Atasco de conductores
Renovar el carn¨¦ en Semana Santa supone esperar m¨¢s horas ante las tres ventanillas de Tr¨¢fico
Laudelino G., de 43 a?os, decidi¨® el martes aprovechar la Semana Santa para renovar su carn¨¦ de conducir. No madruga demasiado, pues piensa que la Jefatura Provincial de Tr¨¢fico, en el n¨²mero 143 de la calle de Arturo Soria, estar¨¢ pr¨¢cticamente vac¨ªa. Sobre las 10.30 llega a las dependencias, pero a duras penas logra alcanzar la puerta: decenas de madrile?os le preceden en una cola que empez¨® a nutrirse cuando las oficinas abrieron, dos horas antes. Se echa las manos a la cabeza; la fila en la que se ha colocado sirve s¨®lo para recibir informaci¨®n sobre los documentos que necesita o para recoger el impreso que formaliza la gesti¨®n. Despu¨¦s hay otra cola que va desde la calle hasta la primera planta del edificio, donde m¨¢s de un centenar de personas aguarda para abonar las 2.600 pesetas que cuesta renovar el carn¨¦. El ¨²ltimo obst¨¢culo es otra hilera interminable de sufrido p¨²blico, que desemboca en el mostrador de recogida de documentos. Si en ese punto se detecta la inexistencia de alg¨²n requisito (certificado m¨¦dico, copia del DNI, dos fotos de carn¨¦ y el resguardo de haber pagado las tasas), el usuario se ver¨¢ obligado a retroceder a ventanillas anteriores, como si se tratase de casillas en el juego de la oca.A los ojos de los responsables de Tr¨¢fico, la antesala de los puentes o los d¨ªas festivos no es el mejor momento para realizar tr¨¢mites. No reconocen una disminuci¨®n del personal que atiende las oficinas en estas fechas, pero el martes tan s¨®lo dos de las cuatro ventanillas de Informaci¨®n e Impresos estaban abiertas; tres de las cinco cajas se hallaban operativas, y cuatro de las siete casillas de recogida de documentos ten¨ªan a un empleado tras el mostrador. La situaci¨®n dio lugar a reacciones variopintas: un ciudadano pretendi¨® colarse fingiendo traer instrucciones de otro empleado y en pago recibi¨® un aluvi¨®n de insultos y quejas de los que esperaban desde hac¨ªa m¨¢s de una hora; una mujer coloc¨® a sus dos hijos peque?os en distintas colas para terminar la gesti¨®n antes que el resto, y los m¨¢s despabilados se marchaban a desayunar despu¨¦s de dar la vez en la cola. "Deber¨ªan poner sucursales. Es inaceptable hacernos venir desde Villa del Prado para no poder dejar solucionado el carn¨¦ en una ma?ana", comentaba Isabel, de 37 a?os.
David, de 29 a?os, cre¨ªa tener el r¨¦cord de horas perdidas. "El primer d¨ªa me chup¨¦ dos horas para informarme y coger el impreso. A la ma?ana siguiente llegu¨¦ a la cola de caja a la una, y media hora despu¨¦s los de la ventanilla me dejaron colgao con las 2.600 pelas en la mano. Pagu¨¦ al d¨ªa siguiente, pero no tuve tiempo para quedarme a la ¨²ltima cola, as¨ª que espero terminar hoy con esta pesadilla", relataba ayer.
Los responsables de Tr¨¢fico recuerdan que existe un sistema de tramitaci¨®n por correo, que s¨®lo emplea el 30% de los automovilistas.
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