Nueve formas de uso radical de la c¨¢mara
Una exposici¨®n re¨²ne en Madrid a fot¨®grafos de diferentes pa¨ªses y est¨¦ticas
Interferencias es una muestra con vocaci¨®n de autob¨²s. En ella tiene cabida cualquier propuesta fotogr¨¢fica que sea capaz de romper la rutina de los ciclos de expresi¨®n al uso. Organizada por la Comunidad de Madrid (Canal de Isabel II), desde ma?ana hasta el 24 de mayo) y comisariada por el cr¨ªtico Octavio Zaya, esta muestra que re¨²ne la producci¨®n de nueve autores de la m¨¢s variada procedencia -est¨¦tica y geogr¨¢fica- trata de "prestar atenci¨®n a las diversas contribuciones e interacciones culturales que ha creado nuestra realidad contempor¨¢nea".
El gui¨®n de Interferencias admite todo: las reflexiones sobre la inmigraci¨®n contenidas en las im¨¢genes del fot¨®grafo nigeriano Oladelel¨¦ Bambogy¨¦, por ejemplo. Y una peculiar visi¨®n del mundo visto desde la perspectiva de un uso radical de la c¨¢mara para reflejar el machismo como instituci¨®n social: lo hace con ampliaciones de instant¨¢neas de test¨ªculos poblados de miniaturas de soldados el mexicano Miguel Calder¨®n en Greetings from my hair nuts, que significa algo as¨ª como Saludos desde mis huevos peludos.Entre ellos destacan las fotos de una creadora en alza, las de la iran¨ª, nacionalizada en EE UU, Shirin Neshat -cuya referencia m¨¢s inmediata la tenemos en la pasada edici¨®n de Arco presentada de la mano de la galer¨ªa italiana Marco Noire (Tur¨ªn)- cuya obra (representada por cuatro grandes montajes en blanco y negro) establece un vocabulario reivindicativo del papel de la mujer en las sociedades isl¨¢micas. Para ello utiliza argumentos visuales recurrentes como la fijaci¨®n por captar el velo y el recurso a la escritura en la piel a modo de tatuajes sobre las escasas partes del cuerpo que dejan entrever los ropajes junto a las armas de fuego. Formalmente, tambi¨¦n, se expresa con otros medios de registro. distintos a la c¨¢mara que acompa?an todas sus exposiciones. As¨ª, sus ensayos con el v¨ªdeo -marcados por el rigor de su visi¨®n fotogr¨¢fica- que en esta ocasi¨®n proyectar¨¢ en la c¨²pula de la sala del antiguo dep¨®sito del Canal de Isabel II.
Para los organizadores de la muestra, su discurso ha irrumpido con fuerza en el ¨¢mbito de lo pl¨¢stico, pese a tener una estructura documental y por recurrir a una simblog¨ªa ancestral. Seg¨²n ellos, la clave de su ¨¦xito radica en que estas im¨¢genes est¨¢n "construidas a trav¨¦s de los velos que cubren a las mujeres, propios de las vestimentas de su pa¨ªs de origen, que constituyen un derrumbe de ese mundo de ocultaci¨®n impuesta, evidenciado por la escritura a modo de tatuaje que no es sino una interferencia, en el sentido de destapar el lugar prohibido del pensamiento y la dignidad humana".
Entre esos nueve participantes hay una apuesta por la influencia del sexo en la arquitectura manifestada por Jana Leo -ligada durante los ¨²ltimos a?os al ¨¢rea de creaci¨®n madrile?a-, que presenta la serie Bathrooms, realizada en el contexto de un proyecto de encargo -Los recorridos fotogr¨¢ficos de Arco- donde plantea la habitabilidad de los servicios (de se?oras y caballeros) de esta feria internacional de arte. Por su parte, la pareja Lovett-Codagnone no se aparta del car¨¢cter reivindicativo rector de la totalidad de esta muestra e interfiere con instant¨¢neas que reivindican la homosexualidad. M¨¢s concretamente la de las vertientes espec¨ªficas del travestismo y el sadomasoquismo.
En una reciente entrevista realizada a ambos por el comisario de la exposici¨®n, Octavio Zaya, publicada en la revista Papel Alpha, explican respecto de lo provocativo de su indumentaria y las situaciones que evidencian en sus fotos que ¨¦stas tienen la perversi¨®n de lo dom¨¦stico y, al mismo tiempo, la domesticaci¨®n de lo perverso (ambos se retratan travestidos con atuendos de la t¨ªpica vestimenta sadomasoquista, junto al convencionalismo de la clase media americana a la que pertenecen sus padres o frente al escaparate de una de las m¨¢s caras tiendas de N. Y. en plena v¨ªa p¨²blica, cuando no ataviados con falditas de bailarina rosa y bigote; la sombra de Mapplethorpe es alargada).
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