90 a?os de c¨¢rcel para la pareja que asesin¨® a un joyero y troce¨® su cuerpo en 30 partes
Penas m¨¢ximas. La Audiencia de Madrid ha condenado a la pareja argentina formada por Alcira Susana Calvito y Jos¨¦ Roberto Morales a un total de 90 a?os de c¨¢rcel -45 para cada uno- como autores del secuestro, asesinato y descuartizamiento del joyero madrile?o Andr¨¦s Crespo, en abril de 1995. El tribunal, bas¨¢ndose en los informes de los peritos, concluye que el joyero estaba "inconsciente, pero vivo", cuando sus secuestradores comenzaron, por el cuello, a trocear su cuerpo. Casi hicieron filetes con el cad¨¢ver, que dividieron en 30 partes.
Un macabro desmembramiento humano inaudito en Espa?a, seg¨²n explic¨® en el juicio un forense. El acusado explic¨® que, de peque?o, practicaba caza mayor y descuartizaba personalmente las piezas.Otra de las dudas suscitadas durante la vista oral, celebrada en la Secci¨®n 16 de la Audiencia bajo la presidencia de Miguel Hidalgo, fue el grado de intervenci¨®n en el crimen de Alcira Susana. Ella vino a decir que Jos¨¦ Roberto la sorprendi¨® con el joyero en la cama, desnudos, y que, enfurecido, golpe¨® a la v¨ªctima. Y que supo que Crespo estaba muerto y descuartizado al d¨ªa siguiente. "Tras la pelea entre ambos, me tom¨¦ unos tranquilizantes y despert¨¦ al d¨ªa siguiente", se?al¨®. El tribunal no la cree. Es m¨¢s, asegura que ella particip¨® activamente en el crimen. "Fue el gancho", y quien llev¨® "la voz cantante".
El tribunal considera probado que, el 12 abril de 1995, Jos¨¦ Roberto y Alcira urdieron un plan para remediar "la mala situaci¨®n econ¨®mica que atravesaban". Un plan que consist¨ªa en secuestrar y "hacer desaparecer" a Andr¨¦s Crespo, director comercial de una empresa de alta bisuter¨ªa. Le conoc¨ªan de vista. Tuvieron un negocio, que se fue al traste, al lado de la empresa de la v¨ªctima. Seg¨²n el tribunal, sobre la medianoche de ese d¨ªa, Alcira contact¨® con Crespo para hablar de negocios en una cafeter¨ªa madrile?a. Ambos se desplazaron luego, en el veh¨ªculo de la v¨ªctima, al chal¨¦ en el que Alcira resid¨ªa junto con Jos¨¦ Roberto, en Soto de la Moraleja.
Una vez all¨ª, seg¨²n el tribunal, apareci¨® Jos¨¦ Roberto, quien les hall¨® desnudos sobre la cama. Todo formaba parte del montaje, seg¨²n el tribunal. Los dos acusados exigieron entonces a Andr¨¦s Crespo que les entregara su tarjeta de cr¨¦dito y les facilitara su n¨²mero personal. Ella se desplaz¨® a Madrid y sac¨® 30.000 pesetas. Les pareci¨® poco dinero y, sobre las 3.40 horas, le obligaron a telefonear a su hermana Eufemia para indicarle que estaba secuestrado. Poco despu¨¦s, volvi¨® a telefonear Jos¨¦ Roberto, quien exigi¨® un mill¨®n de d¨®lares como rescate. Amenaz¨® con matar a Andr¨¦s Crespo y "extender sus pedazos por todo Madrid" si no pagaban. La intenci¨®n real de los secuestradores era matarle. Tras darle un golpe en la cabeza, explica la Audiencia, le descuartizaron, a¨²n con vida, en una ba?era. Al d¨ªa siguiente enterraron el cad¨¢ver, envuelto en tres bolsas, en un descampado. Tras vigilar una serie de cabinas telef¨®nicas de la capital, desde donde los secuestradores siguieron llamando a la familia para exigir el rescate, la polic¨ªa les detuvo el 19 de abril.
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