Fue una selecci¨®n invencible
No cabe duda: la selecci¨®n espa?ola de waterpolo pasar¨¢ a la historia como una de las grandes de todos los tiempos. Ayer, los hombres de Joan Jan¨¦ se proclamaron campeones del mundo sin haber perdido un solo partido en todo el torneo de los Campeonatos del Mundo de Perth. Ayer demostraron, una vez m¨¢s, que siempre que se haga un pron¨®stico sobre favoritos para ganar unos mundiales, unos Europeos o unos Juegos Ol¨ªmpicos, habr¨¢ que incluir a Espa?a. Ayer, el equipo que capitanea Manel Estiarte despleg¨® toda su superioridad y toda su rabia ante una selecci¨®n h¨²ngara a la que casi todo el mundo hab¨ªa puesto el calificativo de invencible. Y el 6-4 con que resolvieron el encuentro no dej¨® lugar a dudas: la ¨²nica selecci¨®n invencible que hab¨ªa en Perth era Espa?a."?Somos campeones del mundo, somos campeones del mundo!". Los siete ¨²ltimos segundos del partido fueron el comienzo de la fiesta para los espa?oles. Se abrazaban, se besaban, besaban, el bal¨®n, nadaban en busca del cuadro t¨¦cnico, que se hab¨ªa tirado al agua, volv¨ªan a abrazarse. Y es que para la selecci¨®n de waterpolo, los seis ¨²ltimos meses no han sido un camino de gloria. El quinto puesto de los Europeos de Sevilla en agosto hab¨ªa bastado para borrar de un plumazo el oro de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta 96, la plata de los Mundiales de Perth 91 y Roma 93, la plata de Barcelona 92 y, en definitiva, el hecho de que la selecci¨®n espa?ola es la ¨²nica que ha estado en todas las grandes finales de la d¨¦cada. Por eso, la celebraci¨®n de ayer era especial.
"Yo dije 15 d¨ªas antes de venir a Perth que ¨ªbamos a ganar todos los partidos, parece mentira que en Espa?a a los pocos campeones que hay se les machaque a la primera de cambio. Indur¨¢in gana cinco Tours y se le machaca porque no lo hace el sexto, y nosotros lo hemos ganado todo y se nos ha echado en cara que ¨¦ramos viejos, que est¨¢bamos acabados, a la primera de cambio", dec¨ªa Jes¨²s Roll¨¢n, el portero espa?ol, que ha hecho uno de los papeles m¨¢s brillntes del torneo. "No me gusta hablar as¨ª, pero est¨¢ claro que m¨¢s de uno tiene mucho que aprender de esta medalla. Tienen que aprender que la edad no est¨¢ en el carn¨¦ de identidad, que se demuestra en el agua".
Realmente, en el agua lo que demostr¨® Espa?a ayer es que puede vencer a cualquier rival que se le ponga por delante. Las selecciones que part¨ªan como favoritas para la cita de Perth, Hungr¨ªa y Yugoslavia, golearon sin piedad al resto de los contrincantes, pero cayeron ante Espa?a. En el partido de ayer, igual que en la semifinal contra los yugoslavos, jug¨® un papel fundamental la estrategia. Se plante¨® sobre una s¨®lida, impenetrable defensa que desesperaba a cualquiera que intentara llegar a puerta y sobre un ataque inspirado, tenaz, desconcertante, que invirti¨® las apuestas desde el primer cuarto de encuentro.
La ventaja lleg¨® al marcador de la mano de Manel Estiarte en el segundo minuto del encuentro. Y Hungr¨ªa no fue capaz de invertir su suerte en ning¨²n momento del partido. Al primer descanso se fue Espa?a ganando por tres goles a uno. La misma diferencia que llevaron al final del partido. Los hombres de Jan¨¦ funcionaron como una maquinaria perfecta de reloj suizo. Se conocen, se entienden, se buscan como nadie. "Cuando juego con este equipo, s¨¦ perfectamente que si pongo un bal¨®n en un sitio hay un hombre que lo va a coger y que ha le¨ªdo la jugada igual que yo. Eso es fundamental, hab¨ªa dicho Jordi Sans antes del partido. Se demostr¨® en el agua.
"La clave del partido estuvo en la concentraci¨®n, en la mentalizaci¨®n, en la casta y en la sangre que tienen estos hombres", dijo Jan¨¦. "Cuando v¨ª que llev¨¢bamos dos goles de ventaja, supe que el partido era nuestro". Que el partido era suyo lo supo Jan¨¦ en los primeros siete minutos, pero que los Mundiales eran suyos lo sab¨ªan ¨¦l y el equipo desde mucho antes, desde antes del torneo. "Ayer, antes de la final, no quer¨ªamos felicitaciones porque en esta cita s¨®lo nos val¨ªa el oro. Sab¨ªamos que era nuestro", comentaba Daniel Ballart. Tanto lo sab¨ªan que ya hab¨ªan empezado a pensar en el tatuaje que se iban a poner todos para conmemorar el t¨ªtulo mundial, igual que hicieron despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta.
Los 13 hombres de la selecci¨®n espa?ola -Jes¨²s Roll¨¢n, Miguel Gonz¨¢lez, Sergi Pedrerol, Gustavo Marcos, Manel Estiarte, Daniel Ballart, Carlos Sanz, Iv¨¢n Moro, Jordi Sans, Salvador G¨®mez, Iv¨¢n P¨¦rez, Rub¨¦n Michavila.. y Pedro Garc¨ªa- pasaban de la risa, los bailes y los gritos a la seriedad y las advertencias: "No es momento de rencores", comentaba Estiarte, "pero hay que decir que somos un equipo incre¨ªble, que hemos funcionado bien en todos los partidos de estos Mundiales, que han sido los mejores de los ¨²ltimos a?os. En los momentos de alegr¨ªa hay que disfrutar de la alegr¨ªa, olvidarse de lo malo. Pero queremos decir que no nos han dejado trabajar con la confianza que merec¨ªamos'.
Sin embargo, a una selecci¨®n que es una pi?a, las cr¨ªticas externas s¨®lo le han servido para compactarse m¨¢s. "Estoy conteniendo a los hombres porque con la rabia y las ganas que tienen acumuladas pueden volcarse demasiado al principio de la competici¨®n, y esto va a ser muy largo", hab¨ªa dicho Jan¨¦ antes de que empezara el torneo. Antes de la final, Ballart aseguraba que las cr¨ªticas s¨®lo hab¨ªan servido para que se crecieran m¨¢s. "Nos hemos cerrado en nosotros mismos, nos hemos concentrado y hemos encontrado la fuerza que necesit¨¢bamos. Nos est¨¢ viniendo hasta bien que no se f¨ªen de nosotros". Sin embargo, hubo un fan que no dud¨® en ning¨²n momento que Espa?a pudiese proclamarse campeona del mundo: el Rey Juan Carlos, que fue la primera persona que llam¨® al capit¨¢n del equipo, Manel Estiarte, para felicitarlos por la victoria.
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