Greenpeace halla peces muertos a s¨®lo un kil¨®metro del Guadalquivir

La organizaci¨®n ecologista Greenpeace comprob¨® ayer la presencia de peces muertos a s¨®lo un kil¨®metro del punto donde el Brazo de la Torre (el cauce por donde se desviaron los vertidos t¨®xicos en un intento de evitar que entraran en el coraz¨®n de Do?ana) desemboca en el r¨ªo Guadalquivir. Los ecologistas consideran que este hecho demuestra que el frente de contaminantes ha avanzado 15 kil¨®metros m¨¢s de lo que se hab¨ªa calculado, y ello a pesar de que la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Junta andaluza sostiene que la acidez de esas aguas es normal. ?sta es la conclusi¨®n preliminar de la inspecci¨®n que, con tres lanchas r¨¢pidas, Greenpeace llev¨® a cabo ayer en ese tramo fluvial. La organizaci¨®n ha fondeado su buque MV Greenpeace, con una veintena de tripulantes, en el puerto de Bonanza, muy cerca de la desembocadura del Guadalquivir en Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz). A partir de hoy, los ecologistas tomar¨¢n muestras de agua y lodo para analizar su acidez y su contenido en metales pesados.

Algunos peces estaban todav¨ªa boqueando cuando las lanchas los recogieron. El responsable de la operaci¨®n, Ricardo Aguilar, deduce de este hecho que los peces est¨¢n muriendo en ese lugar, y no han sido arrastrados hasta all¨ª por la corriente.

Picotear carpas muertas

El Brazo de la Torre es la frontera Este del Parque Nacional de Do?ana. Las aves de la zona estaban ayer picoteando las carpas muertas junto a las orillas. ?sta es una evidencia de lo que muchos expertos han postulado estos d¨ªas: que las aves del coraz¨®n de Do?ana pod¨ªan contaminarse por ingerir peces envenenados. En cualquier caso, Aguilar considera ?un error? centrar la discusi¨®n exclusivamente en si el n¨²cleo de Do?ana corre riesgo, toda vez que las ¨¢reas tambi¨¦n valiosas del entorno han sufrido una devastaci¨®n indiscutible.

La presencia del MV Greenpeace en Bonanza y las evoluciones de las lanchas r¨¢pidas atrajeron la atenci¨®n de decenas de pescadores de Sanl¨²car, que ayer tuvieron que abortar a causa del fuerte viento una salida para faenar. En cualquier momento, el avance de la marea t¨®xica puede convertir su fuente de ingresos en una masa flotante de peces y mariscos muertos o inaceptables para el consumo.

Desde las lanchas ecologistas -EL PA?S subi¨® a una de ellas-, bastaba ayer con echar un vistazo al agua para darse cuenta de que algo iba muy mal. Los peces muertos, cubiertos de una repugnante masa de par¨¢sitos y larvas de cangrejos, flotaban entre corrientes de un sospechoso color pardusco.