"El plan de Ardanza tiene aspectos perniciosos"
El PSOE pretende jugar un papel de bisagra ante la propuesta del lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, respecto a una salida dialogada a la violencia en el Pa¨ªs Vasco, la crisis de Ajuria Enea y los enfrentamientos entre el Gobierno central y el PNV sobre la pol¨ªtica antiterrorista. A juicio de Ram¨®n J¨¢uregui, las prioridades son sacar al Pacto de los problemas que le afectan desde hace tres a?os por las diferencias entre los nacionalistas y los no nacionalistas; reconducir la estrategia del Ejecutivo en relaci¨®n con ETA, y reflexionar sobre la manera adecuada de dar la respuesta social al terrorismo.
Pregunta. ?La propuesta de pacificaci¨®n planteada por Ardanza, a los partidos del Pacto de Ajuria. Enea merece, en principio, una consideraci¨®n o un rechazo?
Respuesta. La vamos a considerar porque el lehendakari tiene para nosotros un margen de confianza como administrador del Pacto y porque, si el Pacto no abre ese di¨¢logo, nos arriesgamos a que, tras las elecciones vascas, con otro presidente, tenga problemas de continuidad. No obstante, somos muy esc¨¦pticos sobre la oportunidad de mantener conversaciones mientras ETA mata.
P. El lehendakari parte de la base de que es conveniente ofrecer un portillo de salida al terrorismo.
R. Es una eterna discusi¨®n entre quienes pensamos que los di¨¢logos p¨²blicos sobre la violencia retroalimentan el fen¨®meno y quienes consideran que estas salidas favorecen a los sectores del entorno de ETA que preconizan su final. Pero hay que tener un criterio de oportunidad. Defender determinados postulados pol¨ªticos como salida a la violencia es un error en general y hacerlo en plena ofensiva terrorista m¨¢s a¨²n.
P. ?Puede suceder ahora que estos movimientos se animen ante la autonom¨ªa que Herri Batasuna reivindica respecto a ETA?
R. No lo creo. HB tiene asumido un cierto distanciamiento de ETA, consciente de que ETA se mueve por s¨ª sola, en ofensiva, con una clara orientaci¨®n pol¨ªtico-militar. HB sabe que ETA va a seguir en los atentados y en la kale borroka [lucha callejera] y que le va a repercutir electoralmente. Pero HB no se opone a ese desenlace y claudica de jugar pol¨ªticamente ante ETA. No creo, pues, que las ofertas de generosidad o de salida pol¨ªtica sirvan para nada. Pueden resultar contraproducentes. Adem¨¢s, ETA no tiene inter¨¦s en que nadie le arregle el problema. Exige su protagonismo. La ra¨ªz de la violencia es mafiosa, de poder. En la medida en que reafirme su utilidad, la violencia le fortalece. [De ese modo] inocularemos a la sociedad vasca el virus de la violencia para siempre.
P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta de Ardanza de adelantarse a una hipot¨¦tica tregua de ETA fij¨¢ndole las condiciones?
R. Me parece demasiado te¨®rica. Interpreto que Ardanza quiere recorrer el camino que se producir¨ªa despu¨¦s de esa tregua y somos contrarios a los t¨¦rminos en que plantea el debate.
P. ?Hay expectativas de tregua de ETA?
R. Se habla. Pero, en estos momentos, ser¨ªa la consecuencia de la ofensiva terrorista y revelar¨ªa de manera muy preocupante su iniciativa. Ir¨ªa acompa?ada de condiciones posiblemente inaceptables y eso es peligroso. La tregua tiene que ser consecuencia de una gestaci¨®n mucho m¨¢s compleja y discreta.
P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta del lehendakari de que los partidos del Pacto deben abrir un di¨¢logo pol¨ªtico sin l¨ªmites cuya conclusi¨®n debe aceptar el Gobierno central y, luego, abrirse a HB?
R. Esta propuesta parte de que existe un d¨¦ficit democr¨¢tico en Euskadi y la forma de superarlo que establece es con un plus al nacionalismo. Me niego a asumirlo. Euskadi ha votado libremente desde hace 20 a?os. Todas las ideas son posibles. S¨®lo requieren la mayor¨ªa. La tentaci¨®n de un plus nacionalista al estatus jur¨ªdico-pol¨ªtico vasco va contra el sentimiento de la opini¨®n p¨²blica y contra la realidad electoral vasca, que camina hacia menos nacionalismo. Es una equivocaci¨®n desarrollar prematuramente ese debate. Es poner el carro delante de los bueyes. Me parece pernicioso.
P. Entonces, rechaza esa parte de la oferta.
R. Es un dibujo equivocado. El conflicto en Euskadi es de democracia. Nos va a obligar a devolver la pelota a nuestros contertulios nacionalistas: reflexionar sobre una subcultura de la violencia en el Pa¨ªs Vasco; la confusi¨®n entre fines y medios; la perpetuaci¨®n desde una cobertura ideol¨®gica de mitos y milenarismos que son el caldo de cultivo de los j¨®venes violentos... Todo esto es falso y se perpetua con una penetraci¨®n educativa peligros¨ªsima. Ardanza nos va a encontrar mucho mas identificados con el discurso que elabor¨® en 1989, el de que de los violentos no s¨®lo nos separan los medios, sino tambi¨¦n los fines, o [con] la autocr¨ªtica de [Xabier] Arzalluz [el presidente del PNV] al reconocer que el nacionalismo hab¨ªa hecho mal en no considerar vascos a los no nacionalistas. La pluralidad es la salida del t¨²nel. La salida por una puerta autodeterminista es falsa y a ETA tampoco le interesa. Es el camino inverso y por ah¨ª no nos vamos a entender.
P. ?Cu¨¢l es la propuesta del PSOE?
R. El di¨¢logo tiene que tener como desenlace una reafirmaci¨®n del Pacto de Ajuria Enea de 1988. Es imprescindible reiterar los principios de que no hay di¨¢logo pol¨ªtico hasta que ETA deje de matar, que ese di¨¢logo tiene que circunscribir se al marco del Estatuto y la Constituci¨®n y democracia, que, en todo es posible contando con las mayor¨ªas. Tampoco descarto que sobre estos principios surjan cauces por los que transite la reconciliaci¨®n en Euskadi. Pero cualquier acuerdo debe tener, al menos, los mismos apoyos que el documento original del Pacto. Adem¨¢s, el Pacto debe jugar un papel en la reconducci¨®n de la pol¨ªtica antiterrorista. En plena iniciativa de ETA, y lo que pueda venir, es la asignatura pendiente mas importante que tiene hoy la pol¨ªtica espa?ola.
P. ?No cree que el cuestionamiento de una parte de la propuesta de Ardanza es aceptar una pol¨ªtica de resistencia?
R. En momentos como los presentes poco m¨¢s se puede y se debe decir. Desde la sociedad vasca hemos hecho reiterad¨ªsimas ofertas de generosidad y de di¨¢logo pol¨ªtico y ya conocemos los resultados. Mientras la estrategia de ETA sea agredir de manera tan salvaje a los estamentos mismos del sistema democr¨¢tico, cuando lanza tal pulso al Estado, lo que est¨¢ en juego es el Estado mismo. Nuestra posici¨®n es defender el Estado.
P. ?Cree que la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno tiene alg¨²n d¨¦ficit?
R. El Gobierno debe someter su pol¨ªtica antiterrorista a un consenso b¨¢sico con el PSOE y el PNV. Si no, nos encontramos con situaciones como las de estos d¨ªas. El conflicto de las prisiones es expresi¨®n de una profunda desconfianza entre el PP y el PNV en la lucha antiterronista que viene precedido del conflicto policial, que es intolerable. Debe consolidarse un n¨²cleo duro con el Gobierno, el PNV y el PSOE que no acepte el esquema actual aunque el ministro [del Interior] se sienta plenamente convencido de su estrategia. [Jaime] Mayor tiene que saber que la capacidad de desligitimaci¨®n del PNV en la pol¨ªtica antiterrorista es enorme. El Gobierno debe tener cierta humildad, reducir la soberbia de sus convicciones y someter al mantel com¨²n la estrategia.
P. ?Eso significa que la pol¨ªtica penitenciaria debe salir de la competencia del Gobierno?
R. Es competencia incuestionable de Mayor. Pero tiene que escuchar la opini¨®n de los dem¨¢s partidos porque es un elemento de la pol¨ªtica antiterrorista. Eso vale para la pol¨ªtica policial, penitenciaria; para la comunicaci¨®n confidencial sobre lo que pasa en la banda, y para enarbolar un discurso com¨²n sobre las l¨ªneas de la pol¨ªtica antiterrorista. Ante ETA, que es el enemigo, debe haber posiciones comunes. Esta es la primera urgencia en estos momentos.
P. ?Cree que Interior se reserva demasiadas competencias o que el problema est¨¢ en el PNV, que tensa la cuerda?
R. El problema es que hay una desconfianza total. Tambi¨¦n en el PSOE hay un recelo cuando vemos el tratamiento que [Jos¨¦ Mar¨ªa] Aznar dio a [Joaqu¨ªn] Almunia en la ¨²ltima entrevista, cuando la colecta para proteger a cargos del PP. Hay que reconducir la estrategia antiterrorista y tiene que hacerlo el Gobierno buscando ese n¨²cleo b¨¢sico entre el PNV y el PSOE que encauce los problemas policiales, la pol¨ªtica penitenciaria, el discurso com¨²n, el tratamiento a las crisis o la forma en que concebimos las tomas de temperatura sobre lo que pasa en ETA. Esto tiene que ser material de confianza mutua y hoy no lo es. No comprendemos que el PP pacte con el PNV dejando fuera el entendimiento en esta materia. Lo que importa del pacto con el PNV no son sus votos, sino su efecto cualitativo en la lucha antiterrorista.
P. ?Cuestiona usted la pol¨ªtica de rechazo a las tomas de temperatura en el entorno de ETA que mantiene el Gobierno?
R. Todo Gobierno tiene que tener el m¨¢ximo de informaci¨®n del enemigo. Le dir¨ªa al Gobierno que actuara con inteligencia y discreci¨®n. Es compatible con la dignidad democr¨¢tica.
P. ?Cree que deben revisarse otros aspectos de la lucha antiterrorista?
R. Hacen falta unas mismas referencias sobre el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea. Hay un l¨ªo tremendo sobre qu¨¦ hacer y un recelo interpartidario. Hay la tentaci¨®n partidaria de convocar manifestaciones, con una respuesta institucional y medi¨¢tica a los atentados, que provoca en sectores de ETA la tentaci¨®n de seguir por la misma v¨ªa por su gran impacto. Hay que reflexionar sobre esto.
P. ?Y la pol¨ªtica penitenciaria?
R. La pol¨ªtica penitenciaria es un elemento importante en la lucha antiterrorista. Los presos de ETA no reivindican m¨¢s muertos, sino lo contrario. Por eso la pol¨ªtica penitenciaria es b¨¢sica. Cuando el conjunto de los presos de ETA manden mensajes en esa direcci¨®n, ser¨¢ posible la tregua. Basta con ver la declaraci¨®n de Downing Street y la de la tregua del IRA. Fueron los presos del IRA con el Sinn Feinn las dos piezas clave. Hoy la pol¨ªtica penitenciaria est¨¢ sometida a par¨¢lisis.
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