La universidad alemana exhibe sus carencias
Los estudiantes protestan contra la masificaci¨®n y la futura ley de reforma
El sistema alem¨¢n de ense?anza superior, de indudable prestigio en el pasado, est¨¢ en crisis, como han demostrado los 40.000 estudiantes que se manifestaron en Bonn el 27 de noviembre. El pa¨ªs tiene 230 universidades, 53 de las cuales est¨¢n en el antiguo territorio de la RDA, y, de sus 1.830.000 estudiantes, apenas un mill¨®n tendr¨ªa pupitre asegurado si todos acudieran a la vez a clase. Las protestas contin¨²an, y m¨¢s de medio mill¨®n de j¨®venes expresan su descontento con marchas y discusiones sobre la educaci¨®n y la nueva ley general del sistema de ense?anza superior, pendiente de aprobaci¨®n en el Parlamento.Cualquier analog¨ªa con las protestas de 1968 estar¨ªa desenfocada. El movimiento estudiantil es de tipo conservador, ya que centra sus reivindicaciones precisamente en el mantenimiento del nivel -ahora deteriorado- que caracteriz¨® el Estado de bienestar.
La legislaci¨®n que regula la ense?anza superior en el pa¨ªs data de los a?os sesenta y se introdujo para evitar las disparidades entre los distintos l?nder (estados federados) en el ¨¢rea educativa. El sistema universitario en Alemania est¨¢ bastante homogeneizado, y las universidades privadas son escasas si se except¨²an materias como la ciencias empresariales.
Los retos de hoy son muy diferentes a los de los sesenta: el mundo anglosaj¨®n dicta sus leyes y su idioma, los medios financieros escasean y la avalancha de nuevos estudiantes no cesa de aumentar. Seg¨²n el ministro de Educaci¨®n, J¨¹rgen R¨¹ttgers, dentro de pocos a?os habr¨¢ 2,3 millones de universitarios en Alemania.
El ¨²ltimo intento serio de reformar la educaci¨®n se hizo en 1985, en una cumbre de ministros de educaci¨®n de los Estados federados y la Administraci¨®n federal. La educaci¨®n es competencia de los Estados federados. Son ellos los que deciden en asuntos culturales y los que financian en un 90% el funcionamiento de las universidades, y en un 50% (a medias con el Estado federal) la construcci¨®n de edificios universitarios.
Ingresos triplicados
En Alemania, cualquier estudiante que haya cursado el bachillerato tiene derecho a una carrera universitaria. Desde 1970 hasta ahora, el n¨²mero de alumnos que ingresan en la universidad se ha triplicado. En el curso 1996-1997 han ingresado 269.000 estudiantes.Desbordadas, las universidades se vieron obligadas a introducir criterios restrictivos y, en algunos casos, el numerus clausus. El acceso a las carreras m¨¢s solicitadas como Arquitectura, Empresariales, Medicina, Psicolog¨ªa o Derecho depende de una central de distribuci¨®n de plazas universitarias situada en Dortmnd.
Al margen del derecho al estudio, las condiciones de la ense?anza en Alemania han empeorado: los profesores tienen m¨¢s de 50 estudiantes por clase, las aulas se han quedado peque?as y los pr¨¦stamos estatales, conocidos como BAF?G, en alusi¨®n a la ley que los hizo posibles (Ley de Subvenci¨®n Estatal para la Formaci¨®n) se han recortado.
En los a?os setenta, el pr¨¦stamo estatal era gratuito para estudiantes de familias con escasos recursos, y entre un tercio y la mitad de los estudiantes disfrutaban de BAF?G. Tras la llegada al poder del Gobierno de Helmut Kohl , la situaci¨®n cambi¨® y los estudiantes tienen que devolver parte del pr¨¦stamo.
Hace un a?o, las condiciones se endurecieron m¨¢s, y aparecieron los intereses, que en la actualidad lastran las devoluciones con porcentajes del 4% o el 5%. La cantidad a devolver es una variable que depende en parte del tiempo necesario para acabar la carrera.
Seg¨²n informaciones del Partido Social-Dem¨®crata (SPD), los fondos dedicados a pr¨¦stamos estudiantiles o BAF?G han descendido sistem¨¢ticamente desde 1992, cuando eran casi de 3.000 millones de marcos. En 1996, el BAF?G eran de 2. 100 millones de marcos, y en 1997, de 1.700 millones. El resultado es que s¨®lo un 15.% de los estudiantes reciben BAF?G y que una buena parte de ellos trabaja para costearse los estudios.
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