Las clases de educaci¨®n canina salen a la calle en busca de alumnos
Las clases de educaci¨®n canina han salido a la calle en busca de alumnos. Hasta ahora hab¨ªan registrado una asistencia m¨ªnima, puesto que su promotor, el Ayuntamiento de Madrid, no reparti¨® a tiempo los folletos con los que anunciaba los horarios y lugares de las clases, que se imparten en diversas dependencias municipales.. Los alumnos disponen de esas clases te¨®ricas los d¨ªas laborables, y las pr¨¢cticas, en fines de semana. El objetivo, convertir a su perro en un ciudadano ejemplar.
Si su perro es de los que siembran de excrementos las aceras, de los que se asustan del ruido del tr¨¢fico o de las sirenas de las ambulancias, si es de los que le torean y se escapan detr¨¢s de alguna perrita coqueta cruzando la calle con riesgo de que le atropellen, o si ladra cuando le saca de paseo atemorizando al resto de viandantes, su mejor amigo es un mal educado. Pero no se crea que esa conducta no tiene arreglo. Por muy viciada que est¨¦ la actitud de su can, es posible corregirle y hacer de ¨¦l un ciudadano ejemplar capaz de convivir en armon¨ªa con el resto de los vecinos. Pero no se confunda, no crea que va a corregir los vicios que su perro arrastra desde hace a?os en un d¨ªa, sino que le llevar¨¢ su tiempo. Para lograrlo, lo ¨²nico que necesita es unos minutos al d¨ªa y mucha paciencia. Tampoco se debe educar a un perro a base de palos, sino con mucho cari?o, para que se cree un v¨ªnculo de amistad y complicidad entre el animal y su due?o. Un ejemplo de mala educaci¨®n lo protagoniz¨® ayer Neska, una perra c¨®cker de siete a?os, durante la clase pr¨¢ctica que el maestro Jos¨¦ Antonio Villarrubia impart¨ªa frente a la Casa de Vacas del parque del Retiro. La perra mordi¨® en la pierna a una joven cuando ¨¦sta se le acerc¨® para acariciarla. Hasta Cristina, de 27 a?os, la due?a de Neska, se qued¨® asombrada: "Esto no lo hab¨ªa hecho nunca", justific¨®. Para Villarrubia, de 61 a?os, que tuvo su primer perro con tres a?os y ha tenido m¨¢s de 1.500 hasta hoy, el tema est¨¢ bien claro: "Esta perra est¨¢ demasiado mimada. Es muy posesiva y muy celosa. Tendr¨ªa que salir a la calle con un bozal", se?al¨®. "Hay tres razas de perros que en alg¨²n momento se desmarcan con una reacci¨®n incontrolable. Son los c¨®ckers, los d¨¢lmatas y los dobermann". Para Cristina, el car¨¢cter de su perra supone un problema a¨²n m¨¢s grave, porque ella y su marido, Antonio, de 32 a?os, quieren tener su primer hijo. "No sabemos si la perra acabar¨¢ mordiendo al ni?o por celos", dijo. "Tal y como tiene el car¨¢cter esta perra, es muy probable que suponga un riesgo para el peque?o", contest¨® el profesor.
"Gente por concienciar"
Las cinco ediciones anteriores del curso de educaci¨®n canina que este a?o se imparte hasta diciembre han dado sus frutos. "El parque est¨¢ mucho m¨¢s limpio de caquitas que a?os atr¨¢s", asegur¨® Villarrubia. "Aun as¨ª, queda mucha gente por concienciar", lament¨®. Para ense?ar a los perros a hacer caca donde nosotros queramos hay un truco: el del papel de peri¨®dico. "Se acostumbra al perro a hacer sus necesidades siempre sobre una superficie de papel, como puede ser una habitaci¨®n con el suelo empapelado. Poco a poco vamos reduciendo la superficie del papel, hasta reducirlo a una sola hoja de peri¨®dico. Luego vamos moviendo el papel hacia la puerta del domicilio. Por fin, se saca el papel a la calle y el perro asociar¨¢ el papel con su sitio donde hacer sus necesidades. Este proceso durar¨¢ alrededor de una semana, y as¨ª conseguiremos que cague donde queramos, al lado de las rejillas de una alcantarilla o pr¨®ximos a una papelera, para luego poder tirar los excrementos y no dejarlos en la acera para que los pise otra gente explic¨® Villarrubia. Una clave fundamental para educar a los perros: s¨®lo retienen durante un tiempo m¨¢ximo de cuatro segundos lo que acaban de hacer, por lo que, si se les ri?e despu¨¦s de ese tiempo, no sabr¨¢n por qu¨¦ se les abronca, y el proceso educativo perder¨¢ toda su eficacia.
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