No a la discriminaci¨®n

Lo que ha hecho singular el caso de Karla Faye Tucker ha sido su condici¨®n de mujer. Un total de 74 hombres fueron ejecutados el pasado a?o en todo Estados Unidos -37 en Tejas- sin que sus casos merecieran, tanta atenci¨®n nacional e internacional. A diferencia de Tucker, muchos de ellos se declaraban inocentes. Y como Tucker, muchos dec¨ªan haberse convertido en personas muy religiosas.

"El sexo de Tucker es lo que ha hecho su caso m¨¢s llamativo", reconoci¨® ayer Richard Dieter, director del Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte, organizaci¨®n contraria a este castigo. "Al ser mujer, Tucker ha sido presentada ante el p¨²blico de un modo m¨¢s personal, como un ser humano y no una bestia".

Pero no puede decirse que Tucker haya contado con un apoyo particular entre las mujeres tejanas o norteamericanas. Al contrario, muchas voces femeninas se han elevado estos d¨ªas para pedir que no se hagan excepciones y apoyar su ejecuci¨®n. "Durante a?os las organizaciones de mujeres han exigido igualdad de derechos y de deberes, as¨ª que en materia de cr¨ªmenes lo justo es que aceptemos un castigo igual al de los hombres", dijo ayer Janice Sager, fundadora de Tejanos para una Justicia Igualitaria, grupo que defiende a las v¨ªctimas de delitos. "No importa que Tucker sea una mujer; debe pagar por sus cr¨ªmenes

"No a las excepciones"

"Muchos hombres condenados a muerte han vivido sinceras y profundas experiencias religiosas en prisi¨®n, y no por ello se les ha evitado cumplir la sentencia", declar¨® la abogada Lynn Hecht Schafran. "No creo", prosigui¨®, "que haya que hacer una excepci¨®n con Karla Faye Tucker tan s¨®lo porque sea mujer".David Bow, profesor de Derecho en Houston y autor de un libro en preparaci¨®n sobre Tucker, dijo: "De los ejecutados en este pa¨ªs desde 1976, la mitad eran blancos o hispanos, la mitad se hab¨ªan convertido en personas religiosas y la inmensa mayor¨ªa eran hombres. Pero sus casos no despertaron atenci¨®n porque no ten¨ªan la ventaja de ser tan atractivos f¨ªsicamente y tan buenos oradores como ella".

"Los defensores de Tucker", continu¨®, "han pedido que se haga una excepci¨®n con ella porque es un ser humano. As¨ª que la gran pregunta que deber¨ªamos estar haci¨¦ndonos en estos momentos tr¨¢gicos es por qu¨¦ tanta gente ha conseguido ver la humanidad existente en Tucker mientras que rechaza verla en tantos otros condenados".

Las mujeres constituyen el 6,4% de los 1,2 millones de norteamericanos encarcelados. Desde la restauraci¨®n en 1976 de la pena de muerte en EE UU, s¨®lo una mujer fue ejecutada en 1984.