"Yo ve¨ªa a Aznar en el banco de la acusaci¨®n"
Esta tarde, si a¨²n est¨¢ libre, el ingeniero Josep Maria Sala ir¨¢ a jugar al tenis, una de sus aficiones favoritas. El que fue hombre fuerte del PSC durante m¨¢s de una d¨¦cada no sabe cu¨¢ndo podr¨¢ pelotear de nuevo con sus amigos.Pregunta. ?Fue encarcelado usted durante el franquismo?
Respuesta. No. Me represaliaron expuls¨¢ndome de las milicias universitarias, pero no estuve detenido. Me degradaron de alf¨¦rez de fragata a marinero de segunda y me enviaron a Cartagena. El sargento s¨®lo me dijo: "Usted sabr¨¢ por qu¨¦". Entonces yo era delegado del Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes en la Escuela de Ingenieros y estaba pr¨®ximo al PSUC.
P. ?C¨®mo se imagina la vida en la prisi¨®n?
R. Siempre he tenido una gran capacidad de adaptaci¨®n y ahora tambi¨¦n me esforzar¨¦ por amoldarme a mi nueva realidad. Encaro la c¨¢rcel con preocupaci¨®n porque se trata de algo desconocido, pero al mismo tiempo con serenidad. Estoy convencido de que me adaptar¨¦, aunque espero no pasar all¨ª una temporada demasiado larga. Conf¨ªo en que muy pronto relucir¨¢n la verdad y mi inocencia. Entretanto, intentar¨¦ pasar del mejor modo el tiempo que me toque estar preso, sin dramatismos y con la mayor naturalidad posible.
P. ?En la c¨¢rcel se considerar¨¢ usted un delincuente com¨²n o un preso pol¨ªtico?
R. Este proceso judicial ha tenido caracter¨ªsticas de naturaleza pol¨ªtica, pero yo no ser¨¦ un preso pol¨ªtico. Eso ser¨ªa exagerado. Soy una v¨ªctima inocente, un hombre que no ha cometido ning¨²n delito, que ha sido condenado por un error judicial y que ser¨¢. encarcelado injustamente. Esto me produce una cierta frustraci¨®n, pero al mismo tiempo me da la fuerza necesaria para soportarlo.
P. ?Qu¨¦ teme m¨¢s de la c¨¢rcel?
R. No tengo ning¨²n temor concreto. Durante los ¨²ltimos d¨ªas he recogido bastante informaci¨®n y consejos sobre la vida en la prisi¨®n. Lo ¨²nico que temo es no lograr adaptarme y no poder aprovechar el tiempo de modo satisfactorio. Yo soy muy activo y all¨ª dentro mis ganas de hacer cosas quiz¨¢ no se ver¨¢n satisfechas. Pero creo que me amoldar¨¦.
P. ?C¨®mo llegar¨¢ usted a la prisi¨®n? ?Solo y al abrigo de las c¨¢maras o escoltado por sus compa?eros y rodeado de fot¨®grafos?
R. Lo decidir¨¦ a ¨²ltima hora. S¨¦ que mucha gente quiere acompa?arme hasta la puerta, pero no s¨¦ si eso es lo m¨¢s conveniente. En cualquier caso, tratar¨¦ de afrontar esta condena injusta con la dignidad y la serenidad a que me obliga mi inocencia. De ning¨²n modo entrar¨¦ en prisi¨®n cabizbajo, compungido ni amedrentado. No ser¨¢ una experiencia positiva, obviamente, pero la pasar¨¦ con la fortaleza que me da saberme inocente y v¨ªctima de una injusticia.
P. ?Tiene preparada ya la bolsa?
R. S¨ª. Soy previsor y normalmente siempre. procuro tener preparadas las cosas que puedo necesitar. Llevar¨¦ ropa c¨®moda y libros. Creo que eso es todo lo que necesitar¨¦ de momento.
P. ?Qu¨¦ libros?
R. Poes¨ªa, mucha poes¨ªa. Inglesa, de Milton y Keats; espa?ola, de ?ngel Gonz¨¢lez; catalana, de Joan Vinyoli. Tambi¨¦n releer¨¦ a Quevedo, y repescar¨¦ El se?or de los anillos, de Tolkien. ?Ah!, y los tres vol¨²menes de la biograf¨ªa del duque de Malborough, de Churchill. Y algunas novelas de Agatha Christie.
P. Lleva usted lecturas para una larga temporada...
R. No, no; espero que no sea as¨ª. Si la estancia se alarga m¨¢s de lo previsto, pedir¨¦ que me dejen tener un ordenador.
P. ?Est¨¢ usted acabado como pol¨ªtico?
R. En, absoluto. Esto s¨®lo es un par¨¦ntesis en mi actividad pol¨ªtica. Volver¨¦, no le quepa duda.
P. ?Qu¨¦ opina sobre la justicia espa?ola?
R. No opino. Lo que hay que hacer con la justicia es aceptarla. Mal va el pa¨ªs que desconf¨ªa de su justicia. Lo que debe hacer la pol¨ªtica es dejar tranquila a la justicia. La presencia de Aznar y de Ruiz Mateos como acusadores ha incomodado y politizado el proceso. Yo ve¨ªa a Aznar sentado en el banco de la acusaci¨®n. Los partidos pol¨ªticos no deber¨ªan poder personarse como acusaci¨®n particular.
P. ?Comparte la c¨¦lebre afirmaci¨®n de Pedro Pacheco, el alcalde de Jerez, sobre la justicia?
R. No. La justicia no es un cachondeo, aunque a veces se pueda equivocar. Un pa¨ªs que no respete a su justicia, aunque uno se pueda sentir maltratado por ella, no puede funcionar adecuadamente. La justicia ha cometido un error conmigo y espero que ella misma lo enmiende.
P. ?Qu¨¦ le viene a la mente estas noches cuando se queda solo en su habitaci¨®n?
R. Intento pensar poco y dormir. Y consigo dormir bien. La cabeza me bailaba m¨¢s cuando el resultado del proceso a¨²n era incierto. Pero la certidumbre, aunque sea desagradable, es m¨¢s f¨¢cil de sobrellevar. Prefiero que las cosas sucedan y entonces afrontarlas que no saber qu¨¦ va a pasar.
P. ?Cu¨¢ntas horas durmi¨® anoche?
R. Desde las doce y media hasta las siete. No est¨¢ mal, ?no?
P. ?Le han pasado factura estos d¨ªas, desde dentro o desde fuera de su partido?
R. No. Si acaso, al rev¨¦s. Yo no he sido un pol¨ªtico f¨¢cil ni contemporizador, he criticado con acidez a mis adversarios, pero la reacci¨®n de todos ellos, casi sin excepci¨®n, ha sido muy respetuosa. En el campo socialista tambi¨¦n ha sido muy satisfactoria. Puede haber reacciones de distinta intensidad o d¨¦ ritmo diferente; probablemente se podr¨ªa haber esperado la misma intensidad por parte de todo el mundo, pero en todo momento me he sentido arropado por la totalidad de la gran familia socialista.
P. ?Tambi¨¦n se siente respaldado plenamente por el PSOE, por su direcci¨®n actual y por la anterior?
R. Quiz¨¢ alguien haya tenido alguna duda al respecto, pero yo nunca. Ha quedado claro que ese respaldo existe.
P. Existe, pero quiz¨¢ no es entusiasta...
R. Eso es comprensible, sobre todo al constatar la discriminaci¨®n que sufren los socialistas en relaci¨®n con los dem¨¢s partidos, que en casos similares han salido absueltos, o con los delitos prescritos, o con los procesos anulados. Esa discriminaci¨®n provoca frustraci¨®n en el PSOE e incita inevitablemente a ponerse a la defensiva. ?Hay que dar explicaciones, pedir perd¨®n a la ciudadan¨ªa? Eso estar¨ªa bien, pero deber¨ªan hacerlo todos los partidos, el sistema pol¨ªtico espa?ol. Es una gran hipocres¨ªa exigirle eso a un solo partido. La responsabilidad es colectiva.
P. ?Se financi¨® irregularmente el PSOE?
R. No puedo responderle a esa pregunta, ni afirmativa ni negativamente. Nunca tuve acceso a la financiaci¨®n del PSOE. Lo que s¨ª puedo asegurar es que el PSC no se financi¨® de forma irregular.
P. Aznar ha abierto la puerta al indulto para los condenados de Filesa...
R. Lo que yo quiero es que mi honorabilidad sea restablecida y mi inocencia quede clara. Y la ¨²nica v¨ªa es la absoluci¨®n judicial. Comprendo que otras personas soliciten el indulto, pero no es mi caso. Mi honorabilidad pasa por encima de todo, incluso por encima del riesgo de ir a prisi¨®n.
P. ?Prefiere la prisi¨®n al indulto?
R. Yo no quiero el indulto, sino que la justicia reconozca mi inocencia. Esta es mi decisi¨®n, sea cual sea la consecuencia. No pedir¨¦ el indulto.
P. ?Permaneciendo en la direcci¨®n del PSC hasta el ¨²ltimo momento ha perjudicado la imagen de su partido?
R. Un partido no se regenera cometiendo injusticias. Yo le ofrec¨ª mi dimisi¨®n al primer secretario, pero el PSC opt¨® por otra v¨ªa. Convencido de mi inocencia, el partido no quiso a?adir a la sanci¨®n judicial una sanci¨®n interna.
P. De acuerdo con ese criterio, no tendr¨ªa que haber dejado usted la direcci¨®n del PSC ni siquiera ahora...
R. La situaci¨®n ahora es muy distinta. El partido no debe tener en su direcci¨®n a una persona que est¨¦ en prisi¨®n. Eso estaba decidido desde el primer d¨ªa.
P. La clase pol¨ªtica admite gen¨¦ricamente que todos los partidos se han financiado de forma irregular. ?Se siente usted un cabeza de turco?
R. No, porque yo no he participado en ning¨²n esquema de financiaci¨®n irregular. Para ser cabeza de turco, tendr¨ªa que haber hecho algo, y yo no he hecho nada. Soy inocente y v¨ªctima de una injusticia.
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