Los socialistas catalanes se inclinan por el candidato "de casa" en un ambiente festivo

Josep Borrell hab¨ªa pedido, en su mitin de Tarragona, que las primarias fueran una fiesta. Y en Catalu?a lo fueron. La votaci¨®n uni¨® a militantes hist¨®ricos con simpatizantes decididos a afiliarse por el tir¨®n de la democracia interna. Si los 33 militantes de La Pobla de Segur, la localidad natal de Borrell, votaron en bloque a su paisano, algo no muy distinto ocurri¨® en todo el pa¨ªs: el candidato catal¨¢n jugaba en casa. El voto de los simpatizantes, que no contaba en el escrutinio final, fue numeroso en las urnas especiales para ellos.

El presidente del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, secundado por buena parte de los dirigentes gerundenses, dio ejemplo de puntualidad y vot¨® en la sede del partido en Girona cuando s¨®lo pasaba un minuto de la una de la tarde. Nadal asegur¨® que el proceso que arrancaba en aquellos momentos generaba expectaci¨®n y envidia entre las dem¨¢s formaciones pol¨ªticas. Algunos simpatizantes del PSC acudieron a las 18 mesas de las comarcas gerundenses para inscribirse en las listas abiertas por el partido. Muchos de ellos esperaban poder elegir pronto el candidato a la Generalitat en unas nuevas primarias: Pasqual Maragall estaba en boca de todos. Bastantes agrupaciones,conscientes de que la expectaci¨®n rebasaba los l¨ªmites de su militancia, habilitaron urnas para los simpatizantes. Los militantes de Lleida, unos 2.000, se inclinaron claramente por el candidato de casa, Josep Borrell, natural de La Pobla de Segur (Pallars Juss¨¤). En La Pobla se vivi¨® con pasi¨®n la jornada. Los 33 militantes de la localidad ten¨ªan claro que s¨®lo pod¨ªan votar a su paisano. El reducido censo ilerdense hizo que no hubiera aglomeraciones. En la Val d"Aran, por ejemplo, las urnas se cerraron a media tarde porque ya hab¨ªan votado todos los militantes. Lo mismo sucedi¨® en algunas localidades tarraconenses, como Pa¨¹ls (Baix Ebre), con ocho nombres en el censo. Los militantes de Tarragona siguieron al pie de la letra la recomendaci¨®n de Borrell, quien en su mitin en la ciudad (uno de los m¨¢s multitudinarios de la campa?a) pidi¨® que las primarias fueran vividas como una fiesta. Dos horas antes de que se abrieran las urnas en la sede de Tarragona, una veintena de militantes hist¨®ricos, todos jubilados, hac¨ªan ya cola para votar. La sede registr¨® un lleno absoluto a partir de las cinco de la tarde, cuando familias enteras acudieron a depositar su voto. En la provincia de Tarragona pod¨ªan votar 3.178 militantes.