En tanque a Europa.
ESPA?A VA a negociar la compra de 235 carros de combate alemanes Leopard 2E. Se trata del mayor contrato suscrito por el Ej¨¦rcito de Tierra en su historia. En la cumbre hispano-alemana celebrada ayer en El Escorial, el presidente Aznar relacion¨® esa inversi¨®n con la necesidad de modernizar las Fuerzas Armadas con vistas a su total profesionalizaci¨®n. Un programa de este calibre -318.000 millones de pesetas entre el 2000 y el 2006- no debe hurtarse al Parlamento: es all¨ª donde el Gobierno ha de explicar claramente los pormenores de un contrato que deber¨ªa contar con contrapartidas en diversos terrenos.Con la diversidad -sin parang¨®n en otros pa¨ªses europeos- de carros de combate de que dispone Espa?a en la actualidad (M-48 y M-60 estadounidenses, AMX-30 franceses y Leopard alemanes), el Ej¨¦rcito incurre en el cuantioso coste a?adido que supone tener abiertas tres l¨ªneas de mantenimiento y adiestramiento. Se impon¨ªa una racionalizaci¨®n. La modernizaci¨®n de los carros deriva tambi¨¦n del compromiso espa?ol de asignar una divisi¨®n mecanizada al Eurocuerpo, al que ser¨¢n destinadas estas nuevas unidades. Ahora bien, dadas las carencias del Ej¨¦rcito espa?ol y sus previsibles escenarios estrat¨¦gicos, no es evidente la prioridad en la adquisici¨®n de carros respecto a la de helic¨®pteros de combate (principal elemento anticarro en la guerra moderna). Se requiere, al menos, un debate que deb¨ªa haberse producido ya con el anterior Gobierno, en 1994, cuando se dieron los primeros pasos. De confirmarse, ¨¦sta ser¨¢ la ¨²ltima gran compra en Europa de la actual generaci¨®n de carros de combate. Por ello, Espa?a ha de asegurar suficientes retornos tecnol¨®gicos y de otro tipo en la fabricaci¨®n de estos Leopard 2E; no s¨®lo para recuperar una parte de la inversi¨®n, sino para asegurar su participaci¨®n en la concepci¨®n y desarrollo de la siguiente generaci¨®n de tanques en Europa. Un 80% de retornos (60% de coproducci¨®n) parece razonable, aunque no alcanza las cifras del programa de compra de los aviones F18. Espa?a ha de granjearse un mayor respeto industrial para que se nos tenga en cuenta en Europa. Por ejemplo, no es de recibo que brit¨¢nicos, franceses y alemanes se concierten sobre el futuro del Airbus y de la industria aeronaval sin que Espa?a sea invitada.
Esta cuesti¨®n de la industria aeronaval fue una de las abordadas en la cumbre de ayer, en la que Aznar apost¨® no s¨®lo por el Leopard 2E, sino tambi¨¦n por ese tanque pol¨ªtico que es Helmut Kohl. La cumbre ha llegado unas pocas semanas antes de la decisi¨®n de mayo sobre la participaci¨®n en el euro y unos meses antes de las elecciones de septiembre en Alemania. ?Estar¨¢ Kohl, en la cumbre bilateral de 1999? La respuesta, claro est¨¢, no la tiene Aznar, aunque haya apostado abiertamente -quiza demasiado expl¨ªcitamente, en t¨¦rminos diplom¨¢ticos- por la viictoria del ¨²ltimo de la quinta de Maastricht, sino los electores alemanes, y en particular los de Baja Sajonia, que al votar el pr¨®ximo domingo en su elecci¨®n regional deciden tambi¨¦n si el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der ser¨¢ candidato a canciller el 27 de septiembre.
Est¨¦ quien est¨¦ en la canciller¨ªa a partir de esa fecha, la relaci¨®n con Alemania es estrat¨¦gica para Espa?a. Pero no ser¨¢ un camino de rosas. En Alemania, el clima preelectoral distorsiona en parte el debate sobre su contribuci¨®n financiera a la Uni¨®n Europea, motivo por el que ambas delegaciones prefirieron pasar por ese asunto como sobre ascuas. Para Espa?a, la preservaci¨®n de los fondos comunitarios sigue siendo esencial, aunque nada f¨¢cil de defender en el contexto de las nuevas cuentas a partir del 2000 o de los costes de la ampliaci¨®n al Este. Aznar sabe que al final del actual periodo, en 1999, Espa?a estar¨¢ recibiendo de la UE un flujo neto equivalente a un 2% del PIB, es decir, una cantidad considerable. Para preservarlo es necesario cultivar el esp¨ªritu que ayer domin¨® las reuniones en San Lorenzo de El Escorial.
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