La crisis de 1991 dispar¨® el desempleo en toda la UE
El problema del paro se ha disparado en Europa desde la crisis econ¨®mica que empez¨® en 1991. A finales de 1990, el n¨²mero de parados logr¨® por primera vez en muchos a?os situarse por debajo de la cifra de 12 millones de parados. Desde entonces todo ha ido siempre a peor. En 1991 alcanz¨® los 13.627.000 parados. Un a?o despu¨¦s super¨® los 15 millones. En 1993 se dispar¨® hasta 17.799.000 parados. Y desde entonces siempre ha oscilado en torno a los 18 millones, con puntas como los 18.499.000 parados registrados en 1994 (entre el 10,5% y el 11%), el peor ejercicio para el empleo en la historia de la integraci¨®n europea.Espa?a es, en casi todos los indicadores, el pa¨ªs que m¨¢s sufre el problema del paro. Su tasa de empleo se sit¨²a en el 47,2%, muy lejos de la del segundo peor alumno, Italia (51,4%) y a a?os luz del mejor, Dinamarca (75,5%). Su tasa de empleos a tiempo parcial est¨¢ tambi¨¦n entre las m¨¢s bajas (3,6%), aunque supera la de Grecia (2,6%) e Italia (3,3%). Holanda, puesta como ejemplo en toda la Uni¨®n, alcanza un 24,7% que empieza a reflejar que el empleo a tiempo parcial parece ya m¨¢s un consuelo para quienes no pueden acceder al pleno empleo que la soluci¨®n para quienes s¨®lo quieren trabajar media jornada.
El porcentaje de cotizaciones sociales aportadas en el periodo 1984-95 por el trabajador o la empresa en Espa?a (59,6%) se sit¨²a en la zona media del conjunto europeo, que oscila desde el 19,3% de Dinamarca y el 36,7% de Irlanda hasta el 72,3% de Grecia y el 71,2% de Francia. En Espa?a, los costes sociales pagados por empresas y trabajadores han oscilado poco en los ¨²ltimos a?os, pasando del 12% del PIB en 1985 al 12,8% del PIB en 1996. Es una cifra relativamente moderada al lado del 19,5% pagado por las francesas el a?o pasado, o el 18,7% de las alemanas y el 18,1% de las holandesas. Pero los empresarios espa?oles no pueden estar tan satisfechos. Soportan el 9%, frente al 2,2% que aportan los trabajadores. El reparto es mucho m¨¢s equilibrado en Alemania (8,2% frente a 7,2%), en Luxemburgo (5,3% y 4,5%), Austria (7,8% y 6,8%) o en Francia (11,9% y 5,9%).
Las cifras supuran al abordar las tasas de paro. Espa?a ostenta un terrible r¨¦cord: 22,1% en 1996, apenas comparable al 15,7% de Finlandia y cerca del doble que en Francia (12,4%), Italia (12%) o Irlanda (11,8%). Las mejores tasas las disfrutan Luxemburgo (3,3%), Austria (4,4%) y Holanda (6,3%).
El problema del paro europeo se ceba especialmente en los j¨®venes. El 21,8% de los europeos de entre 15 y 24 a?os est¨¢n en paro. Una tasa que en Espa?a se dispara hasta un escalofriante 41,9% y es tambi¨¦n un enorme problema en Finlandia (35,3%), Italia (33,5%), Grecia (31%), Francia (28,9%) y B¨¦lgica (22,9%).
. Otro de los problemas es el paro de larga duraci¨®n. Es el caso del 48% de los parados europeos, que llevan m¨¢s de un a?o sin trabajo, y un problema especialmente grave en Italia (65%), B¨¦lgica (61%), Irlanda (59%), Grecia (56%), Espa?a (53%) y Portugal (50%).
La precariedad en el empleo es especialmente grave en Espa?a, donde el 33,6% de los empleados no tienen contratos indefinidos. Una tasa que casi dobla la del segundo peor (Finlandia, 17,3%) y casi triplica a los dos siguientes peores (Francia con 12,5% y Holanda con 12%). Las tasas de menor precariedad laboral se dan en Luxemburgo (2,6%), B¨¦lgica (5,9%), Reino Unido (6,9%), Italia (7,5%) y Austria (8%).
La participaci¨®n de las empresas espa?olas en los programas de formaci¨®n es la m¨¢s baja de la Uni¨®n: s¨®lo el 7,5% ofrecen a sus trabajadores una formaci¨®n inicial, un ratio inferior incluso al de Grecia (7,6%) y Portugal (9,1%) y que no se puede comparar a las cifras de Dinamarca (100%), Francia (94,6%), Holanda (91,4%) o Alemania (64,8%).
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