EL PA?S publica el primer cap¨ªtulo de las memorias de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez
"Mi madre me pidi¨® que la acompa?ara a vender la casa. Hab¨ªa llegado esa ma?ana desde el pueblo distante donde viv¨ªa la familia, y no ten¨ªa la menor idea de d¨®nde encontrarme". As¨ª comienza el primer cap¨ªtulo de las memorias del premio, Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que EL PA?S publicar¨¢ en exclusiva el pr¨®ximo domingo.
Dichas memorias, que se titular¨¢n Vivir para contarlo, ocupan en estos momentos la mayor parte de la actividad literaria del escritor colombiano, el m¨¢s universal en lengua castellana. En este primer cap¨ªtulo relata un viaje con su madre en barco, desde Barranquilla a Aracataca, en el que le explica su pasi¨®n desbordada por ser escritor; cuando su madre pregunta a Garc¨ªa M¨¢rquez c¨®mo cont¨¢rselo a su padre -"que me habr¨ªa perdonado lo que fuera, menos que no colgara en la pared cualquier diploma acad¨¦mico que ¨¦l no pudo tener"- el joven, de 23 a?os, le responde: "D¨ªgale que lo ¨²nico que quiero en la vida es ser escritor, y que lo voy a ser".El primer tomo de estas memorias estar¨¢ dedicado, precisamente, a los esfuerzos y al m¨¦todo seguido por Garc¨ªa M¨¢rquez para convertirse en el escritor que ha llegado a ser. Sus lectores m¨¢s cercanos identificar¨¢n en este primer cap¨ªtulo diversas historias, incluso algunas frases que figuran ya en sus libros anteriores. En ¨¦l est¨¢ descrita, por ejemplo, la primera vez que oy¨® hablar del mar, o la verdadera historia de Macondo, el m¨ªtico escenario de Cien a?os de soledad. "Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y ca?abrava construidas a la orilla de un r¨ªo de aguas...". En la biograf¨ªa escrita por Dasso Sald¨ªvar sobre el Nobel (Garc¨ªa M¨¢rquez.el viaje a la semilla, Alfaguara, 1997) se afirma que "aquel viaje que hizo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez con su madre a Aracataca, a principios de marzo de 1952, para vender la casa de los abuelos donde hab¨ªa nacido es, tal vez, ( ... ) uno de los hechos m¨¢s decisivos de su vida literaria".
Por otra parte, el escritor no ha abandonado la otra faceta literaria que le apasiona: el periodismo. Garc¨ªa M¨¢rquez asisti¨® expectante en La Habana a todo el viaje que el Papa Juan Pablo II hizo a Cuba a finales del pasado mes de enero y tom¨® multitud de notas. Todav¨ªa no ha decidido si ese hipot¨¦tico reportaje formar¨¢ parte de sus memorias.
Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que acaba de cumplir 70 a?os, trabaja ahora en la finalizaci¨®n del primer tomo de sus memorias.
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