El core¨®grafo Roland Petit se despide del Ballet de Marsella tras dirigirlo 25 a?os
Carlos Saura realizar¨¢ una pel¨ªcula sobre 'El lago de los cisnes' del artista franc¨¦s
Ha sido un adi¨®s triunfal. Roland Petit (Villemomble, Francia, 1924) dej¨® el auditorio del Centro de Congresos Pare Chanot de Marsella el pasado s¨¢bado a lleno completo en sus funciones de matin¨¦e y noche, con los espectadores de pie y a gritos de "no se vaya, maestro". Petit, entre los laureles y la ira, deja as¨ª 25 a?os, de creaci¨®n, ¨¦xitos y alg¨²n que otro patinazo en la ciudad que le acogi¨® hace un cuarto de siglo. Para terminar esta etapa, Carlos Saura har¨¢ un filme sobre este Lago. Seg¨²n Petit, s¨®lo este cineasta podr¨ªa hacerlo, al ser "quien mejor entiende la danza"
Ampuloso, sofisticado, inspirado en el cine g¨®tico, sin zapatillas de puntas y con un final que convierte el escenario en una gigantesca bandeja l¨ªquida con agua real, Roland Petit ha demostrado que est¨¢ pleno de vital creatividad. Tras sus logros con otros cl¨¢sicos a los que llev¨® a su terreno, como Copp¨¦lia (1975) y Cascanueces (1985), ahora le ha tocado a El lago de los cisnes. Un reto moral y t¨¦cnico, si se tiene en cuenta que tantos core¨®grafos de hoy y de ayer han intentado dar lo suyo propio a trav¨¦s de la leyenda sajona del lago encantado.El ¨¦xito ante p¨²blico y cr¨ªtica viene avalado por sus brillantes int¨¦rpretes -entre los que se encuentra la espa?ola Mar¨ªa Gim¨¦nez- y la originalidad de un montaje que renueva el cl¨¢sico de Petipa, Ivanov y Chaikovski.
Una gran creaci¨®n
Los protagonistas del estreno absoluto, el pasado lunes 23, han sido la rusa Altinai Asilmur¨¢tova (estrella del Kirov de San Petersburgo), Massimo Murro (revelaci¨®n generacional y bailar¨ªn principal del teatro de La Scala de Mil¨¢n) y el cubano Lienz Chang en el papel del brujo Rothbart, del que hace una aut¨¦ntica creaci¨®n y se lleva la palma en cuanto a intensidad y t¨¦cnica de la velada. La segunda distribuci¨®n la encabez¨¢ba la espa?ola Mar¨ªa Gim¨¦nez, bailarina emblema del, Ballet de la Comunidad de Madrid, y el belga Jan Broex, que lleva ya 17 a?os junto a Petit protagonizando sus creaciones. Asilmur¨¢tova y Gim¨¦nez se han entendido a la perfecci¨®n y se repartieron en noche y matine¨¦, respectivamente, las galas del s¨¢bado 28.Sobre ambas bailarinas Roland Petit arm¨® su coreograf¨ªa, apoyado en las l¨ªneas de una y la ternura de la otra. "Ambas son artistas emocionales, muy intensa s y hermosas. Alsimur¨¢tova con su madurez, Mar¨ªa con su musicalidad", hab¨ªa dicho el core¨®grafo de sus princesas, que en este ballet deben desplegar no s¨®lo t¨¦cnica, sino una endiabladamente dif¨ªcil actuaci¨®n que a¨²na tragedia, iron¨ªa y el peso de un destino amoroso fatal.
No hay casualidades en el mundo del ballet. Marius Petipa (el creador de la reposici¨®n Lago que se convertir¨ªa en un cl¨¢sico ruso-franc¨¦s) era marsell¨¦s, y aqu¨ª recal¨® Petit con su apellido (que es casi el mismo del primero), al borde de los 100 a?os despu¨¦s, para revivir la obra m¨¢s atormentada de Chaikovski -los bi¨®grafos del m¨²sico petersburgu¨¦s creen que hay mucho de autobiogr¨¢fico en esa partitura entre el adagio tr¨¢gico-rom¨¢ntico y el despendole de los bailes de car¨¢cter y las codas- As¨ª, Petit recupera el final fatal, donde alguien enamorado se tira al lago y se ahoga tras la huella volante del. cisne herido. Pero aqu¨ª no hay pr¨ªncipe, sino princesa, y, el cisne es el hombre. El brujo es un ruin embaucador entre el chulo de barrio y el arist¨®crata vicioso que persigue guarramente a la princesa meti¨¦ndole mano en cuanto, puede.. La princesa solamente tiene ojos para el cisne, que siempre es blanco.
A la hora del cisne negro, una tropa de 20 hombres de torso desnudo y malla negra de sofisticado, terciopelo envuelve los sentidos de la hero¨ªna y la lanza al fondo del lago. Antes, el, escenario literalmente se inunda. Mar¨ªa Gim¨¦nez hizo su mejor escena entonces, desesperada, humillada por el sue?o imposible, bati¨¦ndose en retirada contra la vida acompa?ada por un inmenso escenario nocturnal y cambiante obra de Bernard Michel entre el minimalismo y el cine panor¨¢mico.
El refugio del estilo
La partitura de Piotr llich Chaikovski, que no ha dejado de ser manipulada desde su estreno fracasado en el Bolshoi de Mosc¨² -llovieron lechugas entonces desde el pasional gallinero- en 1877, ha sido ahora adaptada por Edgar Cosma, y alterna la grabaci¨®n con un cuarteto en vivo de piano, ara, bajo y violonchelo. Los trajes del modista Herv¨¦ L¨¦ger son una sobria sinfon¨ªa con poco, color y mucho oficio. Petit se refugia en s¨ª mismo, en su estilo, a coraz¨®n abierto, usando magistralmente el suelo y los lazos entre la pareja, con gui?os intimistas al original de Ivanov (entrada del cisne en el segundo acto). Roland sabe much¨ªsimo ballet acad¨¦mico y reordena respetando acentos a¨¦reos, las luces internas que marcan esa m¨²sica genial.La pr¨®xima semana, el Ballet de Marsell a se va a China con Carmen (interpretado por Mar¨ªa Gim¨¦nez) y El joven y la muerte (donde regresa a la escena en una especie de despedida Dominique Kaolfuni, otra de las musas de Petit). Aunque el verdadero adi¨®s ser¨¢ bajo cielo espa?ol este verano, primero en Peralada con El lago de los cisnes y luego en Santander donde, adem¨¢s de esa obra, se ver¨¢n Carmen, El joven y la muerte y La luna. Todav¨ªa no hay fechas para comenzar la pel¨ªcula con Saura, pero ¨¦se es el proyecto que devuelve la moral al core¨®grafo en estos d¨ªas aciagos, seg¨²n ha dicho un colaborador cercano de Petit. Carlos Saura estuvo en Marsella preparando la producci¨®n del filme.
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