El qu¨ªmico secuestrado en Algete advirti¨® a su hija que su novio "era un vividor"
Marisa Zaragoza, ex novia de Francisco Javier Cervig¨®n -¨²nico acusado del secuestro y desaparici¨®n del padre de ¨¦sta, el qu¨ªmico de Algete Jos¨¦ Luis Zaragoza-, declar¨® ayer al tribunal que su padre le aconsej¨® en varias ocasiones que rompiera con su Cervig¨®n: "Hija, creo que ese chico no te quiere; no trabaja, no estudia... A ver si es un vividor...!", confes¨® ayer Marisa que le dijo su padre. La Audiencia juzga desde el lunes a Cervig¨®n por haber secuestrado presuntamente al qu¨ªmico para exigir un rescate de 90 millones a la familia de su ex prometida.
Sigue siendo una inc¨®gnita el paradero del qu¨ªmico desde que sali¨® de su chal¨¦ de Algete el 6 de octubre de 1995 con destino a Zaragoza. El hombre iba de caza a Huesca y antes se iba a encontrar con su esposa en la capital aragonesa. Nunca lleg¨® a su destino y, 28 meses despu¨¦s, nada se sabe de ¨¦l.La declaraci¨®n de su hija Marisa, ex novia del acusado, centr¨® ayer la segunda sesi¨®n del juicio. Marisa neg¨® las imputaciones que el d¨ªa anterior verti¨® Cervig¨®n sobre ella: "Todo esto es un montaje de Marisa y de [Jos¨¦] Aliste", dijo en referencia al abogado de la familia. Marisa, firme en sus respuestas, destac¨® que nunca se le pas¨® por la imaginaci¨®n "que Javier, bueno, el acusado" -aclaraba cada vez que se le escapaba el nombre de su ex novio- estuviese detr¨¢s de la desaparici¨®n de su progenitor. Aunque por ley los testigos no pueden mentir -y ella compareci¨® como tal-, el tribunal que preside Jos¨¦ Manuel Maza le indic¨® que, dado que el acusado la implicaba en los hechos, pod¨ªa hacerlo o bien negarse a contestar las preguntas que entendiese pod¨ªan comprometerla.
Cont¨® Marisa que su relaci¨®n sentimental con "el acusado" comenz¨® a enfriarse tras los consejos de su padre, aunque a veces, y para no disgustarle, le ve¨ªa a escondidas. Se sol¨ªan ver en una casa de la calle de Dulzaina, de Madrid, propiedad de sus padres, que ella le prest¨® a ¨¦l para que tuviese un lugar donde estudiar. "Me pidi¨® que le dejase vivir en la casa dici¨¦ndome que era para estudiar". Ella accedi¨®, pero ¨¦l "segu¨ªa sin trabajar y sin estudiar". All¨ª se ve¨ªan con frecuencia.
Cervig¨®n se?al¨® el lunes que en una ocasi¨®n hab¨ªa prestado 38 millones de pesetas a un conocido para una inversi¨®n. El fiscal, extra?ado, le pregunt¨® de d¨®nde hab¨ªa obtenido tantos millones. "De dar clases, de mis trabajos en el extranjero...", repuso Cervig¨®n. "Que yo sepa", subray¨® ayer Marisa, "s¨®lo ha dado clases particulares a un estudiante, pero nunca ha trabajado". Entre ellos hay claras divergencias sobre la actuaci¨®n de cada uno el d¨ªa de la desaparici¨®n del qu¨ªmico. Marisa afirma que ese d¨ªa "el acusado" lleg¨® a la casa de la calle de Dulzaina sobre las cuatro de la tarde, horas despu¨¦s de que lo hiciera ella, que hab¨ªa estado por la ma?ana. en el chal¨¦ de Algete despidiendo a su padre. Seg¨²n Marisa, "el acusado" lleg¨® a casa con dos "ara?azos" debajo de la clav¨ªcula. "Le pregunt¨¦ sobre ellos y me dijo que se los hab¨ªa hecho con la aleta del coche". Marisa record¨® la nula "colaboraci¨®n" que encontr¨® en Cervig¨®n cuando al d¨ªa siguiente acudi¨® a la Guardia Civil para denunciar que su padre no hab¨ªa acudido a la cita con su madre en la capital ma?a. "Le ped¨ª que viniera conmigo a poner la denuncia, pero dijo que no me precipitase y se qued¨® en el coche". Cervig¨®n declar¨® que el d¨ªa 6 estuvo toda la ma?ana en la casa de la calle de Dulzaina. El juicio prosigue hoy.
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