables quiere decir que s¨®lo una variaci¨®n min¨²scula en las condiciones iniciales de esos sistemas acabar¨ªa provocando alteraciones tan grandes que ser¨ªa imposible predecirlas.As¨ª ocurre, por ejemplo, con la ¨®rbita "ligeramente ca¨®tica" del planeta Mercurio, el m¨¢s cercano al Sol: "Ahora se sabe que ese comportamiento ca¨®tico lo llevar¨¢ probablemente a caer sobre el Sol o a escaparse del sistema solar dentro de unos 3.500 millones de a?os", explica Contopoulos. Y en el caso de un objeto girando alrededor de dos agujeros negros fijos, afirma este astrof¨ªsico, pasa algo similar: una desviaci¨®n peque?¨ªsima basta para cambiar la ¨®rbita, con lo que es imposible predecir el destino del objeto.

El cuerpo humano tambi¨¦n est¨¢ lleno de ejemplos con los que explicar la utilidad del caos. Si el coraz¨®n latiera con la exactitud de un cron¨®metro suizo, dice Contopoulos, no podr¨ªa afrontar sustos, ni f¨ªsicos ni emocionales; "un coraz¨®n con un ritmo muy regular ser¨ªa incapaz de ajustarse a los cambios. Ser¨ªa muy peligroso para la persona".

0 los pulmones: gracias a que su forma interior es un fractal -figuras matem¨¢ticas construidas a partir de una misma estructura original que se repite-, "su superficie interna es mil veces mayor que la del pecho, y permite que mucha m¨¢s sangre entre en contacto con el ox¨ªgeno".

Y Contopuolos aplica el caos adem¨¢s a la cosmolog¨ªa. ?l, convencido de que "la teor¨ªa de la gran explosi¨®n, como marco general, est¨¢ bien consolidada por las observaciones", trabaja en un "modelo especial del universo" llamado "universo ca¨®tico". "En la mayor¨ªa de los modelos de universo existe una expansi¨®n uniforme en todas direcciones. Cualquier desviaci¨®n de esta ley es peque?a. Pero al comienzo del universo puede que las desviaciones fueran relativamente importantes".

Seg¨²n esta hip¨®tesis, "no aceptada de forma general", reconoce, en las primeras fracciones del primer segundo de vida del universo, antes de que iniciara el proceso de expansi¨®n que hoy se constata, pudo haber expansi¨®n y contracci¨®n de modo simult¨¢neo.