"Me encontr¨¦ a mis amigos como siempre cogidos de la mano"

Luis Miguel Mart¨ªn Rubio, de 35 a?os, es el ¨²nico concejal del Ayuntamiento de Sevilla que vio muerto en la calle a su compa?ero Alberto Jim¨¦nez-Becerril y a su mujer, Ascensi¨®n Garc¨ªa Ortiz. Y tambi¨¦n fue quien tuvo que comunicar de madrugada la noticia a la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, as¨ª como a algunos de los familiares de los fallecidos. Era, adem¨¢s, ¨ªntimo amigo de ambos, tanto, que ten¨ªa previsto almorzar el mismo viernes con el fallecido. Mart¨ªn Rubio, responsable de Seguridad del Ayuntamiento hispalense, asegura que le debe al concejal asesinado el estar ahora en pol¨ªtica.Pregunta. ?C¨®mo se enter¨® de los hechos?

Respuesta. Llam¨® a mi casa el inspector de Polic¨ªa Local. Mi mujer me pas¨® el tel¨¦fono. Una llamada de madrugada en mi casa viene siendo habitual; no de este contenido, pero han existido a lo largo de los dos a?os y medio que llevo en el cargo. P. ?Qu¨¦ hora era?

R. Las dos menos algo de la ma?ana, no lo recuerdo bien. Mi mujer me dijo que era el inspector. ?ste me intent¨® entrar de alguna manera, y me dijo: 'Han asesinado a Alberto Jim¨¦nez-Becerril y a su esposa'.

P. ?Cu¨¢l fue su reacci¨®n?

R. Me desplac¨¦ enseguida al lugar del crimen. Y me encontr¨¦ a mis amigos como siempre los hab¨ªa visto, pr¨¢cticamente cogidos de la mano. No se me borrar¨¢ en toda mi vida.

P. ?C¨®mo comunic¨® la noticia a Soledad Becerril?

R. Fue algo muy duro. La alcaldesa se ech¨® a llorar. Ella vive pr¨®xima al lugar, tard¨® unos cinco o diez minutos en llegar y estaba ya el juez, levantando los cad¨¢veres y la funeraria con los f¨¦retros. No lleg¨® a ver la tragedia que yo vi. Entre los dos nos tuvimos que hacer cargo de ver c¨®mo inform¨¢bamos a los compa?eros, a la familia... P. ?C¨®mo localizaron a la familia?

R. Primero fue al hermano de ¨¦l, que estaba en Madrid. Luego hablamos con un t¨ªo suyo, que pr¨¢cticamente era un padre para Alberto. A casa de la madre mandamos a un familiar. Por parte de ella hablamos con un cu?ado suyo para que lo transmitiera a la hermana de Asen, y as¨ª poco a poco. Luego nos encontramos con el tema de los ni?os, que estaban en casa con una canguro. No hab¨ªa m¨¢s de 20 metros entre donde estaban los cuerpos y la ventana del dormitorio de los chavales; tuvieron que o¨ªr las detonaciones. Los ni?os los han llevado a casa de unos familiares, a una finca. Poco a poco les ir¨¢n diciendo lo que ha ocurrido con sus padres. A la que s¨ª llamamos fue a la canguro, y a la pobre le dio un ataque de nervios.

P. Fue usted el ¨²nico de sus compa?eros que vio los cad¨¢veres.

R. S¨ª, as¨ª es, y por eso quiz¨¢s no he podido reaccionar, hablar con los medios hasta ahora y manifestar cosas que son muy delicadas y que me han marcado un antes y despu¨¦s, como me marc¨® la amistad con Alberto.

P. ?C¨®mo est¨¢ su familia?

R. Mal. Prefiero no hablar de esto. Del asunto de las mujeres y los ni?os, m¨ªa y de mis compa?eros, y de lo que han sentido prefiero no hablar.

P. ?La Polic¨ªa Local va a tomar alg¨²n tipo de medidas?

R. Ya ven¨ªamos haciendo cosas, trabajando en colaboraci¨®n con el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Los concejales hab¨ªamos recibido en su d¨ªa, y la semana pasada lo hablaba yo con mis compa?eros, aviso de que no ten¨ªamos que bajar la guardia en los temas de autoprotecci¨®n dada la situaci¨®n.

P. ?Ten¨ªan conocimiento de alguna amenaza?

R. No, pero sab¨ªamos que los concejales del PP somos objetivo de ETA.