Hankas apel¨® al jefe etarra Kantauri ante las disensiones surgidas en el 'comando Andaluc¨ªa'
El etarra Mikel Azurmendi, Hankas, opinaba "que se pod¨ªan hacer m¨¢s acciones" en Andaluc¨ªa, mientras que dos de sus compa?eros de grupo pensaban lo contrario y "dudaban de la necesidad de la existencia de tal comando". Ante esas disensiones, Azurmendi apel¨® en enero de 1997 al dirigente Jos¨¦ Javier Arizkuren, Kantauri, que resolvi¨® el problema relevando a los dos disidentes. Ahora se ha sabido que el comando intent¨® asesinar el 8 de septiembre pasado a Jos¨¦ Antonio Lemonche, diputado provincial del PP en M¨¢laga, el mismo d¨ªa que al alcalde y a un concejal de Rinc¨®n de la Victoria.
Mikel Azurmendi Pe?agarikano, Hankas, y Mar¨ªa Teresa Pedrosa Berrenetxea regresaron desde Francia a Andaluc¨ªa en el verano de 1997 para iniciar la segunda fase de sus actividades en el comando Andaluc¨ªa. La primera parte la comenzaron en diciembre de 1995.Azurmendi y su compa?era hab¨ªan estado en Francia en enero de 1997 para evacuar consultas con el jefe de los comandos ilegales de ETA, Jos¨¦ Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri. Seg¨²n se deduce de la declaraci¨®n prestada por Azurmendi tras ser detenido en Sevilla a fines del pasado marzo, en el seno del comando Andaluc¨ªa se hab¨ªan suscitado problemas debido a la disparidad de criterios existente entre sus integrantes.
Azurmendi y su compa?era opinaban que "se pod¨ªa hacer un mayor n¨²mero de acciones" terroristas en la comunidad aut¨®noma andaluza, mientras que Asier Ormazabal Lizeaga y Javier Gayaga Ru¨ªz "opinaban lo contrario, llegando incluso a cuestionar la necesidad de que existiera el comando Andaluc¨ªa", seg¨²n declar¨® Azurmendi ante la Guardia Civil. Azurmendi y Pedrosa decidieron entonces apelar a Kantauri, al que expusieron el problema suscitado con sus correligionarios y la negativa de ¨¦stos a incrementar los atentados en Andaluc¨ªa. El dirigente etarra pidi¨® a la pareja que le diera unos meses para resolver ese conflicto interno, plazo tras el cual ambos se podr¨ªan reintegrar al comando.
El jefe de los ilegales de ETA decidi¨® relevar de su puesto a los disidentes Asier Ormazabal y Javier Gallaga para cortar as¨ª la rebeli¨®n desatada en el seno del comando. Solucionado el problema, Azurmendi y Pedrosa cruzaron clandestinamente la frontera franco-espa?ola en julio de 1997 y se trasladaron en tren hasta Sevilla, donde les esperaba Jos¨¦ Luis Barrios, Txetu.
El grupo dispon¨ªa ya de una amplia infraestructura de pisos en Granada, Marbella, Fuengiro la y Sevilla, alquilados con identidad falsa durante su anterior estancia en Andaluc¨ªa. Pero el grupo decidi¨® a Finales de 1997 montar su base de operaciones en un piso franco alquilado en octubre en la calle de Jos¨¦ Laguillo de Sevilla,-junto a la estaci¨®n del AVE. Seg¨²n Azurmendi, tras clausurar el piso de Granada decidieron trasladar a Sevilla "todo el material" de armas y explosivos en un Ford Orion robado meses antes en M¨¢laga.
Sin embargo, antes de trasladar su cuartel general a Sevilla, el comando Andaluc¨ªa proyect¨® diezmar a la corporaci¨®n municipal de Rinc¨®n de la Victoria, una localidad tur¨ªstica situada a 20 kil¨®metros de la capital malague?a. Entre los objetivos del atentado m¨²ltiple se hallaba Jos¨¦ Antonio Lemonche, de 62 aflos, padre de tres hijos, concejal del PP en dicho municipio y diputado provincial de Medio Ambiente, seg¨²n ha declarado el presunto jefe del comando. El grupo etarra identific¨® mediante recortes de prensa al alcalde de Rinc¨®n de la Victoria, Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez Mu?oz, al concejal de Urbanismo, Francisco Robles Aguilar, y al diputado provincial Jos¨¦ Antonio Lemonche, todos ellos del PR Tras vigilarles y saber cu¨¢les eran sus coches particulares, los activistas prepararon cinco bombas de tipo lapa que colocar¨ªan adosadas a los bajos de los autom¨®viles.
Apenas dos meses despu¨¦s del secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco, concejal del PP vasco en Ermua, el comando Andaluc¨ªa proyect¨® un nuevo golpe contra el partido de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El 8 de septiembre pasado, el grupo etarra comenz¨® la siembra de bombas en las calles de Rinc¨®n de la Victoria (M¨¢laga). Seg¨²n Azurmendi, Mar¨ªa Teresa Pedrosa y Jos¨¦ Luis Barrios colocaron un artefacto en un coche del alcalde y otros dos en los bajos del autom¨®vil del concejal Francisco Robles. Los dos restantes los ten¨ªan reservados para el diputado provincial Lemonche, pero desistieron de colocarlos dentro del veh¨ªculo al temer que estuviera equipado con alarma electr¨®nica. Y lo estaba.
Sobre las 8.25 del 8 de septiembre, la cajera de un supermercado descubri¨® las dos bombas adosadas a una rueda de la furgoneta del concejal Robles y alert¨® a la polic¨ªa. Media hora despu¨¦s se localiz¨® otro artefacto en los bajos del Ford Escort del alcalde.
"Pido al Gobierno que mantenga su actual pol¨ªtica antiterrorista, aunque caigamos uno, tres o 18, declar¨® Lemonche, que hace cuatro o cinco d¨ªas se enter¨® de que estuvo en el punto de mira del comando Andaluc¨ªa, informa Antonio M¨¦ndez. "ETA no nos va a amedrentar",, a?adi¨®, "y si cae uno, otro le relevar¨¢. Hoy lo ¨²nico que me preocupa es el congreso de Asaja" (la asociaci¨®n de agricultores cercana al PP), en el que participaba ayer en Sevilla.
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