Cinco millones de ni?os mueren al a?o por escasez o insalubridad del agua
Cada espa?ol consume 300 litros al d¨ªa y los pa¨ªses pobres menos de cinco
En Espa?a basta abrir el grifo: sale agua, y a nadie se le ocurre antes de beberla temer por su salud. Sin embargo, cinco millones de ni?os, y otros tantos de adultos, mueren cada d¨ªa en los pa¨ªses pobres por escasez o por enfermedades derivadas del mal saneamiento o de la contaminaci¨®n del agua. As¨ª lo han puesto de relieve unas jornadas para hidr¨®logos celebradas esta semana en Madrid y Ubeda por la ONG Acci¨®n contra el Hambre (ACH) y el Ilustre Colegio Oficial de Ge¨®logos Espa?oles.
No hay agua potable para unos 1.000 millones de personas. Y en algunos pa¨ªses de ?frica, para encontrar algo de agua -y no precisamente en buenas condiciones- las mujeres (es una ocupaci¨®n femenina) deben caminar una media de 10 kil¨®metros. En el estado de Kerala (India) uno de los motivos de las victorias electorales de los comunistas durante d¨¦cadas fue la progresiva reducci¨®n de distancia de los pozos a las aldeas. "C¨®lera, tifus, disenter¨ªa, toda clase de enfermedades diarreicas son la principal causa de muertes de ni?os en los pa¨ªses pobres", advierte Jocelyn Lance, responsable de Agua y Saneamiento de ACH. En esos pa¨ªses, la mortalidad infantil es de cinco a 30 veces mayor que en Espa?a. El problema se ha agravado en la ¨²ltima d¨¦cada por la inmigraci¨®n en las grandes ciudades y por los campos de refugiados. Las recientes inundaciones en Somalia y Kenia acaban de poner de manifiesto la vulnerabilidad de estos improvisados campamentos.
La lucha contra el hambre pasa por combatir la sed. Seg¨²n los expertos de ACH, el trabajo con ni?os desnutridos exige, antes de alimentarles, proceder a la administraci¨®n de una soluci¨®n de az¨²car y sales rehidratantes. Ante una emergencia de hambruna o de ¨¦xodo, la primera necesidad es garantizar un eficaz suministro de agua potable. Hay que aportar cisternas, pero sobre todo excavar pozos, almacenar agua de lluvia, preparar sistemas de bombeo, evitar incluso los cubos y cuerdas, que pueden generar infecciones. Y disponer letrinas y fosas s¨¦pticas en zonas en las que la corriente no contamine a la poblaci¨®n: las heces humanas y animales y el amontonamiento de basuras constituyen un peligro inmediato de epidemia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.