"Quiero poner orden en este pa¨ªs
ENVIADO ESPECIAL
El comandante en jefe de las Fuerzas Militares de Colombia hasta mediados del pasado a?o, el general Harold Bedoya, candidato presidencial con posibilidades en las elecciones de mayo pr¨®ximo -es tercero en los sondeos, con una intenci¨®n de voto en torno al 14%- responsabiliza al jefe del Ejecutivo, Ernesto Samper, del reciente aniquilamiento de un destacamento de soldados en Caquet¨¢. El general tambi¨¦n rechaza la mediaci¨®n extranjera, incluida la de Espa?a, en un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN). Bedoya, de 59 a?os, cuyas discrepancias con Samper culminaron con su destituci¨®n, acusa al presidente de traici¨®n a la patria por haber ordenado en 1997 el desalojo de una extensa franja del sur, "de 12.000 o 15.000 kil¨®metros", para facilitar la entrega de 60 soldados secuestrados por la guerrilla. El l¨ªder del Movimiento Fuerza Colombia, sostiene que el jefe del Ejecutivo promueve un proceso de paz con fines electorales, y se somete a la voluntad de las mafias.
Pregunta. El presidente ha sido muy activo en el proceso de paz, incluso habl¨® con Fidel Castro en Isla Margarita.
Respuesta. La paz es [para Samper] un instrumento pol¨ªtico, es para recoger votos para su candidato [Horacio Serpa, ex ministro del Interior]. Eso es sencillamente.
P. ?Qu¨¦ le parece la mediaci¨®n de Espa?a?
R. No s¨¦ que est¨¢ haciendo Espa?a en la mediaci¨®n, pero aqu¨ª lo que han querido hacer es comprometer en un problema que, primero, es colombiano; segundo, es de narcotr¨¢fico, y tercero, es un problema de terrorismo que no han querido resolver. Traer gente de afuera para resolver lo que el Gobierno no quiere resolver es absurdo.
P. Usted lleva fama de querer arreglar las cosas a sangre y fuego.
R. Yo no estoy hablando de sangre y fuego. M¨¢s sangre y fuego ?para d¨®nde? Sangre y fuego es con lo que las mafias acaban con este pa¨ªs. Hacen sangre y fuego con los campesinos, con la gente de la ciudad, con la infraestructura del Estado, con los extranjeros que vienen a Colombia, a quienes secuestran y matan. Yo lo que quiero es acabar con eso poniendo orden, autoridad y justicia a este pa¨ªs.
P. ?De qu¨¦ manera se resuelve el problema de la guerrilla?
R. No es el problema de las guerrillas, sino el problema de las mafias, porque esto es un problema de mafias. Unas est¨¢n en el poder, con cuello blanco, otras est¨¢n en las c¨¢rceles y otras est¨¢n en las selvas cuidando los laboratorios. Las FARC y el ELN son socios con los Rodr¨ªguez Orejuela [capos del narcotr¨¢fico]. Hay que tomar la decisi¨®n pol¨ªtica de enfrentar un problema que es de Estado. No es un problema de soldados. Todo el pueblo se tiene que levantar contra esas organizaciones criminales, como sucede all¨¢ en Espa?a o en cualquier naci¨®n civilizada del mundo.
P. ?Por qu¨¦ culpa al presidente del desastre de Caquet¨¢?
R. Todo es consecuencia directa de la decisi¨®n pol¨ªtica tomada en forma irresponsable por Santer y su ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, quienes, en un acto de traici¨®n a la patria, ordenaron a las Fuerzas Militares, en dos ocasiones y de forma absurda, retirarse de una extensa porci¨®n del territorio nacional renunciando a su soberan¨ªa en favor de las bandas peligrosas narcoterroristas. Todo fue por querer recibir a 60 soldados secuestrados que no estaban all¨ª, para justitificarse ante el mundo. Todo eso era mentira.
P. ?No es un poco duro acusarle de traici¨®n a la patria?
R. No es duro, es un delito que est¨¢ en los c¨®digos penales. Cuando se desocupan territorios se desintegra la naci¨®n.
P. ?Entorpece la pol¨ªtica la estrategia militar?
R. La estrategia militar, tan importante para luchar contra las bases del narcotr¨¢fico, est¨¢ siendo entorpecida por la politiquer¨ªa de un Gobierno que no ha querido entender que las mafias del narcotr¨¢fico est¨¢n interfiriendo en el desarrollo del pa¨ªs, en su seguridad y en su econom¨ªa. Las consecuencias ya las estamos viendo. En las zonas entregadas ya hay laboratorios, ya hay cultivos [de coca] y terroristas.
P. Las FARC asestan golpes contundentes. ?Ganan la guerra?
R. No, lo que pasa es que la estrategia militar no est¨¢ siendo apoyada por la estrategia pol¨ªtica. El Ej¨¦rcito est¨¢ un a?o limpiando la zona de delincuentes, de terroristas, de narcos, y un d¨ªa el presidente toma la decisi¨®n de desocuparlas. As¨ª ning¨²n Ej¨¦rcito gana una guerra.
P. Lo cierto es que el Estado pierde presencia en el sur.
R. La autoridad se retir¨®. Dos veces, hizo [Samper] esa gracia. Permitieron el ingreso de gasolina y cemento al ¨¢rea cuando antes todo eso estaba controlado. Se abrieron las compuertas. Todo eso va para los laboratorios [del narcotr¨¢ficol.
P. Es usted muy duro con el Gobierno.
R. Porque es un Gobierno que no quiere gobernar, que impide que se extradite a los narcotraficantes. Se ha sometido a lo que digan los delincuentes. Les entrega la soberan¨ªa. Cada vez que hay un secuestro, un crimen, un asesinato, les ofrecen paz, paz y paz pero nadie sabe qu¨¦ es paz. Y todos sabemos que es para hacerle campa?a a su candidato, que es el que est¨¢ ofreciendo paz pero nadie sabe a costa de qu¨¦. Y hay dineros del narcotr¨¢fico que est¨¢ regando por todo el pa¨ªs para perpetuarse en el poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.