Los camioneros franceses en huelga inician el bloqueo de los principales pasos fronterizos

El anunciado bloqueo de los puntos estrat¨¦gicos de las carreteras francesas y de los dep¨®sitos de carburantes empez¨® a materializarse ayer por la tarde, varias horas antes de que expirara el ultim¨¢tum de las diez de la noche fijado por los propios sindicatos de camioneros. En la regi¨®n de Aquitania, en el sur del pa¨ªs, las asambleas de trabajadores se fijaron como objetivo el cierre a los camiones de los principales pasos fronterizos. Los gendarmes franceses intervinieron durante la noche en el paso de Biraitou, en la frontera de Ir¨²n, para dispersar a una decena de huelguistas.

El texto del preacuerdo que hab¨ªan alcanzado a las cinco de la ma?ana de ayer en el Ministerio de Transportes la mayor¨ªa de los representantes de los trabajadores y la organizaci¨®n patronal minoritaria fue quemado sin contemplaciones en algunas de las hogueras con que los piquetes de huelguistas m¨¢s madrugadores se defend¨ªan del fr¨ªo a ¨²ltima hora de la tarde.Mientras miles de automovilistas franceses cruzaban la frontera belga para hacer acopio de gasolina, los sindicatos celebraban una ¨²ltima reuni¨®n para tratar de encauzar un movimiento huelgu¨ªstico que parece haberles desbordado.

Aunque la amplitud, profundidad y duraci¨®n de las acciones de bloqueo de la rutas, las fronteras, los dep¨®sitos de combustibles, las ¨¢reas industriales o las grandes empresas est¨¢ por determinar, dada la divisi¨®n sindical, todo hace suponer que los preacuerdos y la intervenci¨®n gubernamental llegaron tarde para un sector sumamente irritado, que no cree ya en la palabra de los empresarios.

A medida que transcurr¨ªa la tarde, las concentraciones de veh¨ªculos de gran tonelaje en puntos estrat¨¦gicos de la geograf¨ªa fue cubriendo progresivamente el mapa de Francia. En la primera hora de la huelga, un centenar de gendarmes dispers¨® a una decena de huelguistas en el lado franc¨¦s de la frontera franco espa?ola de Biriatou-Ir¨²n. El piquete intentaba impedir la circulaci¨®n de unos 300 camiones. En el paso de la Jonquera la situaci¨®n era de normalidad.

En Calais, al norte del pa¨ªs, decenas de huelguistas montaron una barricada en la terminal de transbordadores que enlaza el puerto franc¨¦s con el Reino Unido. Cerca de Estrasburgo, varios camioneros formaron una barrera con sus veh¨ªculos particulares en las inmediaciones del Puente de Europa para impedir el tr¨¢nsito por la frontera germano francesa de KehI.

Camioneros extranjeros, algunos espa?oles, y ciudadanos franceses, compart¨ªan anoche id¨¦ntica indignaci¨®n en las colas. "Hab¨ªan dicho a las 10 de la noche. ?Qu¨¦ hacen aqu¨ª cerr¨¢ndonos el paso a las cinco de la tarde?", se lamentaba un espa?ol. Dispuestos para una batalla que sus representantes sindicales les anunciaron "dura y prolongada", bien pertrechados, con hornillos a gas, estufas, frigor¨ªficos y televisi¨®n, los camioneros parec¨ªan anoche dispuestos a todo.

"Podemos aguantar hasta que los patronos quieran, hasta Navidades, si es preciso", se jact¨® ante las c¨¢maras de la televisi¨®n uno de los integrantes de los piquetes de Fuerza Obrera (FO). El movimiento de huelga empez¨® a desplegarse tras un preacuerdo suscrito, con mayor o menor ¨¦nfasis, por la totalidad de las fuerzas sindicales, excepci¨®n hecha de la CGT, la central comunista.

El protocolo de acuerdo con la patronal UNOSTRA, que agrupa a un 20% de los empresarios, fijaba aumentos salariales inmediatos del 4% y el 5%, seg¨²n las categor¨ªas, y el pago, a partir de julio del a?o 2000, de los 10.000 francos (250.000 pesetas) de salario m¨ªnimo mensual bruto que constituyen el n¨²cleo central de las reclamaciones de los trabajadores.

La ausencia en las negociaciones de la principal organizaci¨®n patronal, la UFT, y su posterior negativa a asumir el acuerdo parec¨ªa quedar salvada por el compromiso gubernamental de dar al protocolo la condici¨®n de convenio de obligado cumplimiento por todas las empresas del sector. Pese a su rechazo del protocolo, los m¨¢ximos representantes de la UFT se mostraron ayer tarde dispuestos a asumirlo en el caso de que les sea impuesto por ley.