La Asamblea francesa aprueba la semana laboral de 35 horas con la oposici¨®n de la derecha

La Asamblea Nacional francesa aprob¨® ayer, en primera lectura, la llamada ley de las 35 horas por 316 votos a favor y 254 en contra. Los diputados de izquierda -PS, PCF, radicales, y verdes- respaldaron la ley, mientras que los gaullistas, liberales y democristianos se pronunciaron en contra. La norma ofrece, a cambio de menos horas, flexibilidad de jornada y la posibilidad de calcularla en c¨®mputo anual e impone moderaci¨®n salarial. Adem¨¢s permite al Estado establecer el objetivo, el calendario y el monto de las subvenciones a los empleos que se generen, pero deja en manos de la patronal y de los sindicatos el negociar las modalidades de la aplicaci¨®n de la reducci¨®n de jornada.

La ley pasar¨¢, a partir del 3 de marzo, a ser examinada por el Senado, donde sin duda la mayor¨ªa conservadora aprobar¨¢ un buen n¨²mero de enmiendas que luego, de nuevo en la Asamblea Nacional, ser¨¢n revisadas para la aprobaci¨®n definitiva del texto. Entre el Senado y la revisi¨®n de los diputados se celebrar¨¢n unas elecciones regionales que servir¨¢n de test a la popularidad del Gobierno y sus iniciativas legislativas.La ley de las 35 horas establece que, antes del a?o 2000, las empresas de m¨¢s de 20 empleados deber¨¢n haber adoptado la semana laboral con la citada, duraci¨®n. Si esta reducci¨®n del tiempo de trabajo va acompa?ada de aumentos de la plantilla, como m¨ªnimo de un 6%, la empresa tendr¨¢ derecho a recibir distintos tipos de ayudas.

Las subvenciones al empleo pueden llegar hasta los 12.000 francos anuales por trabajador (300.000 pesetas) en el caso de que, en vez de la jornada de 35 horas, se opte por la semana de cuatro d¨ªas, con reducci¨®n hasta 32 horas. Las empresas de menos de 20 trabajadores dispondr¨¢n de un plazo mayor para adaptarse, hasta el a?o 2002.

Para Martine Aubry, ministra de Empleo y Solidaridad, "esta ley no va ni en contra de las empresas ni en contra de los asalariados sino en favor de la creaci¨®n de puestos de trabajo", pero, en ning¨²n caso, es "la ¨²nica arma para luchar contra el paro".

La aparici¨®n de condicionales y cautelas en las declaraciones de Aubry y de varios ministros socialistas hay que relacionarlos con que la ley, para ser eficaz socialmente, precisa de una reorganizaci¨®n interna de las empresas para mejorar la productividad y de moderaci¨®n salarial, adem¨¢s de un contexto internacional favorable y un control del gasto p¨²blico. De reunirse todas esas circunstancias, las estimaciones hablan de creaci¨®n de empleo, neta, de 750.000 puestos de trabajo en tres a?os.

La ley permite al Estado establecer el objetivo, el calendario y el montante de las subvenciones, pero deja en manos de la patronal y los sindicatos la negociaci¨®n sobre su aplicaci¨®n. El Gobierno y el sindicato CFDT (socialista) defienden la necesidad de aceptar el c¨®mputo anual del tiempo de trabajo, creando as¨ª una cuenta de ahorro trabajo-tiempo reconvertible en d¨ªas de descanso a "gastar" cada a?o.

La patronal ha arremetido en repetidas ocasiones contra la ley por estimar contraproducente su car¨¢cter "autoritario, su complejidad y el que limite el aumento de poder adquisitivo de los trabajadores y desmotive a los empresarios".

Apoyo de grandes almacenes

Los empresarios de grandes almacenes ahora han sido los primeros en reaccionar, manifest¨¢ndose favorables a la ley, siempre y cuando los 40.000 trabajadores del sector acepten el c¨®mputo anual de su jornada y una mayor flexibilidad, para as¨ª poder abrir sus instalaciones 13 horas por d¨ªa, incluidos los domingos, en vez de 11 diarias sin domingos. Los sindicatos critican la falta de garant¨ªas sociales en la propuesta de los empresarios.Otra inc¨®gnita es la referida al sector p¨²blico. Hasta ahora, el Gobierno ha mantenido en una nebulosa si aplicar¨¢ la semana de 35 horas a los funcionarios. Dado que el sector p¨²blico franc¨¦s est¨¢ sobredimensionado -alrededor de 5 millones de funcionarios- son varios los ministerios que pretenden reducir su plantilla aprovechando las jubilaciones.

En realidad, seg¨²n algunas fuentes, entre un 72% y un 90% de los trabajadores del sector p¨²blico ya gozan de un estatuto especial que les permite trabajar menos de 35 horas semanales.