Sobre la ampliaci¨®n del voto juvenil

En relaci¨®n con el art¨ªculo de opini¨®n publicado en EL PA?S el pasado d¨ªa 25, su autor, Bonifacio de la Cuadra, aborda y lanza con audacia la fresca tesis de los votantes menores de 18 a?os.Si la edad de 16 a?os es apta para ingresar en una c¨¢rcel, al considerar al menor plenamente capaz y consciente de querer los actos il¨ªcitos que ejecuta, y capaces, por tanto, de soportar situaciones de privaci¨®n de libertad que exigen un alto grado de equilibrio y madurez para salir indemne, si es que ello es posible, ?por qu¨¦ no va a resultar igualmente apta para comprender y querer ejercer el l¨ªcito derecho a votar? Si se les puede considerar criminalmente responsables y restringirles sin reparos el derecho a la libertad, no encuentro raz¨®n objetiva alguna que impida considerarlos pol¨ªticamente responsables para ejercer su derecho al voto.

Cuando el Gobierno tiende a extender su tela de ara?a paternalista e hip¨®crita hacia esferas que pertenecen a la intimidad y autodeterminaci¨®n de la persona, consider¨¢ndonos a todos menores de edad, ?por qu¨¦ no dar entrada en el juego en el que ya juegan, viven y opinan a los que no alcanzando la mayor¨ªa de edad legalmente establecida, pero s¨ª la exigida para emanciparse, tienen la pureza, el arrojo y el ¨ªmpetu que otros -ya mayores de edad- perdieron? Sin lugar a dudas, el panorama pol¨ªtico que se abrir¨ªa de adelantarse la mayor¨ªa de edad para votar a los 16 a?os ser¨ªa, desde mi punto de vista, nuevo y ?esperanzador?

Por tanto, sin olvidar los distintos problemas y cuestiones que puede suscitar este planteamiento, y respondiendo a la pregunta inicial, sinceramente opino que a la sociedad le merece la pena la ampliaci¨®n del voto juvenil, por cuanto supone de equilibrio entre fuerzas sociales, ensanchamiento de horizontes pol¨ªticos y, en definitiva, de renovaci¨®n para todos.-