Cuatro fontaneros de lujo
Nadie conoce mejor que ellos los secretos del euro. Con la ¨²nica excepci¨®n del m¨¢s pol¨ªtico de los cuatro, llevan a?os formando equipo. Jugaban igual en tiempos del PSOE que del PP. Son los cuatro espa?oles que asisten al muy secretista y poderoso Comit¨¦ Monetario. Son el director general del Tesoro, Jaime Caruana; el subgobernador del Banco de Espa?a, Miguel Mart¨ªn; el subdirector de Coordinaci¨®n con Organismos Monetarios Internacionales, Antonio Merino, y el jefe de la Oficina Europea, Julio Dur¨¢n.Estos cuatro funcionarios son las cabezas no visibles del vicepresidente segundo y ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Rodrigo Rato, y del gobernador del Banco de Espa?a, Luis ?ngel Rojo. Su trabajo es una demostraci¨®n de que el esfuerzo realizado por Espa?a para entrar en la moneda ¨²nica es uno de los pocos asuntos de Estado que han quedado siempre por encima de las rivalidades pol¨ªticas de socialistas y populares.
El t¨¢ndem Miguel Mart¨ªn-Julio Dur¨¢n funciona desde que en 1994 Luis ?ngel Rojo fue nombrado gobernador del Banco de Espa?a. Su permanencia es una muestra de independencia del banco frente al poder pol¨ªtico. La pareja Jaime Caruana-Antonio Merino es m¨¢s reciente, pero entronca tambi¨¦n con la etapa anterior. Caruana accedi¨® al cargo en mayo de 1996, con la llegada del PP. Pero Merino ocupa su puesto desde 1994. Le encaram¨® el durante muchos a?os director general del Tesoro con los socialistas, Manuel Conthe.
Caruana, un ingeniero de telecomunicaciones que proced¨ªa del sector privado, mantuvo el equipo que hered¨® del ex ministro de Econom¨ªa Pedro Solbes. Es decir, la gente de Conthe. Fue uno de los pocos departamentos en los que la llegada del PP no deriv¨® en una purga de funcionarios. Forman un cuarteto pintoresco. Miguel Mart¨ªn destaca por ser gato viejo. Desconf¨ªa por naturaleza de las propuestas que llegan a sus manos. ?Estos t¨ªos nos la van a meter?, suele comentar ante cualquier sugerencia, y especialmente a cualquier iniciativa alemana, los ogros del Comit¨¦ Monetario.
Caruana es el polo opuesto a Mart¨ªn. T¨ªmido y de pocas palabras, siente un enorme respeto por el banco emisor, que ha heredado de su larga etapa en el sector financiero privado, donde la palabra del Banco de Espa?a se toma por ley. En este caso el respeto es rec¨ªproco. Mart¨ªn no es un funcionario que haya vivido de forma aislada en el banco emisor. Ha buceado en la Administraci¨®n espa?ola desde la Intervenci¨®n General del Estado y ha pasado por destinos en Presupuestos, en el Instituto de Cr¨¦dito Oficial y en el Banco Mundial.
Mart¨ªn y Caruana no s¨®lo coinciden una vez al mes en el Comit¨¦ Monetario. Ambos son tambi¨¦n consejeros de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del Banco de Espa?a. Ambos son para sus superiores la correa de transmisi¨®n de todo lo que se cocina en la Europa monetaria. Caruana tiene las dos gorras, la del Comit¨¦ Monetario y la del Ecofin (Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Finanzas), a cuyas sesiones asiste como segundo de Rodrigo Rato. Sabe que lo que no se puede parar en el Comit¨¦ Monetario a¨²n se puede bloquear en la mesa del Consejo de Ministros.
El Comit¨¦ Monetario es el m¨¢s secretista de los organismos comunitarios. En parte porque los funcionarios de los bancos centrales est¨¢n acostumbrados a guardar silencio. Y en parte porque la gente del Tesoro tiene siempre p¨¢nico a que cualquier declaraci¨®n suya acabe teniendo resonancia en los mercados financieros. Y en boca cerrada no entran moscas.
Las sesiones del Comit¨¦ Monetario son convocadas y dirigidas por su presidente, cuyo mandato se renueva cada dos a?os. La presidencia de turno de la UE -el Consejo de Ministros- no tiene m¨¢s poder sobre el Comit¨¦ que el de la presi¨®n pol¨ªtica. Aqu¨ª mandan los bancos centrales y los directores del Tesoro. Ahora preside el brit¨¢nico Nigel Lawson, un hombre que sigue llamando Mig¨¹el Mart¨¢n a Miguel Mart¨ªn y que empieza cada sesi¨®n por un invariable ?Colegas?, que ¨¦l pronuncia con una prolongad¨ªsima "i": Coliigs ... Aunque las buenas formas siempre se imponen, aqu¨ª se palpa mejor que en ning¨²n otro espacio el poder de Alemania sobre la Uni¨®n.
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