Ense?ar historia de Espa?a
"Se necesita volver a escribir la historia de Espa?a para limpiarla de todas esas exageraciones con que se agiganta a los ojos del ni?o el valor y la virtud de la raza. Mala manera de preparar a la juventud al engrandecimiento de su patria es pintarle ¨¦sta como una naci¨®n de h¨¦roes, de sabios y de artistas insuperables". As¨ª dec¨ªa Santiago Ram¨®n y Cajal pronto har¨¢ cien a?os, pero seguimos en las mismas. Volvemos a tener a nuestros gobernantes preocupados por el hecho de que los ni?os y los j¨®venes tal vez no reciban la adecuada raci¨®n de adoctrinamiento patri¨®tico.Ense?ar historia de Espa?a. De acuerdo; pero ?qu¨¦ clase de historia y de qu¨¦ Espa?a? Podr¨ªa ser la historia que propon¨ªa en 1933 Daniel Gonz¨¢lez Linacero, profesor de la normal de Palencia, en un libro en que pretend¨ªa desterrar el relato de sucesos, batallas y cr¨ªmenes" para ense?ar al ni?o que "la historia no la han hecho los personajes, sino el pueblo todo, y principalmente el pueblo trabajador, humilde y sufrido que, solidario y altruista, ha ido empujando la vida hacia horizontes m¨¢s nobles, m¨¢s justos, m¨¢s humanos". (Por atreverse a tanto fue fusilado en Ar¨¦valo (?vila), el 8 de agosto de 1936. Su partida de defunci¨®n dice expl¨ªcitamente que falleci¨® "a consecuencia del Movimiento Nacional existente").
Pero tambi¨¦n podr¨ªa ser la que propugnaban los que le fusilaron, que, en el Manual de historia de Espa?a publicado por el Instituto de Espa?a en 1939 para que sirviese "de texto oficial para las escuelas p¨²blicas de la naci¨®n", s¨®lo hablan "de las guerras, de las haza?as extraordinarias, de las aventuras fant¨¢sticas", e insisten en que tanto los jud¨ªos como los rojos se dedicaban a martirizar "ni?os cristianos con horribles suplicios". Una historia que deb¨ªa servir "como medio de cultivar el patriotismo", en una ense?anza acompa?ada por "cantos populares e himnos patri¨®ticos" y por ejercicios de educaci¨®n premilitar en la que se "adquieren h¨¢bitos de obediencia y respeto a la jerarqu¨ªa". Con lo que se conseguir¨ªa, sin duda,borrar de los ni?os espa?oles lafunesta man¨ªa de discurrir, como sosten¨ªa un libro publicado en 1939, obra de un asesort¨¦cnico del Ministerio de Educaci¨®n Nacional, de dondetomo esta afirmaci¨®n reveladora: "Europa es el mundo ideal del 2 y 2 son 4", me dijo un d¨ªa mi maestro. A lo que yo le respond¨ª: "Y Espa?a es el mundo pasional del 2 y 2 son 5". Que va aderezada adem¨¢s con una referencia a Ganivet que habr¨ªa dicho que a un pueblo que hab¨ªa conquistado el mundo no se le pod¨ªa hacer perder el tiempo mirando por un microscopio (como hac¨ªa Santiago Ram¨®n y Cajal, por ejemplo).
Hay que aclarar tambi¨¦n de qu¨¦ Espa?a se quiere ense?ar la historia. Si de la de un pu?ado de reyes y gobernantes o de la de millones de campesinos. Si la del racismo de la censura casi perpetua de los libros y las ideas y de los dictadores militares dedicados a "subsanar las insuficiencias del orden constitucional establecido" previo exterminio de los disidentes, o de la de sus v¨ªctimas. Porque unos y otros (campesinos y reyes, v¨ªctimas y verdugos) tienen historias distintas que no conmemoran las mismas batallas.
Me sorprende que un Gobierno que se proclama liberal caiga en la tentaci¨®n del control y del adoctrinamiento tras el fracaso de la experiencia franquista. Una experiencia que viv¨ª desde los dos lados del proceso docente: como estudiante soport¨¦ largos a?os de "Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional", que s¨®lo sirvieron para hacerme aborrecer lo que se pretend¨ªa legitimar con aquella ret¨®rica; como profesor, ense?¨¦ siempre de acuerdo con mi conciencia y no con las directrices del ministerio.
Un Gobierno que se pretende liberal deber¨ªa serlo tambi¨¦n en el terreno de las ideas. Para mejorar la calidad de la ense?anza de la historia de Espa?a no sirve de nada controlar programas y libros de texto. Lo ¨²nico que hay que hacer es poner los medios para que el profesorado, que es la pieza fundamental del proceso, pueda realizar mejor su trabajo. Lo dem¨¢s es volver a la corneta y el tambor y a someter a los ni?os a ejercicios premilitares hasta que acaben entendiendo que en Espa?a "2 y 2 deben sumar 5".
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