Su obra en Espa?a
Ernst J¨¹nger ha tenido buena fortuna en Espa?a, al menos por lo que toca a sus libros. Al alcance del lector se encuentran m¨¢s de una veintena de sus obras, y ya hace tiempo que la editorial Tusquets emprendi¨® la publicaci¨®n de sus diarios completos y de sus m¨¢s significativos ensayos, encomend¨¢ndolos a un traductor de ¨¦lite: Andr¨¦s S¨¢nchez Pascual, no por casualidad traductor tambi¨¦n de Nietzsche, uno de los pilares en que se fundamenta el pensamiento de J¨¹nger.Quien pretenda, pues, aproximarse a la figura y a la obra de este autor puede escoger entre varias trayectorias. La m¨¢s recomendable empezar¨ªa por sus escritos primeros. Y en el umbral de los mismos, por una novelita extraordinaria, hoy pr¨¢cticamente inencontrable, Juegos africanos (1936, Guadarrama, 1970), donde evoca la insensata aventura de su alistamiento en la Legi¨®n Extranjera, con s¨®lo 18 a?os. Inmediatamente despu¨¦s habr¨ªa que leer el libro que lanz¨® a J¨¹nger a la fama y lo convirti¨®, para bien y para mal, en figura emblem¨¢tica de la Alemania de entreguerras: Tempestades de acero (1920, Tusquets, 1987), impresionante relato de su participaci¨®n en la Gran Guerra, en la que J¨¹nger, por cierto, combati¨® justo en el frente contrario en el que luchaba Robert Graves, quien, a su vez, hab¨ªa de contar su experiencia en unas memorias de guerra tambi¨¦n famosas: Adi¨®s a todo eso.
Es a la luz de este testimonio de un h¨¦roe soldado como conviene leer el ensayo m¨¢s pol¨¦mico, m¨¢s fascinante y m¨¢s peligroso de J¨¹nger, El trabajador (1932, Tusquets, 1990), que le atraer¨ªa la admiraci¨®n y el respeto de las autoridades nacionalsocialistas. Y para vislumbrar en qu¨¦ sentido el propio J¨¹nger marc¨® las distancias con las mismas hay que leer su novela fundamental, la bell¨ªsima Sobre los acantilados de m¨¢rmol (1939, Destino, 1962, 1986).
A partir de aqu¨ª, lo mejor es sumergirse en las lecturas de los diarios, sin duda una de las cimas del g¨¦nero en este siglo, muy en particular por lo que toca a los dos vol¨²menes de Radiaciones (Tusquets, 1989, 1992), correspondientes a los a?os de la Segunda Guerra Mundial. Es a partir de las perspectivas complej¨ªsimas que en ellos se abre como mejor se entienden algunos de los ensayos reunidos tanto en La paz como en Sobre el dolor (Tusquets, 1.995, 1996), as¨ª como el apasionante di¨¢logo a distancia mantenido por J¨¹nger y Heidegger en Acerca del nihilismo (Paid¨®s, 1994).
Prolongando siempre un pensamiento que conserv¨® a lo largo de todo un siglo Una formidable coherencia, puede leerse a continuaci¨®n La emboscadura (Tusquets, 1988), y seguir con, El problema de Aladino (C¨¢tedra, 1987), hasta el ya muy tard¨ªo La tijera (Tusquets, 1993), todo un testamento que se resuelve, en rigor, en una iluminada, prof¨¦tica declaraci¨®n de inmortalidad. En la ¨®rbita (pero tambi¨¦n en el centro m¨¢s secreto) de esta secuencia no puede dejar de mencionarse El libro del reloj de arena (Argos Vergara, 1985), seguramente el ensayo m¨¢s cl¨¢sico y m¨¢s apasionadamente recomendable de su autor.
En paralelo a veces estricto en sus ensayos se desarrolla la obra novel¨ªstica de J¨¹nger, traducida en buena parte, y en la que destacan dos t¨ªtulos mayores, Eumeswil y Heli¨®polis (Seix-Barral, 1980, 1981) , inquietantes utop¨ªas a cuya sombra cabe leer otras dos novelas asimismo extra?as y notables: Abejas de cristal y Visita a Godeholm (Alianza, 1981, 1983). Como obras marginales, pero acaso literariamente m¨¢s apetecibles, quedan El tirachinas (Tusquets, 1987) y Un encuentro peligroso (Seix-Barral, 1985), la primera, evocadora de las ya remotas experiencias escolares del propio J¨¹nger, y la segunda, una novela policiaca te?ida de tonos crepusculares.
Recapitulando todas estas lecturas, cabe mencionar, entre la abundante bibliograf¨ªa sobre J¨¹nger, dos libritos muy recomendables: las Conversaciones con Ernst J¨¹nger, de Julien Hervier (Fondo de Cultura Econ¨®mica, 1986), y un volumen conmemorativo de sus 100 a?os en el que se recogen contribuciones de Juan Garc¨ªa Ponce, Fernando Savater y Adolfo Casta?¨®n, entre otros: Ernst J¨¹nger: tres siglos (Ediciones Heli¨®polis, M¨¦xico, 1995). En contrapunto con ellos cabe a?adir el volumen de aforismos publicado por el mismo J¨¹nger bajo el t¨ªtulo El autor y la escritura (Gedisa, 1987).
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