Mario Gas monta un musical emblem¨¢tico del teatro contempor¨¢neo

Mario Gas ha tra¨ªdo a Stephen Sondheim a pasar el invierno al Teatro Alb¨¦niz, de Madrid, con el musical Sweeney Todd, el barbero diab¨®lico de la calle Fleet, un musical emblem¨¢tico de la historia del teatro contempor¨¢neo. El director, uno de los hombres de escena m¨¢s significativos, define este espect¨¢culo como uno de los m¨¢s id¨®neos para observar c¨®mo el teatro es un espejo de inc¨®gnitas humanas. De todos modos, para lograr ese objetivo el artista tiene que ponerse al servicio del teatro: "No hay que olvidar que el teatro es un oficio de trampas y egoismos", afirma.

Hace dos a?os Mario Gas lo puso en escena con una producci¨®n del Centre Dram¨¤tic de la Generalitat catalana. El director y su equipo consiguieron los 12 premios de teatro que se conceden en Catalu?a, en diferenes modalidades. El propio Sondheim, conocedor del ¨¦xito del montaje, se desplaz¨® a Barcelona para ver esta nueva puesta en escena de su obra y confes¨® sentirse abrumado por la alta calidad del espect¨¢culo.El montaje, que cuenta con casi 40 personas en escena, entre actores, cantantes y m¨²sicos, dej¨® de representarse en Barcelona a teatro lleno, pero la empresa teatral Pigmali¨®n lleg¨® a un acuerdo para explotar en castellano el montaje y con esas cartas de presentaci¨®n ha llegado a, Madrid Sweeney Todd, programado por el Festival de Oto?o.

La noche del estreno madrile?o dej¨® a Mario Gas con una importante resaca emocional: "A pesar de saber que es una obra llena de ingenio y talento y de que el montaje ha funcionado muy bien en Barcelona, uno siempre empieza de nuevo en cada estreno y la acogida que hemos tenido me descoloca porque ha sido todo muy emotivo".

Para Mario Gas es su cuarto espect¨¢culo musical. Atr¨¢s quedan 10 puestas en escena de ¨®peras, una docena de montajes teatrales, numerosos trabajos como actor en cine, televisi¨®n y teatro, varios e importantes premios y su labor como gestor cultural.Lo que tiene claro es que en el teatro los fluidos de energ¨ªa son diferentes a los otros medios: "Hay muchas similitudes, sobre todo en el trabajo de actor", comenta Gas, "pero en cine se produce un trabajo en equipo, en televisi¨®n se va muy r¨¢pido".

Reinvenci¨®n diaria

"No obstante", agrega, "en el teatro se sigue dando esa reinvenci¨®n diaria y artesanal de la emoci¨®n con el p¨²blico, todo hace que sea diferente cada vez. El teatro produce una descarga de adrenalina muy fuerte, es como trabajar sin red, todo puede edificarse y todo puede destruirse en un instante".Con su larga coleta, que el tiempo ha llenado de canas, y sus inevitables y quiz¨¢ pegadas gafas negras el director habla de que el buen teatro es aquel que sin renunciar a unos contenidos formales est¨¦ticos y ¨¦ticos intenta alcanzar el m¨¢ximo posible de p¨²blico. Sweeney Todd pertenece a esa clase de musicales. Ello no impide que el director muestre sus recelos hacia una excesiva masificaci¨®n en los teatros: "Es algo que puede llevar a vivir el teatro como una evasi¨®n. A nadie nos gusta trabajar con las plateas vac¨ªas, pero los auditorios masivos pueden adulterar la limpieza de hablar al p¨²blico de t¨² a t¨², po¨¦ticamente, con met¨¢foras vivientes... No hay que perder nunca de vista lo que dec¨ªa Barrault, que la gente que hace teatro tiene que estar al servicio del teatro y no de otra cosa".