Contra el mal olor, excrementos
El Gobierno dice que la pestilencia de la c¨¢rcel de Granada desaparecer¨¢ cuando la depuradora del centro se llene
Un conocido refr¨¢n predica, no sin cierta iron¨ªa, que la mancha de mora contra otra verde se quita. ?Con qu¨¦ cree el Gobierno de la naci¨®n que se erradicar¨¢ el olor nauseabundo de la depuradora de la nueva prisi¨®n de Granada que indujo a los funcionarios a acampar frente al establecimiento y a trabajar con mascarillas? ?Exactamente! ?Con m¨¢s excrementos! Seg¨²n una respuesta del Ejecutivo, la causa del irritante olor es que la depuradora no recibe la suficiente carga de heces como para generar las bacterias que amortiguan el mal olor mediante el equilibrio biol¨®gico. Angel D¨ªaz Sol, el diputado socialista por Granada que present¨® a la mesa del Congreso la queja de los funcionarios, se pregunta, a la vista de la contestaci¨®n, "cu¨¢nto tiempo y cu¨¢nta carga har¨¢ falta para que la depuradora funcione adecuadamente". Con todo, la respuesta del Gobierno soluciona el misterio de la pestilencia que no hab¨ªa sido resuelto en primera instancia por los t¨¦cnicos de la Junta de Andaluc¨ªa ni por los de la subdelegaci¨®n del Gobierno en Granada. El pasado 20 de abril se conoci¨® un informe de la Junta seg¨²n el cual la hediondez no estaba causada por una mala depuraci¨®n de las aguas. Sin embargo, como persistiera la peste, la subdelegaci¨®n del Gobierno encarg¨® a dos t¨¦cnicos que aclararan su origen. Ahora, seg¨²n la respuesta tramitada por el secretario del Estado de Relaciones con las Cortes, se ha desvelado el nauseabundo misterio. "Algunas instalaciones", indica el documento, "s¨®lo pueden ser regladas con el uso real del centro una vez ocupado, como por ejemplo la depuradora que, al necesitar su proceso biol¨®gico de una aportaci¨®n determinada de carga contaminante, demanda un volumen de vertido determinado para generar la fauna bacteriana, y ello s¨®lo se consigue con la ocupaci¨®n real del centro". Es decir, no s¨®lo faltan heces sino que -y esto es lo m¨¢s preocupante- faltan internos que depositen sus heces en los retretes de la nueva prisi¨®n. Por tanto, hasta que la c¨¢rcel de Granada, que tiene capacidad para unos 1.600 internos, no est¨¦ ocupada convenientemente persistir¨¢ el desequilibrio biol¨®gico en la depuradora. ?ste y otros problemas que han denunciado los funcionarios de la prisi¨®n son, seg¨²n el Gobierno de la naci¨®n, "los comunes a la puesta en funcionamiento de este tipo de complejos, b¨¢sicamente relacionados con la adaptaci¨®n de las instalaciones a las demandas espec¨ªficas del plan de operatividad del propio centro". El Gobierno niega adem¨¢s que las disfunciones de la penitenciar¨ªa -incluidas los errores del ordenador que controla la apertura de las celdas- haya supuesto alguna inversi¨®n extraordinaria. "El contrato de esta obra se realiz¨® bajo vigilancia de la antigua Ley de Contratos del Estado, por lo que la recepci¨®n final de la obra se realiza transcurrido un a?o desde la recepci¨®n provisional". El diputado D¨ªaz Sol, tras conocer la respuesta a su iniciativa parlamentaria, ha respondido con otra pregunta: "?Cu¨¢nto tiempo y cu¨¢nta carga ser¨¢ necesaria para que la depuradora funcione adecuadamente ya que el gobierno parece decir que debe estar llena para que funcione bien?". Adem¨¢s de las dudas escatol¨®gicas, para el diputado D¨ªaz Sol persisten las relativas a la seguridad de los funcionarios que para llegar al centro han de recorrer una larga y desprotegida carretera secundaria. D¨ªaz Sol ha mostrado su inquietud por el hecho de que, desde la inauguraci¨®n del centro, han aumentado los accidentes de tr¨¢fico en la v¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.