Matanza de turistas en el templo de Luxor
El grupo integrista Gamaa Islamiya se atribuye el atentado que acab¨® con la vida de 57 turistas y 10 egipcios
Al menos 67 personas, incluidos 57 turistas extranjeros, resultaron muertas ayer entre las ruinas de Luxor (alto Egipto) en el atentado m¨¢s sangriento cometido por los extremistas isl¨¢micos desde que en 1992 lanzaron su guerra sin cuartel contra el turismo, la principal fuente de ingresos del pa¨ªs. El grupo terrorista Gamaa Islamiya se responsabiliz¨® una vez m¨¢s de la matanza. Camuflados entre las ruinas, los tacantes esperaban la llegada de los turistas para empezar a disparar sus armas autom¨¢ticas. No fue s¨®lo un tiroteo. Los heridos de bala fueron rematados a cuchillo. El horror se prolong¨® durante 45 minutos. Con las v¨ªctimas de ayer, rondan ya el centenar los turistas extranjeros asesinados en Egipto en los ¨²ltimos cinco a?os.
La matanza se inici¨® pocos minutos antes de las nueve de la ma?ana, cuando una nube de autobuses, con centenares de turistas a bordo, hab¨ªa empezado a llegar al aparcamiento del templo de Hatshepsut. Lo que se anunciaba como una jornada tranquila, sosegada y rutinaria, se convirti¨® en un drama una vez empezaron a sonar los primeros disparos y los primeros turistas, que sub¨ªan por la escalinata del templo, cayeron fulminantemente heridos en el suelo.El estruendo de las r¨¢fagas de las armas autom¨¢ticas, que empu?aban un grupo de islamistas apostados en el interior del complejo, se mezcl¨® con el estallido de unas bombas de fabricaci¨®n casera, que los asaltantes empezaron a arrojar en medio de la explanada. Como si fuera un eco, la agresi¨®n fue inmediatamente contestada por los polic¨ªas y soldados, apostados en los alrededores y dentro del recinto, mientras trataban por todos los medios de identificar y situar el lugar donde se encontraban agazapados cada uno de los atacantes.
Durante m¨¢s de una hora, la explanada del templo de Hatshepsut, tres veces milenario, se converti¨® en un verdadero campo de batalla, en el que se mezclaban el ruido de las armas de fuego, los lamentos de los heridos y el vocer¨ªo de los supervivientes, que corr¨ªan despavoridos, tratando de buscar abrigo detr¨¢s de las columnas o simplemente agazap¨¢ndose en el suelo.
Rematados y mutilados
Cuando todo parec¨ªa acabado y las armas se callaron, un grupo de atacantes se lanz¨® sobre los cuerpos de sus v¨ªctimas para rematarlos y mutilarlos. Minutos m¨¢s tarde, una vez acabado con este rito salvaje y sangriento y como si todo estuviera perfectamente planificado, los islamistas se dirigieron hacia el interior de uno de los autobuses, aparcados en la explanada, con la intenci¨®n de huir a bordo de ¨¦l.Primero dispararon sobre su conductor, despu¨¦s lo hicieron sobre un grupo de turistas ancianos, que hab¨ªan encontrado refugio en el interior del veh¨ªculo. Finalmente, lograron poner el autob¨²s en marcha y trataron de alcanzar una carretera cercana para escapar. Hab¨ªa empezado la huida. Pero s¨®lo dur¨® algunos minutos, lo suficiente, para llegar a unas ruinas pr¨®ximas, el templo de Maharib, donde la polic¨ªa interrumpi¨® a tiros su marcha, oblig¨® a detener el veh¨ªculo y abati¨® a seis de los miembros del comando islamista, mientras el resto segu¨ªa una loca carrera a pie, para esconderse al parecer en el interior de unos restos arqueol¨®gicos funerarios.
Aunque el informe oficial del Ministerio egipcio de Interior cifr¨® en 67 el n¨²mero de muertos, de los que 57 eran turistas suizos (43), japoneses (10) y brit¨¢nicos (4), fuentes hospitalarias y policiales elevaban esas cifras a 78 y 69, respectivamente. La Embajada de Alemania en El Cairo aseguraba anoche que entre las v¨ªctimas hab¨ªa al menos cuatro muertos de esa nacionalidad, y la Embajada brit¨¢nica elevaba hasta seis el n¨²mero de sus nacionales muertos en el atentado. Entre los egipcios fallecidos se hallaban un gu¨ªa tur¨ªstico, tres polic¨ªas y seis de los terroristas. Adem¨¢s, hay que a?adir 85 heridos, 24 muy graves.
Las autoridades establecieron ayer un puente a¨¦reo entre Luxor y El Cairo, donde trasladaron a la mayor¨ªa de los heridos graves. La operaci¨®n estuvo coordinada por los ministros de Sanidad y del Interior, que se desplazaron al lugar de los hechos, mientras en la capital, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, reun¨ªa un Gabinete permanente de crisis, y exig¨ªa que en un plazo de 24 horas hubiera sobre su mesa un detallado informe sobre lo sucedido.
Anoche Luxor permanec¨ªa a¨²n con las heridas abiertas. El Gobierno ha decretado el toque de queda, cerrado el aereopuerto e iniciado una verdadera caza del hombre, casa por casa, intentando localizar a los restantes miembros del comando, que lograron escapar del cerco policial.
Todo esto ha sucedido en Luxor, a unos 700 kil¨®metros al sur de El Cairo. Una zona aparentemente tranquila, hasta ayer al abrigo de los ataques integristas, mucho m¨¢s habituales en el norte del pa¨ªs. El atentado ha interrumpido dram¨¢ticamente los preparativos de la campa?a tur¨ªstica de invierno, que tiene su punto culminante a finales del mes de diciembre, coincidiendo con las fiestas de Navidad y A?o Nuevo. En pleno pr¨®logo de esta operaci¨®n el ministro de Turismo, Mamdou al Beltagi, se encontraba ayer en Londres, para participar en unas jornadas internacionales, en las que el Gobierno egipcio trataba de borrar la mala imagen causada por el atentado integrista del pasado 18 de septiembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.