Visitas en prisi¨®n
Esta es la carta que me ha enviado una amiga: "Mi amigo est¨¢ recluido en la c¨¢rcel de Carabanchel. Yo quer¨ªa ver a mi amigo. Hechos los tr¨¢mites requeridos (solicitud, identificaci¨®n, autorizaci¨®n ... ), me fu¨ª a Carabanchel a las once de un s¨¢bado de este g¨¦lido mes de diciembre pasado. El p¨®rtico de la c¨¢rcel es una marquesina met¨¢lica cubierta en uno de los costados y en un frente, y abierta en el resto.En la marquesina se albergaba, aquel d¨ªa que yo estuve, una cola de personas larga como la misma marquesina. Eran padres / madres, hermanos / as, esposos /as, hijos / as y amigos / as que quer¨ªan ver a su familiar, siquiera fuera entre las rejas. Yo esper¨¦ aproximadamente una hora. Llegado mi turno, no pude entrar porque me faltaba algo en los tr¨¢mites seguidos para mi visita. En aquella marquesina donde estuve una hora a pie quieto, fui y fuimos todos combatidos por la humedad y por las corrientes de aire que se organizaban por su lateral y su frente abiertos, de tal manera que dif¨ªcilmente pod¨ªa articular palabra y con dificultad pod¨ªa movilizar mis articulaciones. Los pies avanzaban r¨ªgidos y s¨®lo con un gran esfuerzo para no perder mi puesto de la cola entre mis compa?eros de penas.
?Y por qu¨¦ tanta pena y tanta fatiga? ?Es que no s¨®lo se condena al recluso, sino que tambi¨¦n se extiende la pena a los familiares que tienen que esperar relegados a un espacio abierto, ¨ªnmundo e inh¨®spito? ?Es demasiado aparejar un lugar, si no abrigado, al menos cerrado, donde la espera se haga soportable y donde se sienta uno tratado con humanidad? ?Es que el fin de las c¨¢rceles al privar de la libertad es hacer sufrir y, por a?adidura, sentir como extra?o lo m¨¢s ¨ªntimo que tienen los presos, que son sus familiares? ?Se olvida que el objetivo primordial de la reclusi¨®n es conseguir la posible reinserci¨®n del hombre en la sociedad, y que esto dif¨ªcilmente se logra sin alguna relaci¨®n y conocimiento de las familias, cuyo dolor se agrava y se endurece por este trato?.-
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