Un tono suave y uniforme

La audiencia de la emisi¨®n en directo de ceremonia de los oscars tambi¨¦n bati¨® r¨¦cords. Estuvieron ante el televisor unos 87 millones de personas s¨®lo en Estados Unidos, un 22% m¨¢s que el a?o pasado. Pero hay muchos ¨¢ngulos desde los que observar esta fiesta anual del cine, tambi¨¦n el del glamour.Los cr¨ªticos de moda, tan atentos a este acontecimiento, se sintieron algo desilusionados. No hubo modelos extravagantes y el tono general fue de un discreto buen gusto, casi demasiado discreto. Muchos optaron por el siempre adecuado dise?o de Armani.Kim Basinger, que en 1990 se labr¨® la fama de ser una de las mujeres peor vestidas de Hollywood. por el modelo asim¨¦trico -dise?ado por ella misma- que llev¨® entonces, opt¨® en esta ocasi¨®n por un vestido de sat¨¦n en un color verde pastel. Los tonos suaves fueron la t¨®nica general. Las excepciones destacaron m¨¢s de lo acostumbrado. Kate WinsIet llev¨® un dise?o de Valentino en verde oscuro, con bordados en oro y mangas con mariposas. Sharon Stone se present¨® con una falda violeta de Vera Wang, sujeta en la espalda con un broche gigante con otra mariposa. La escandalosa Cher repiti¨® su idea de hace una d¨¦cada, y volvi¨® a asistir a los oscars con un traje totalmente transparente. M¨¢s sobrias, Susan Sarandon llev¨® un ajustado vestido de Dolce & Gabbana, y Madonna, un traje con una discreta abertura hasta la cintura. Otras, como la octogenaria Gloria Stuart,optaron por destacar con otras prendas. La actriz de Titanic lo hizo con una joya valorada en unos 3.000 millones de pesetas,prestadas por el joyero Harry Winston.