Un debate que no se puede eludir

A pesar de los avances de la ciencia, la sociedad no puede evitar el debate. Los trasplantes de ¨®rganos de animales transg¨¦nicos en el hombre se sit¨²an en el punto de encuentro entre la ciencia y la salud, el saber y lo desconocido, la esperanza y el posible drama. Constituyen un cap¨ªtulo esencial en las formidables alteraciones que impone a las sociedades industrializadas el desarrollo, en principio inexorable, de las posibilidades del hombre en relaci¨®n con lo que est¨¢ vivo, sea normal o patol¨®gico.Los intentos para realizar xenotrasplantes en el hombre no son nuevos. Y, podemos afirmar que hasta la fecha todos los trasplantes de ¨®rganos de animales en el hombre se corresponden con un siglo de fracasos m¨¦dicos. Pero tambi¨¦n hay que decir que la biolog¨ªa moderna ha llevado a cabo avances cient¨ªficos sustanciales. La comprensi¨®n cada vez mayor de las leyes y mecanismos de la inmunolog¨ªa permite esperar que progresivamente se conseguir¨¢ dominar el rechazo. Esta esperanza es todav¨ªa mayor ya que, gracias a la gen¨¦tica molecular, sabemos hacer que nazcan animales transg¨¦nicos o, en otras palabras, humanizados, cuyos ¨®rganos sufrir¨ªan menor rechazo.

No obstante, sin duda el error ser¨ªa caer en la mezcla y confundir "avances cient¨ªficos" con "progresos m¨¦dicos". Independientemente de lo reales que sean estos avances, los progresos est¨¢n lejos de lograrse. Lo parad¨®jico es que estos mismos avances permiten evaluar mejor los riesgos inherentes a la utilizaci¨®n de los ¨®rganos animales en la especie humana.

Dilema moderno

Al mismo tiempo, las listas de enfermos "a la espera de un ¨®rgano" se alargan y, desde este punto de vista, el desarrollo de los xenotrasplantes ser¨ªa una formidable respuesta terap¨¦utica. Por tanto, ?c¨®mo avanzar? ?C¨®mo escapar a este dilema moderno? El planteamiento que hoy se adopta y que ha llevado a las autoridades sanitarias de los pa¨ªses industrializados a organizar las primeras pruebas cl¨ªnicas con humanos de xenotras plantes a partir de ¨®rganos de animales transg¨¦nicos es la ¨²nica razonable. Ya ha pasado la ¨¦poca en que los cirujanos con m¨¢s talento decid¨ªan,seg¨²n su conciencia, pasar a la acci¨®n y experimentar en su paciente tal o cual innovaci¨®n. El peso simb¨®lico, lo que hay en juego a nivel sanitario y el impacto econ¨®mico de esta actividad terap¨¦utica, superan con creces el marco de la actividad m¨¦dica tradicional. El control por parte de las autoridades es indispensable. Sin embargo, no deber¨ªa suplir el necesario debate sobre un tema tan importante para la especie humana.