Los ¨²ltimos de la mili

EL PARTIDO Popular se present¨® a las ¨²ltimas elecciones generales prometiendo una mili de seis meses y 30.000 pesetas de sueldo para los reclutas. Un a?o y medio despu¨¦s, el servicio militar dura nueve meses y la soldada est¨¢ congelada en 1.500 pesetas. El Gobierno alega que ambas promesas han quedado superadas por un compromiso m¨¢s trascendente: la definitiva profesionalizaci¨®n del Ej¨¦rcito y la consiguiente supresi¨®n del servicio obligatorio en el a?o 2003, fruto del acuerdo con CiU que permiti¨® la investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Es dudoso que este argumento sirva de consuelo a los j¨®venes que mientras tanto deben seguir incorpor¨¢ndose con car¨¢cter forzoso a los cuarteles.El anuncio de que la mili ser¨¢ suprimida a plazo fijo convierte en especialmente necesarios esos incentivos -reducci¨®n a seis meses y mayor sueldo- para los ¨²ltimos j¨®venes obligados a hacerla. La decisi¨®n m¨¢s racional ser¨ªa, si se ha optado por el Ej¨¦rcito profesional, suprimir la mili de forma inmediata -como hizo Francia- para evitar las tensiones sociales que produce una supresi¨®n diferida.

Las medidas adoptadas hasta ahora por el Ministerio de Defensa no van en esta direcci¨®n. Ni parece que haya intenci¨®n de acelerar la implantaci¨®n del servicio profesional, ni se mejoran las condiciones para los llamados de forma obligatoria en este plazo. La reinstauraci¨®n del excedente de cupo, que hoy eximir¨¢ de la mili por sorteo a 16.442 mozos, es una buena noticia para los agraciados, pero agrava el sentimiento de discriminaci¨®n entre la mayor¨ªa.

A nadie puede sorprender que la objeci¨®n de conciencia se haya desbocado y que en octubre se hayan declarado objetores 18.499 j¨®venes: 616 al d¨ªa. Como dijo ante la ponencia parlamentaria el director general de la Objeci¨®n de Conciencia, Carlos Lesmes, "nadie va a querer ser el ¨²ltimo". Mientras tanto, la cifra de aspirantes a soldado profesional no s¨®lo no aumenta, sino que se reduce: este a?o se han presentado 8.300 candidatos menos que en 1996, pese a convocarse 2.800 plazas m¨¢s. La transici¨®n del servicio militar al Ej¨¦rcito profesional es un proceso complejo y arriesgado. Al Gobierno hay que exigirle mucha m¨¢s claridad y rigor del que ha exhibido hasta ahora. Al PSOE, que antes se opon¨ªa a la supresi¨®n de la mili y ahora propone adelantarla al a?o 2000, que no pretenda sacar beneficio partidista de este tema. A CiU, que arranc¨® al PP este compromiso, que se responsabilice tambi¨¦n de que llega a buen fin y no piense que un eventual fiasco no acabar¨¢ salpic¨¢ndole. El fracaso de este importante proyecto no es inevitable, pero es posible. Cada vez hay menos tiempo para evitarlo.