El Tribunal de Luxemburgo condena a Francia por los ataques a productos espa?oles

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas acab¨® ayer con m¨¢s de 12 a?os de ataques impunes de los agricultores franceses a los productos agr¨ªcolas espa?oles. En una sentencia hist¨®rica, condena a Francia por no haber tomado las medidas necesarias para evitar esos ataques, faculta a la Comisi¨®n Europea a que pida al tribunal europeo una sanci¨®n contra Par¨ªs si se repiten esos hechos, refuerza el derecho de los perjudicados a pedir da?os y perjuicios y deja al Gobierno franc¨¦s en el ojo del hurac¨¢n en el caso de que las habituales huelgas de sus camioneros restrinjan la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas.

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, en una sentencia publicada ayer, condena a Francia por haber incumplido "de manera manifiesta y persistente" su obligaci¨®n de impedir actos de vandalismo. Seg¨²n la condena, Francia ha incumplido el art¨ªculo 30 del Tratado ("Quedar¨¢n prohibidas entre los Estados miembros las restricciones cuantitativas a la importaci¨®n, as¨ª como todas las medidas de efecto equivalente") en relaci¨®n con el art¨ªculo 5 ("los Estados adoptar¨¢n todas las medidas generales o particulares para asegurar el cumplimiento de las obligaciones" del Tratado) y las organizaciones comunes de los mercados agr¨ªcolas.La sentencia tiene un valor hist¨®rico porque sienta jurisprudencia al considerar que los Estados miembros son responsables de las trabas al libre comercio en su territorio incluso en el caso de que esas trabas no procedan de decisiones adoptadas por el propio Estado, sino que, como en el presente caso, son consecuencia de la acci¨®n emprendida por ciudadanos particulares, en este caso grupos de agricultores franceses y muy particularmente los miembros de la llamada Coordinadora Rural.

Eso tiene dos grandes consecuencias. La primera es que, si se repiten los ataques a productos agr¨ªcolas espa?olas y se vuelve a demostrar la responsabilidad del Gobierno franc¨¦s al no evitarlos, el Tribunal de Luxemburgo podr¨¢ imponer a Francia una "multa coercitiva" o "una suma a tanto alzado" a petici¨®n de la Comisi¨®n Europea.

La segunda es que el tribunal, al sentar la responsabilidad del Estado como garante de la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas, puede cebarse de nuevo en Francia si sus ya habituales huelgas de transportistas vuelven a impedir la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas por su territorio.

Da?os y perjuicios

Asimismo, la sentencia refuerza los argumentos de los agricultores y transportistas espa?oles perjudicados por los ataques franceses y que quieren reclamar por da?os y perjuicios ante los tribunales espa?oles o franceses, seg¨²n la interpretaci¨®n realizada ayer por la Comisi¨®n Europea. Adem¨¢s, crea un precedente de suma importancia ya que el fallo se puede tener muy presente a la hora de evaluar la actuaci¨®n de agricultores brit¨¢nicos con carne irlandesa con destino al continente europeo.Los 13 folios de la sentencia, firmada por el presidente del tribunal, el espa?ol Gil Carlos Rodr¨ªguez Iglesias, es a veces cruel con el Gobierno franc¨¦s. Recuerda que la primera denuncia de la Comisi¨®n contra Francia se remonta al 8 de mayo de 1985, por lo que sus autoridades "han tenido tiempo suficiente para adoptar las medidas necesarias". Recuerda que los hechos denunciados no han sido negados y que los ataques se han reproducido sistem¨¢ticamente en las mismas fechas y en los mismos lugares cada a?o, afectando sobre todo a la fresa espa?ola, pero tambi¨¦n a otras frutas y hortalizas espa?olas, a tomates belgas y a productos agr¨ªcolas de Dinamarca e Italia. Por ello, dice el fallo, su intenci¨®n es "crear un clima de inseguridad que tenga efectos disuasorios sobre las corrientes de intercambios en su conjunto".

Pone de manifiesto que, sobre todo desde 1993, los ataques no son tanto espont¨¢neos cuanto arte de una campa?a orquestada por el sindicato agr¨ªcola franc¨¦s coordinadora Rural que ten¨ªa como objetivo amedrentar tanto a los exportadores espa?oles como los vendedores franceses tanto al detalle como a granel, a los que amenazaban para que manipularan los precios al alza. Recuerda la pasividad de las fuerzas policiales francesas incluso en ocasiones en las que hab¨ªa m¨¢s polic¨ªas que manifestantes y constata que pese a "los numerosos actos de vandalismo cometidos entre abril y agosto de 1993, las autoridades francesas s¨®lo han sido capaces de citar un caso de apertura de acciones penales" contra un manifestante. Y eso pese a que muchos de los ataques fueron filmados y realizados a cara descubierta por lo que "pod¨ªan haber sido identificados" porque "incluso eran conocidos".

La sentencia recuerda, en fin, que el Gobierno franc¨¦s "se ha abstenido de manera manifiesta de tomar las medidas suficientes y apropiadas para acabar con los actos de vandalismo". Y rechaza el argumento franc¨¦s de que las manifestaciones son consecuencia de las pr¨¢cticas ilegales cometidas por los agricultores espa?oles para vender en Francia sus productos a precios por debajo de coste al recordar que no son los Estados miembros, sino la Comunidad Europea, quien tienen que tomar medidas en esos casos.