El 'informe Ardanza' exige un alto el fuego definitivo de ETA para dialogar con HB
El inicio de una v¨ªa dialogada -la "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea- para pacificar el Pa¨ªs Vasco s¨®lo ser¨¢ posible tras un cese indefinido de atentados por parte de ETA, y no s¨®lo de una tregua parcial. Unicamente entonces comenzar¨ªa el di¨¢logo de los partidos del bloque democr¨¢tico con representantes de Herri Batasuna, y, nunca con miembros de la banda armada. Estas son las principales premisas expuestas por el lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza en la propuesta que ha presentado a los partidos vascos con la pretensi¨®n de que ¨¦stos aporten sus sugerencias ante una eventual cese de la violencia. Ardanza lamenta que en ocasiones anteriores fue ETA quien tom¨® la iniciativa dejando descolocado al bloque democr¨¢tico.
Con esta propuesta, entregada al jefe del Ejecutivo, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el 17 de enero, el lehendakari acota el significado del punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, sobre las condiciones para un final dialogado del terrorismo, gen¨¦ricas en su formulaci¨®n. Ardanza cierra con ello la posibilidad de que se reproduzcan conversaciones como las de Argel, de 1989, en las que se sentaron en una misma mesa una representaci¨®n del Gobierno y una de ETA. El jueves, Ardanza abordar¨¢ esta propuesta con el secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, y antes de fin de mes lo har¨¢ con Aznar.Ardanza ha realizado en los ¨²ltimos meses una profunda reflexi¨®n sobre la experiencia de los diez a?os de vigencia del Pacto de Ajuria Enea. Su propuesta la recoge un documento de doce folios que est¨¢ en La Moncloa desde hace tres semanas. Es tambi¨¦n su testamento pol¨ªtico como ¨¢rbitro del Pacto. Deja la presidencia del Gobierno vasco en octubre.
El lehendakari pretende tambi¨¦n un doble objetivo: salvar la crisis del Pacto de Ajuria y preparar al bloque democr¨¢tico ante una eventual petici¨®n de tregua a ETA por parte de la nueva Mesa Nacional de HB, que se constituir¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado.
Uno de los aspectos fundamentales de su texto consiste en el establecimiento de las condiciones que el bloque democr¨¢tico impone a ETA sobre la salida a la violencia. Ardanza se ha inspirado en su propia experiencia, las dos treguas que ETA fij¨® en enero de 1989 y en junio de 1996, especialmente esta ¨²ltima, y en experiencias ajenas, como las condiciones que estableci¨® el ex primer ministro brit¨¢nico John Major al IRA para conseguir su alto el fuego.
La conclusi¨®n de Ardanza es que ha sido ETA, en las dos ocasiones en que se ha planteado un di¨¢logo, quien ha tomado la iniciativa. Sucedi¨® en 1989, con las conversaciones de Argel, posteriormente fallidas, y en junio de 1996. Ardanza concede especial importancia a lo sucedido a escasos dos meses de iniciar la andadura el Gobierno del PP.
En junio de 1996, los partidos democr¨¢ticos mantuvieron actitudes contradictorias. ETA plante¨® una tregua de siete d¨ªas a cambio de que el Gobierno agrupara a todos sus presos en c¨¢rceles de Euskadi. Mientras, desde La Moncloa, biso?a en estas lides, se rechazaba la propuesta por su limitad¨ªsimo plazo, el Pacto de Ajuria Enea era m¨¢s cauto y optaba por devolver la pelota a la banda solicit¨¢ndole un plazo mayor -deb¨ªa ser "indefinido"- para abrir un di¨¢logo. Le exigieron tambi¨¦n que fuera plural, con la participaci¨®n de todos los partidos democr¨¢ticos, y la libertad del funcionario de prisiones Jos¨¦ Antonio Ortega Lara, entonces secuestrado.
El ministro del Interior, Jaime Mayor, mantuvo una actitud prudente, en l¨ªnea con el Pacto, lo que termin¨® descolocando a ETA, incapaz de responder a la contrapropuesta de los partidos vascos. Ello permiti¨® desbaratar lo que no era sino una maniobra de la banda.
El otro antecedente es de enero de 1989. ETA. lanz¨® una oferta de tregua de quince d¨ªas, a condici¨®n de abrir un di¨¢logo con el Gobierno, entonces presidido por Felipe Gonz¨¢lez. El Ejecutivo acept¨® y ETA prolong¨® la tregua tres meses. Se iniciaron conversaciones en Argel entre una representaci¨®n del Gobierno y otra de ETA. Pero se estancaron al acercarse el di¨¢logo pol¨ªtico. ETA, a los tres meses, rompi¨® su tregua.
Ardanza ha sacado de estas dos experiencias la conclusi¨®n de que la iniciativa la tom¨® ETA y cogi¨® descolocados a los partidos democr¨¢ticos. Tambi¨¦n que, en ambos casos, se trataron de maniobras t¨¢cticas y no de una voluntad real de la banda armada para dialogar sobre el fin de la violencia. "Todas las treguas de ETA han tenido inter¨¦s t¨¢ctico". "Se trata de que ETA no maneje los tiempos a su gusto". "No podemos estar a merced de los tiempos que fije ETA". Son expresiones del documento del lehendakari.
Di¨¢logo sin chantajes
Por tanto, Ardanza establece ahora unas reglas de juego, que quiere que sean asumidas por todos los partidos y luego sean p¨²blicas, para que ETA sepa a qu¨¦ atenerse. Su base es que el bloque democr¨¢tico aceptar¨ªa s¨®lo un cese ilimitado de la violencia porque un proceso de di¨¢logo no puede estar sometido a la presi¨®n de los plazos. "La tregua parcial se convierte en un instrumento de chantaje para ETA, que amenazar¨ªa en la mesa con la ruptura si la conversaci¨®n no marchara a su gusto", dicen las fuentes consultadas."A estas alturas no ser¨ªa suficiente una tregua limitada en el tiempo", dice el documento. Este pasaje tambi¨¦n cuenta con la influencia de la propuesta de "cese permanente" de la violencia que Major hizo al IRA. El IRA respondi¨® con un "cese cornpleto".
La otra condici¨®n que propone Ardanza es que ETA no sea la interlocutora de las conversaciones con el bloque democr¨¢tico, sino un partido, con apoyo en votos, como es Herri Batasuna. "A estas alturas del proceso, una soluci¨®n pol¨ªtica dialogada a la violencia, a trav¨¦s de un di¨¢logo bilateral entre un Gobierno democr¨¢tico y una organizaci¨®n terrorista, no s¨®lo ser¨ªa de dudosa legitimidad democr¨¢tica sino inviable", dice el documento.
Aqu¨ª cuenta el fracaso de la experiencia de Argel. Ardanza cree "inviable" la repetici¨®n de aquel modelo por la presi¨®n de los partidos democr¨¢ticos y las fuerzas sociales, que no tolerar¨ªan un di¨¢logo con los terroristas. Y de "dudosa legitimidad" porque el propio punto 10 del Pacto se?ala que "las cuestiones pol¨ªticas deben resolverse ¨²nicamente a trav¨¦s de los leg¨ªtimos representantes de la voluntad popular".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Pacto Ajuria Enea
- Treguas terroristas
- Jos¨¦ Antonio Ardanza
- Declaraciones prensa
- Pactos antiterroristas
- Orden p¨²blico
- Pactos pol¨ªticos
- Presidencia Gobierno
- Negociaciones ETA
- Seguridad ciudadana
- Gobierno auton¨®mico
- Pa¨ªs Vasco
- Proceso paz
- Pol¨ªtica antiterrorista
- ETA
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Lucha antiterrorista
- Comunidades aut¨®nomas
- Grupos terroristas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Gente
- Conflictos
- Terrorismo
- Administraci¨®n Estado
- Eventos