Tres de cada 10 gasolineras de la Comunidad de Madrid enga?an a sus clientes, seg¨²n un estudio de la OCU
Seis de las 21 estaciones inspeccionadas suministran entre el 4% y el 7% menos de combustible del que cobran
, Tres de cada diez gasolineras de la Comunidad de Madrid enga?an a sus clientes. As¨ª se deduce de un estudio de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU). De las 21 estaciones de servicio inspeccionadas, seis suministraron entre un 4,3% y un 7% menos combustible del que hab¨ªan cobrado. El dinero que pierde el due?o de cada turismo al repostar (lo habitual son unos 40 litros) oscila entre las 205 y las 338 pesetas. El estudio no habla expresamente de estafa o fraude, pero considera "dif¨ªcilmente explicable" un error hasta 14 veces superior al m¨¢ximo legalmente permitido (0,5%).
Entre el 21 de noviembre y el 5 de diciembre pasados, la OCU inspeccion¨® 21 gasolineras de la Comunidad de Madrid, alrededor del 8% del total. La muestra fue seleccionada aleatoriamente, pero buscando su representatividad, tanto por compa?¨ªas petroleras como por zonas geogr¨¢ficas, e incidiendo en las ubicadas en el centro de la capital y en sus v¨ªas de acceso.En concreto, se inspeccionaron 15 estaciones de servicio de Madrid y seis de otros municipios de la regi¨®n (Alcobendas, Aranjuez, Las Rozas, Coslada, Mejorada del Campo y Getafe). Ocho de las inspeccionadas venden productos de Repsol -cuya red de gasolineras supone m¨¢s de la mitad de las que funcionan en Espa?a- y 13 tienen bandera de otras siete compa?¨ªas (Agip, BP, Campsa, Cepsa, GALP, Petronor y Shell).
Los inspectores contratados por la organizaci¨®n de consumidores tomaron muestras de gasolina s¨²per -el producto de mayor consumo en el parque automovil¨ªstico espa?ol-, en envases de 10 litros de capacidad, e inmediatamente comprobaron la cantidad de combustible realmente suministrada mediante probetas de vidrio con certificado de homologaci¨®n del Ministerio de Industria.
El procedimiento utilizado por los equipos de medici¨®n de la OCU se aproxim¨® al m¨¢ximo al que emplean los inspectores de los gobiernos auton¨®micos, que tienen transferidas las competencias de control metrol¨®gico de las estaciones de servicio. Pero con una diferencia sustancial: mientras los inspectores de la Administraci¨®n se identifican ante los encargados de las gasolineras antes de realizar su labor, los de la OCU tomaron sus muestras sin advertir que estaban realizando una inspecci¨®n.
El resultado no puede ser m¨¢s concluyente: de las 21 gasolineras inspeccionadas, s¨®lo dos suministraron exactamente la misma cantidad de combustible que cobraron, por lo que la diferencia con la medici¨®n de la OCU fue del 0%. Otras dos suministraron entre el 0 y el 0,5% menos de gasolina, por lo que se sit¨²an dentro del margen de defecto tolerado por una orden ministerial de diciembre de 1988.
En nueve estaciones de servicio, la merma de combustible oscil¨® entre el 0,5 y el 1%; y en dos m¨¢s, entre el 1 y el 1,2%. El estudio se?ala que estas 13 gasolineras est¨¢n por encima del l¨ªmite legal pero agrega que, al ser peque?a la diferencia, podr¨ªa deberse al sistema de expedici¨®n (posible retenci¨®n de gasolina en la manguera) e incluso al margen de inexactitud del m¨¦todo de medici¨®n.
La alarma se encendi¨® al analizar los resultados obtenidos en seis estaciones de servicio, en las que los inspectores de la OCU recibieron entre el 4 y el 7% menos combustible del que figuraba en los contadores de los surtidores.
Seg¨²n la OCU, esta diferencia tan abultada no se justifica por errores o aver¨ªas, lo que avala el hecho de que no se dio ni un caso en que la merma de gasolina fuese superior al 1,2% e inferior al 4%.
Para asegurarse de sus resultados, los inspectores repitieron la medici¨®n en todas las estaciones de servicio en las que el an¨¢lisis revelaba una merma superior al 4,5%. Regresaron en d¨ªas posteriores a dichas gasolineras y pidieron una nueva muestra del mismo poste del que tomaron la primera. De nuevo la diferencia estuvo por encima del 4,5%, aunque en algunos casos el porcentaje de merma fue exactamente el mismo y en otros hubo variaciones. Los autores del estudio evitan sacar conclusiones de estas anomal¨ªas, pero apuntan tres posibilidades: que en una gasolinera haya s¨®lo un poste que suministra siempre menos combustible; que los "errores" se den en, varios postes de la misma estaci¨®n de servicio; y que la merma, en vario los postes o en uno, s¨®lo se produzca algunos d¨ªas o a determinadas horas, lo que apuntar¨ªa a un sistema de fraude que puede activarse o desactivarse a voluntad.
De las seis gasolineras en las que el "error" fue superior al 4%, cinco tienen logotipo de Repsol y una de GALP. Ello no quiere decir que sean propiedad de dichas petroleras, ya que ¨¦stas tienen estaciones propias y otras de empresarios particulares que venden en exclusiva sus productos mediante un acuerdo de "abanderamiento".
Beneficio multimillonario
Para cada automovilista, el porcentaje de combustible escamoteado supone una cantidad de dinero reducida: entre 205 y 338 pesetas para 40 litros de gasolina s¨²per. Sin embargo, para el propietario de la estaci¨®n de servicio el beneficio es multimillonario.Seg¨²n la estad¨ªstica editada por Campsa en 1992, la ¨²ltima antes del fin del monopolio, la estaci¨®n de servicio ETESSA, en la autov¨ªa de Andaluc¨ªa, vendi¨® en 1991 m¨¢s de 16 millones de litros de gasolina s¨²per y 35 millones de todo tipo de carburante.
En los dos an¨¢lisis realizados por la OCU a ETESSA se detect¨® una merma del 5,4% y 4,3%, respectivamente. Si se aplica el 5% a la venta de gasolina s¨²per de 1991, se obtiene un volumen de combustible escamoteado de 800.000 litros, por valor de casi 97 millones de pesetas, mientras que el mismo porcentaje aplicado a la venta total de combustible dar¨ªa 1.750.000 litros, por valor de unos 175 millones.
La venta media anual en Madrid es de 10 millones de litros de combustible por gasolinera, el doble que en el resto de Espa?a, por lo que una merma del 5% supone 50 millones de pesetas.
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