Anorexia

El d¨ªa 2 de abril de 1998 vi por televisi¨®n un programa acerca de madres con hijas que superaron la anorexia. Quiero llamar la atenci¨®n sobre este tema, al que creo que se est¨¢ dando una importancia no tan buena para ayudar a gente que est¨¦ pasando por esto. Yo fui anor¨¦xica hasta hace seis a?os, mi enfermedad dur¨® cuatro a?os y llegu¨¦ a pesar 29 kilos... Pero esto no interesa a nadie, salvo a los m¨¦dicos que me trataron y a m¨ª. Lo que quiero decir es que cada anor¨¦xica tiene sus problemas, cada una de ellas es un mundo totalmente diferente; eso s¨ª, con caracter¨ªsticas comunes, pero cada enferma es un mundo. Por eso pienso que no se debe salir en programas de televisi¨®n contando la experiencia de una o uno, porque, aparte de ser cosa muy ¨ªntima, creo que potencia el sentimiento de importancia y de protagonismo que siente cualquier enferma de anorexia. A m¨ª me hizo pensar en lo importante que me hab¨ªa sentido, en lo protegida que hab¨ªa estado por todos: psiquiatras, psic¨®logos, nutricionistas, enfermeras, y eso me hizo a?orar ciertas cosas que de alguna manera toda ex anor¨¦xica intenta olvidar. Y eso a m¨ª, que ya pas¨¦ por esta tremenda y dura experiencia. Pero imag¨ªnense una anor¨¦xica que estuviese en su casa viendo este programa. Seguro que se le pasar¨ªa por la cabeza imitar toda clase de estrategias contadas en el programa por las afectadas para no comer.Lo malo de todo esto es que cada anor¨¦xica imita a otra pensando que la enfermedad de sus compa?eras es mucho m¨¢s grave que la suya, y eso no puede ocurrir: "Yo soy la que estoy mal; la otra hace tal cosa, pues yo hago lo mismo o algo peor". Por eso pienso que, si se hacen programas sobre este tema, s¨®lo deber¨ªan acudir expertos en la materia para explicar en qu¨¦ consiste esta enfermedad y as¨ª orientar a familias que necesiten ayuda. Si una enferma o su familiar requieren ayuda, existen asociaciones y hospitales que tratan exclusivamente esta enfermedad. Los programas, a veces, pueden conseguir lo contrario de lo que se pretende. S¨ª creo que es conveniente dar importancia a esta enfermedad, pero sin utilizar a las enfermas en este prop¨®sito.

Puedo decir que es posible superar esta enfermedad, pero en mucha fuerza de voluntad y extrema paciencia.-