La asociaci¨®n de historiadores contempor¨¢neos cuestiona la reforma encargada por Educaci¨®n

"Nuestra asignatura pendiente es hacer una interpretaci¨®n de la historia de Espa?a m¨¢s plural, m¨¢s desde la periferia y m¨¢s integrada en Europa, y este reto no ha salido en el debate sobre las humanidades", afirma Ram¨®n Villares (Xermade, Lugo, 1951), ex rector de la Universidad de Santiago y presidente de la Asociaci¨®n de Historia Contempor¨¢nea. Villares desconf¨ªa de que esa visi¨®n modernizada de la historia pueda surgir de los trabajos de la comisi¨®n de 31 expertos acordada entre el Ministerio de Educaci¨®n y las ocho comunidades aut¨®nomas con competencias educativas. "Les pidieron un caballo y al final saldr¨¢ un dromedario", sentencia.Villares no pone en duda la capacidad de los expertos conozco a varias de esas personas y son muy capaces", apunta-, pero no cree que el enfoque y el procedimiento utilizados sean adecuados para abordar la cuesti¨®n de fondo

El debate sobre la historia y su ense?anza se ha planteado desde el ¨¢ngulo pol¨ªtico y, a su juicio, los historiadores no han tenido una voz propia y profesional, sino que se han limitado a pronunciarse a favor o en contra de posiciones que les ven¨ªan dadas y a formar parte o quedar excluidos de las comisiones de expertos. En este aspecto se?ala que los historiadores no se sienten ''especialmente representados" por los integrantes de la comisi¨®n acordada entre el ministerio y las autonom¨ªas.

Centrar la discusi¨®n sobre las competencias del Gobierno central o de las autonom¨ªas en materia educativa o en si tiene que entrar o no Felipe II en los libros de texto supone para Villares quedarse en un estadio de la historia ya superado. ''La concepci¨®n de la historia como un instrumento nacionalizador, de conformaci¨®n de valores y creencias est¨¢ bastante en crisis", sostiene el ex rector de Santiago, que propone un enfoque mucho m¨¢s abierto: "Concebirla como una disciplina que d¨¦ sentido al paso del tiempo y que permita que seamos leales con las generaciones venideras, para lo que se requiere una cierta memoria del pasado".

Sesgos ideol¨®gicos

La pol¨¦mica alrededor del decreto de humanidades, aunque escorada a lo ideol¨®gico, ha tenido al menos el valor de poner en primer plano la discusi¨®n sobre la historia; un debate que, en opini¨®n de Villares, los historiadores deben rescatar y reenfocar a partir de ahora.Con este prop¨®sito se celebr¨® el pasado fin de semana en Vitoria un encuentro acad¨¦mico organizado por la Asociaci¨®n de Historia Contempor¨¢nea y el Instituto de Historia Social Valent¨ªn de Foronda, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en el que 60 prestigiosos historiadores hablaron del papel de su disciplina en el sistema educativo, de la relaci¨®n entre historia y nacionalismo y de su propia esencia y funci¨®n social.

''Lo que hay que discutir no son los contenidos, si ponemos m¨¢s o menos iberos o m¨¢s o menos Reconquista, sino problemas conceptuales y pedag¨®gicos", propugna el catedr¨¢tico de la Universidad de Santiago.

Como otros compa?eros, considera que la falta de protagonismo de los historiadores en el debate se debe a que, al menos en este pa¨ªs, se han contagiado de la perplejidad que afecta a otras ciencias sociales que interpretan el presente a trav¨¦s del pasado. "Hemos perdido algunas de las orientaciones clave que ten¨ªamos -¨¦ramos los guardianes de la memoria- y no hemos encontrado todav¨ªa otra direcci¨®n clara", dice.

Una consecuencia es que la historiograf¨ªa espa?ola se ha volcado en el ¨¢mbito acad¨¦mico y, a diferencia de lo que sucede en otros pa¨ªses europeos, apenas ha planteado debates en la plaza p¨²blica, que son, a su juicio, los que "dan madurez" a una disciplina social.

"En Italia, Francia o Alemania, los debates y pleitos p¨²blicos entre historiadores son bastante frecuentes, porque hay m¨¢s atenci¨®n a la memoria, a hechos hist¨®ricos que siguen conmoviendo, como el nazismo o la Francia de Vichy. Probablemente", contin¨²a Villares, ''aqu¨ª recuperaremos este clima cuando descorramos el olvido sobre la guerra civil y la represi¨®n franquista que nos autoimpusimos en la transici¨®n. Creo que ahora ya estamos en condiciones de recordar".

"Nacional" y "com¨²n"

El presidente de la Asociaci¨®n de Historia Contempor¨¢nea, evit¨¢ndo t¨¦rminos conflictivos como "nacional" o "com¨²n", s¨ª cree necesario abordar una historia con una visi¨®n peninsular y de conjunto. "?se es el reto que tenernos como disciplina: hacer una historia de la Espa?a de finales del siglo XX y principios del XXI que sea congruente con la estructura territorial surgida de la Constituci¨®n, que ha evolucionado much¨ªsimo en estos 20 a?os, y con la inserci¨®n en Europa".Considera Villares que en la historiograf¨ªa siguen pesando los esquemas asentados durante la transici¨®n y que ponen ¨¦nfasis en la recuperaci¨®n del siglo XIX, las Cortes de C¨¢diz, la revoluci¨®n burguesa o el crecimiento econ¨®mico. El problema est¨¢ identificado, pero los historiadores todav¨ªa no han hallado la soluci¨®n. Sin embargo, no cree que la historia de Espa?a plural que propugna pueda hacerse mediante la suma de historias parciales y particulares de las nacionalidades y autonom¨ªas, como sostienen algunos profesionales. "Si ya no cuela una historia nacional, tampoco podemos hacer historias de naciones peque?itas sin Estado", opina el catedr¨¢tico.