'Perfidia' habanera

"Mujer, si puedes t¨² con Dios hablar, preg¨²ntale si yo alguna vez te he dejado de adorar...", dice el bolero que un mexicano llamado Alberto Dom¨ªnguez escribi¨® en 1939 y que se escucha en pel¨ªculas como Casablanca. Cuenta Guillermo Cabrera Infante que all¨¢ donde va, y en aquellos hoteles que tienen piano, le suele pedir al pianista que le toque Perfidia. Lo mismo en Australia que en Austria. No importa. Todos se la saben. Lo que no saben es que, tras la aparentemente inocente petici¨®n del ilustre hu¨¦sped, se esconde cierta perversidad: el nivel de la interpretaci¨®n le permite al escritor cubano calibrar al ejecutante. Probablemente nunca le hayan dedicado a Guillermo Cabrera Infante una Perfidia como la que ayer le tocaron el pianista Bebo Vald¨¦s y el saxof¨®nista Paquito D'Rivera, a d¨²o, en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Bebo Vald¨¦s, de 79 a?os, lleg¨® de Estocolmo, donde reside desde comienzos de los a?os sesenta: podr¨ªa haber sido uno de los personajes que se pasean por La Habana musical de Tres tristes tigres. Desde Nueva Jersey, en Estados Unidos, vino Paquito D'Rivera, de 49 a?os, que de joven, a escondidas por estar prohibida su lectura en Cuba, disfrut¨® con la famosa novela y que, en 1993, grab¨® un tema con ese mismo t¨ªtulo en su disco 40 Years of Cuban Jam Session: el actor Andy Garc¨ªa se atrev¨ªa con las congas e Israel L¨®pez Cachao hac¨ªa sonar majestuoso su contrabajo. El pr¨®logo lo firmaba Guillermo Cabrera Infante, quien ha tenido la gallard¨ªa de confesar que el lenguaje de los m¨²sicos le parece algo cabal¨ªstico y que, si oye hablar de una negra con puntilla, se imagina antes a una mujer que una nota sobre el pentagra.