Volver a vivir la pesadilla

. Los padres y familiares directos de Anabel Segura se armaron ayer de coraje y asistieron, desde los primeros puestos de la sala de vistas de la Audiencia de Toledo, a la primera sesi¨®n del juicio contra los presuntos asesinos de Anabel. Sigrid Follet y su hija Sandra Segura, madre y hermana de Anabel, no pudieron evitar cerrar los ojos y hacer gestos de dolor al o¨ªr los pasajes m¨¢s crueles del relato que hizo Emilio Mu?oz ante el tribunal. La familia evit¨® en todo momento a la mara?a de informadores que se congreg¨® ayer en la Audiencia provincial. "S¨®lo queremos que se haga justicia", coment¨® Sigrid Follet con voz entrecortada.

Jos¨¦ Segura, el padre de Anabel, declar¨® como testigo a primeras horas de la tarde. Con el rostro congestionado por los nervios, cont¨® a los jueces la angustia que embarg¨® a su familia durante los 27 meses que dur¨® el secuestro de su hija. "Hoy es un mal trago para ellos, pues se han visto obligados a rememorar un gran sufrimiento, que todav¨ªa perdura", indic¨® Rafael Escuredo, ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y portavoz durante el secuestro de la familia Segura.

Escuredo se sent¨® ayer en el estrado como acusador particular. Al final de la primera sesi¨®n se mostr¨® "muy satisfecho" con la declaraci¨®n del procesado Emilio Mu?oz. "Coincide plenamente con nuestra tesis; es decir, que los tres, sin excepci¨®n, son igual de culpables". Los tres -Emilio, C¨¢ndido y Felisa- evitaron mirarse durante las casi ocho horas que abarc¨® la primera sesi¨®n del juicio pese a las fuertes acusaciones que se lanzaron en sus respectivas declaraciones y de que casi se tocaban codo con codo frente al tribunal.

El juicio se celebra en Toledo por ser donde los secuestradores cometieron el m¨¢s grave de la cadena de delitos que culminaron con el crimen de Anabel Segura. El tribunal ha fijado cuatro d¨ªas de juicio, en sesiones de ma?ana y tarde. Su prop¨®sito es acabarlo el mi¨¦rcoles o como muy tarde el jueves.