Atraco
Hasta ahora. yo ten¨ªa de la navaja un concepto literario.. Despu¨¦s de leer tanto a Borges, que utiliza mucho el cuchillo como met¨¢fora, cre¨ªa que los navajeros s¨®lo eran un concepto l¨ªrico o mal¨¦volo del asfalto, y la cosa me funcionaba bien hasta que anoche fui atracado. Regresaba a casa por una acera solitaria y sent¨ª que alguien ven¨ªa corriendo por detr¨¢s. Pens¨¦ que era uno de esos que hacen deporte para perder peso, pero enseguida supe que la meta de aquel atleta era yo y que realmente sus zancadas parec¨ªan las de una fiera que se abalanza sobre su v¨ªctima emergiendo de la sombra en el momento preciso. Me agarr¨® de la solapa con la zurda y con la derecha me mostr¨® un cuchillo de cocina. Lo puso a la altura del mi cuello. Jadeando bajo la bufanda subida hasta los ojos me dijo: "Tranquilo, tranquilo, no le va a pasar nada". Hablaba como un cirujano. De forma instintiva le contest¨¦: "Y t¨², por favor, no te pongas nervioso, no te pongas nervioso". Uno trataba de tranquilizar al otro al borde del abismo, cada cual del suyo propio, y puesto que el atracador, que parec¨ªa muy profesional, no ten¨ªa un inter¨¦s perentorio en operarme del h¨ªgado si no hab¨ªa necesidad, y tampoco yo, que era primerizo en esta loter¨ªa de Babilonia, estaba interesado en Morir tan a la ligera, en una fracci¨®n de segundo llegamos a un acuerdo sin palabras. Le di el dinero junto con unos papeles. Por el tacto el atracador supo que la cantidad era suficiente, pero a¨²n pregunt¨®: "?No lleva m¨¢s?". Le contest¨¦: "Es todo lo que tengo". Me devolvi¨® unas hojas, unas facturas, aunque olvid¨® darme su tarjeta. "Tome, esto es suyo", me dijo. Y a continuaci¨®n sali¨® corriendo. S¨¦ muy bien que existen otras formas de atraco m¨¢s aciagas. Por lo visto a m¨ª me toc¨® un navajero experimentado que hab¨ªa seguido el manual del perfecto atracador, y ante su cuchillo levantado con palabras de sosiego record¨¦ que eso mismo o¨ª un d¨ªa en el quir¨®fano antes de que me arrebataran la ves¨ªcula. Borges miente. Ya nunca m¨¢s har¨¦ l¨ªrica de las navajas. He conocido una en la oscuridad.
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