Gore Vidal: "Los Clinton nunca entendieron nuestro sistema de clases"

El escritor y ensayista estadounidense Gore Vidal, autor de libros como Lincoln, no oculta su simpat¨ªa por el matrimonio Clinton. ?Su defecto? No haber entendido a tiempo los mecanismos de poder que gobiernan Washington: "Los Clinton nunca entendieron nuestro sistema de clases". Vidal arremete en este cuestionario contra una derecha que ha convertido el sexo presidencial en su ¨²nico argumento pol¨ªtico.Pregunta. Este alboroto sobre las proclividades sexuales de Clinton, ?qu¨¦ nos dice acerca de la pol¨ªtica norteamericana?

Respuesta. Todo y nada. Recuerde que el pa¨ªs est¨¢ gobernado por enormes conglomerados, y que muchos de ellos est¨¢n ahora tan internacionalizados que no hay manera de controlarlos, es decir, hacer que paguen impuestos, y mucho menos castigarlos cuando compran elecciones al Congreso para que los abogados que han alquilado puedan conseguir contratos y eximirles de los impuestos sobre sus beneficios. Hace 30 a?os, casi la mitad de los ingresos del Gobierno federal proven¨ªan de los impuestos sobre los beneficios de las sociedades. Hoy es aproximadamente el 11%. La pol¨ªtica real est¨¢ limitada a qui¨¦n recauda, qu¨¦ dinero, de qui¨¦n, y para ser gastado por qui¨¦n y en qu¨¦. Cuando el establishment dirigente no se atreve a hacer p¨²blico el trabajo de los conglomerados porque son los due?os de los medios de comunicaci¨®n y los que tienen en alquiler permanente a la mayor¨ªa del Congreso, del Poder Judicial y del Ejecutivo, no deja mucho de qu¨¦ hablar en ¨¦poca electoral, excepto de sexo, la bandera, los fetos y, en los buenos viejos tiempos, del comunismo. El hecho de que la vida sexual de Clinton sea ahora el eje central en nuestro discurso pol¨ªtico es parte de la ausencia total de asuntos reales.

P.?Qu¨¦ nos dice sobre la gente que est¨¢ intentando comprometerle? ?Lo hacen para pasar el tiempo? ?Por malicia? ?Es la derecha religiosa?

R. Clinton es, con mucho, el m¨¢s versado de nuestros pol¨ªticos contempor¨¢neos. Destruirlo es un poco como intentar dividir una esfera de mercurio en tres partes iguales. No se le puede dividir. Pero se le puede calumniar y difamar f¨¢cilmente cuando se trata de sexo. Como no tiene afici¨®n por el dinero, y mucho menos talento para ello, todos los intentos de vincularle con delitos financieros en el caso Whitewater han sido in¨²tiles. Como bien sabe ya el se?or Starr, los Clinton tuvieron poca participaci¨®n en un negocio inmobiliario en el que perdieron dinero. Se ha demostrado la culpabilidad de algunos socios, pero los tres a?os y los millones de d¨®lares que el fiscal Starr ha gastado no han servido para nada.

P. ?Por qu¨¦ entonces estas alegaciones salvajes, esta implacable vendetta?

R. Los Clinton nunca comprendieron nuestro sistema declases (en el que Bush naci¨® en lom¨¢s alto) ni lo que los amos esperan de unos empleados como elpresidente y su esposa. Cuandolos Clinton propusieron un servicio sanitario para el pueblo norteamericano (que no recibe nada acambio de los impuestos que pagan por el imperio global), golpearon sin querer el coraz¨®n de lam¨¢quina de dinero de nuestros gobemantes: las compa?ias de seguros, que se quedan con, algo as¨ªcomo con un tercio de lo que pagan todos los norteamericanospor la asistencia m¨¦dica. Se tratade un torrente de oro que un sistema como el brit¨¢nico taponar¨ªa. Las compa?¨ªas aseguradorasse gastaron cerca de 500 millonesde d¨®lares en anuncios de televisi¨®n acusando, el plan de los Clinton de comunista.Eso fue la campa?a p¨²blica. La secreta consisti¨® en manchar tanto su reputaci¨®n que nadie pudiera tomarles en serio. Se esperaba tambi¨¦n poder destruir el intento de Clinton de conseguir un segundo mandato, pero Clinton les venci¨® a pesar de que gastaron mucho m¨¢s dinero que ¨¦l, gran parte ilegalmente, y luego le acusaron de recaudar fondos ilegalmente, lo que su gente indudablemente hizo, como hace el resto del mundo. De cualquier manera, Clinton gan¨® a Dole. Pero las calumnias siguen.Por cierto, nadie que no haya pasado un tiempo en EE UU tiene la m¨¢s m¨ªnima idea de todo lo que vomitan los programas de debate a millones de personas por todo el pa¨ªs y que en el Reino Unido ser¨ªa considerado un delito de difamaci¨®n. A menudo, patrocinadas por la derecha cristiana, algunas voces han acusado a Hillary de lesbianismo, de adulter¨ªo y del asesinato de su amante, un ayudante que se suicid¨® directamente porque no pod¨ªa soportar los ataques editoriales del Wall Street Journal, un peri¨®dico furioso que hubiera sido considerado excesivo incluso en el Ill-Reich. Perm¨ªtame decir que los Clinton no son los ¨²nicos en ser atacados de esta manera. Pero, curiosamente, el pueblo bloque¨® todo eso, y Clinton, aunque a un alto prec¨ªo, se ha hecho muy popular, al menos hasta la semana pasada. ?A qu¨¦ precio? Ha dejado de gobernar o de innovar. Ya s¨®lo representa un consenso seguro.

P. ?Qu¨¦ opina de la conducta de Linda Tripp? ?Es el micr¨®fono en el pecho equivalente a la carta comprometedora de los viejos tiempos?

R. A m¨ª tambi¨¦n me impresion¨® el abundante pecho la L. Tripp, id¨®neo, en mi ¨®pini¨®n, para un b¨²nker en el que se podr¨ªa ocultar un evangelista televisivo de derechas. La historia es que habi¨¦ndose ganado la febril amistad de la ni?a Monica, la grab¨®, sin que ¨¦sta lo supiera, y guard¨® las narraciones de las relaciones amorosas de Monica-?ngel Azul. con el presidente-Emil Jennings. La historia es un poco turbia en estos momentos. De acuerdo con nuestra legislaci¨®n, no se puede intervenir a nadie -o grabar electr¨®nicamente en secreto- sin una orden judicial. Parece ser que Tripp fue a ver a Starr y le dijo: "Creo que se ha cometido un crimen". Luego acudi¨® al fiscal general, Janet Reno de Waco, y le pregunt¨® si despu¨¦s de tres a?os de vanas investigaciones de los Clinton en el asunto Whitewater pod¨ªa extender sus investigaciones a la vida sexual del presidente, que no est¨¢ penada de acuerdo con nuestras leyes. Pero Tripp dijo que la ni?a Monica coment¨® que Clinton dijo: "Ni¨¦galo todo", un consejo sensato si se lo dio, lo cual es discutible, y si se refer¨ªa a cuando hablara con la prensa. El panorama se oscurece si ¨¦l dijo: "Miente bajo juramento", lo cual es perjurio y conlleva tres a?os en la trena si uno es culpable. Como Clinton fue hace tiempo profesor de Derecho en la Universidad, suena muy poco probable. Pero tambi¨¦n es verdad que en este embrollo todo suena as¨ª. Sospecho que, al final, los que sufrir¨¢n las consecuencias no ser¨¢n los Clinton, sino el remilgado ide¨®logo Kenneth Starr y la se?ora Tripp.

P. La estima que los norteamericanos sienten por Clinton, ?se levanta, junto con su, pene?

R. En su discurso sobre el estado de la Naci¨®n, Clinton tiene m¨¢s noticias econ¨®micas buenas que darle al p¨²blico que cualquier presidente en los ¨²ltimos 20 a?os. Esto es lo que le interesa a la gente. Pienso que se va a ver un desbordamiento de simpat¨ªa hacia ¨¦l, y el hecho de que sea desastrosamente heterosexual no deber¨ªa hacemos maldecir, sino m¨¢s bien rogar para que sus poderes viriles sean, por as¨ª decirlo, controlados de cerca. Paula Jones no se ha hecho un lugar en el coraz¨®n de sus conciudadanos. La ni?a Monica elige en estos momentos el silencio -la quinta enmienda en t¨¦rminos legales- como su mejor recurso legal. Ma?ana, jueves, veremos una turba de periodistas insultando a Starr en la cara y ri¨¦ndose de ¨¦l: "?Va a necesitar tres a?os para este caso como necesit¨® para el Whitewater?"

P. ?Tendr¨¢ que pasar Clinton por el impeachment? Y si no, ?por qu¨¦?

R. Dudo mucho que Clinton. tenga que pasar por el impeachment (destituci¨®n). En primer lugar, s¨®lo hay el habitual su palabra contra la de ellas. A menos que el gran pecho de Tripp albergue m¨¢s oscuridad de la que sabemos hasta ahora. En segundo lugar, el Partido Republicano vendr¨¢ corriendo en ayuda de Clinton y evitar¨¢n cualquier procedimiento de impeachment en la C¨¢mara de Representantes. ?Por qu¨¦?: porque, hijos m¨ªos, el presidente Albert Gore habr¨ªa pasado dos a?os en la Casa Blanca antes de las elecciones del 2000, lo que, a menos de una intervenci¨®n divina, le har¨ªa ganar.

Mientras tanto, propongo una enmienda constitucional. Que el juramento del presidente cuando acceda al cargo le. exija no s¨®lo mantener, proteger y defender la Constituci¨®n de Estados Unidos, sino que ¨¦l / ella prometan que su pene/ vagina va a ser empleado / a s¨®lo para el paso de agua, como pretende el Todopoderoso en su infinita Sabidur¨ªa.